Xavier
Queipo
Brinte
Notworks, Santiago de Compostela, 2019, 186 páginas.
Xavier Queipo (Santiago de Compostela, 1957)
es un escritor que frecuenta todos los géneros: narrativa, poesía, literatura
infantil y juvenil, ensayo e incluso ha hecho varias incursiones en
performances. Sin embargo, como narrador es como ha alcanzado sus mayores
éxitos. Desde Artico e outros mares (1990)
hasta Os kowa (1916) es donde su
pluma ha dado a luz obras importantes en la narrativa gallega como O paso do noroeste, Dragona, Extramunde o Los
kowa. Piezas narrativas que suturan
aventura con imperativos éticos; traducidas al español y portugués muchas de
ellas y que se han hecho merecedoras de los premios más importantes de la
narrativa gallega.
Hoy revisito tras diez años Malaria sentimental, una novela que
sigue siendo actual y digna de de figurar
en esta bitácora.
Xavier Queipo escribe en varias de sus
piezas al estilo de Conrad. Lo hace en Malaria
sentimental con plena acuidad. El relato es una vez más una tentativa, como
en el caso de O paso do noroeste, de
viaje al corazón de las tinieblas o de sobrevivir entre las banquisas heladas de los mares del norte. Un viaje al
corazón de la selva camboyana con la finalidad de estudiar la flora parásita
del templo de Angkor, cuando aún subsistía la resistencia guerrillera de los
Khemeres Rojos, con bandas rivales en su interior.
En Malaria
sentimental la aventura se sitúa ciertamente allí donde es legítimo pensar
que la podemos encontrar: en la acción. Desde esta perspectiva es una novela
enteramente aventurera que se ajusta a las definiciones canónicas del género:
superación de espacios y tropiezos que acosan a los protagonistas en su caminar
por la selva. Y que, por la misma naturaleza de las cosas, actúan de la única
forma concebible; es decir en un comportamiento lineal. Sin embargo, en
contraposición con las leyes del género, no destaca en la novela de Xavier
Queipo la así llamada “retórica del acto”. Las reflexiones, las consideraciones
existenciales, los interrogantes éticos no pierden importancia frente a los hechos. Son estos acertadamente
el verdadero objetivo de la acción narrativa, mas no muy alejados de los
hechos, y como horizonte de resonancia, la digresión ético-existencial.
Malaria
sentimental es al mismo tiempo una novela que cautiva y aterra. Engancha y
seduce el lector desde la primera línea con esa llegada al trópico y con el
sucederse continuo de la aventura, con
el encuentro amoroso con la sensibilidad de de Woi, con la despedida hablando
del tiempo y de la nada, con el viaje en avioneta sobre los arrozales, el
aterrizaje, la brevísima visión de Angkor, el asalto y el secuestro por manos
guerrilleras, el viaje por la selva, la llegada al campamento, la reclusión en
un pozo anegado de orines, el trabajo en el campo, la tentativa de huida y el
escarmiento: los tres días y las tres noches en la tortura del parque. El
calvario negro: comidos por las sanguijuelas
y trabados por las ratas. La firme voluntad de resistencia y las noches
de soledad.
Y en la mitad del infierno, el despertar del
sexo entre los dos oficiantes que son números impersonales. Todos como una
epifanía y un desahogo en esa frontera lábil entre el mar y el deseo,
repitiendo la máxima pactada hasta el delirio: el amor solo existe en la
imaginación de los hombres..
Como paño de fondo el escalofrío. El
estremecimiento suscitado desde el comienzo por la sensación de ahogo de una
selva lujuriosa, pero terrible e inabarcable, de la que están ausentes los
caminos, no así los azares. Y con el suelo siempre húmedo y resbaladizo; y uno
siente que está siendo observado, que está siendo cazado, que tiene su
existencia pautada. El horror, el estremecimiento delante de una realidad
trágica, delante de la barbarie totalitaria de los Khmeres Rojos. Una
experiencia terrorífica que se hace presente en el cuerpo del guía-amante,
despellejado y laminado en la tortura.
Un final bien poco eufórico para esta historia
escrita con agilidad, con realismo y verosimilitud, sin aquellos excesos de divagaciones
científicas y de distracciones intertextuales de los primeros libros del autor.
Una historia que cuenta un viaje al corazón de
la tenebrosidad, para hallar únicamente un
gran vacío y permanecer definitivamente solo. Con un interrogante removiendo nuestra
conciencia: ¿Hasta cuándo André Malraux enterrado con los franceses ilustres tras
haber expoliado Angkor? ¿Hasta cuándo los
museos de medio mundo construidos sobre o con las ruinas del Tercer Mundo? ¿Hasta
cuándo Tercer Mundo?
Francisco Martínez
Bouzas
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