martes, 23 de octubre de 2018

LAS AMANTES BOREALES


Las amantes boreales

Irene Gracia

Ediciones Siruela, Nuevos Tiempos, Madrid, 2018, 268 páginas.

(Avance editorial)



La autora:

  

   Irene Gracia (Madrid, 1956) cursó estudios de pintura y escultura en la facultad de Bellas Artes de Barcelona. Ha publicado las novelas Fiebre para siempre (premio Ojo Crítico 1994), Hijas de la noche en llamas (1999), Mordake o la condición infame (2001) y El coleccionista de almas perdidas (Siruela, 2006, finalista del premio de novela Fundación J. M. Lara a la mejor novela publicada en ese año). Es también autora de varios cuentos, aparecidos en diferentes antologías, y de una abundante obra pictórica.

   «Irene Gracia es nuestra escritora más secreta. Son extraños esos seres heridos y lunáticos que pueblan sus obras, siempre llenos de una oscura y melancólica belleza. Esas muñecas que fingen ser humanas, esas bellas ahogadas, esos ángeles perdidos, esas muchachas que pierden su voz... La lectura de sus novelas es como visitar aquellos prados de la verdad de los que hablaban los griegos” .
GUSTAVO MARTÍN GARZO, El Mundo



Sinopsis:



Las amantes boreales es la historia de la amistad profunda y abismal de Roxana y Fedora, dos jóvenes de la alta burguesía de San Petersburgo, durante el periodo más convulso y definitivo de la Rusia de la Revolución de Octubre. Tras ser expulsadas de la Escuela Imperial de Danza, ambas ingresan en Palastnovo, un internado con doble fondo y doble moral, situado en una remota isla del lago Ladoga.
Sus voces, a la manera de un concierto contrapunteado, irán llegando hasta el lector como una serie de relatos que se oponen y se complementan, y cuya tensión lírica y existencial acaba convirtiendo el texto en una sutil indagación sobre las fronteras difusas del amor, la intimidad, el aprendizaje y las trampas que a menudo se ocultan tras aquello que hemos dado en llamar destino.

   Un texto con tintes góticos sobre el amor, la intimidad, el aprendizaje, los abusos y las trampas que se ocultan en aquello que llamamos destino.” (Presentación editorial)




Irene Gracia


Fragmento


Lobas de Ladoga



“En las noches blancas no puedes huir aunque lo desees- En esas noches sin noche solo los infieles miran los relojes para convencerse de que pasa el tiempo, ignorando que el tiempo se detiene, que solo transcurre en su mente y en el vientre del reloj, mientras el cielo permanece fiel a su contrato con la eternidad, emitiendo siempre luz irreal que puede volverse loca.

Fedora y yo éramos la loba roja y la loba negra., y ya nos habían condenado a vivir una vida al margen de la vida y sufrir en noches ajenas a la noche. Nuestro viaje a la otredad estaba punto de comenzar y nuestra suerte estaba echada desde que nos expulsaron de la Escuela Imperial de Ballet. Y ahora íbamos abandonar San Petersburgo como dos delincuentes.

Mi padre se pasó su afilada mano derecha bajo la cabeza haciendo el ademán de segarse el cuello, indicando que mi partida y la de mi amiga eran la única salida a nuestros delitos y que en San Petersburgo nos aguardaba algo peor que la guillotina. ¿Lo decía por la guerra? No parecía que a ellos la guerra les importase demasiado. Muy al contrario, la veían como una solución a las revueltas que habían convertido la ciudad en un auténtico polvorín. En realidad, lo único que querían mis progenitores y los de Fedora era liberarse de nuestra presencia, así que organizaron nuestra marcha con precipitada perfección, como de costumbre.”



(Irene Gracia, Las amantes boreales, páginas 13-14)

miércoles, 17 de octubre de 2018

EL MÁS SARCÁSTICO PANFLETO EN LENGUA INGLESA


Una modesta proposición

Jonathan Swift

Ediciones Akal, El cuenco de plata, Madrid, 160 páginas

(Libros de siempre)



   


   El escritor de lengua inglesa que en la actualidad podemos leer con mayor interés, agitación e incluso con una notable sintonía con los tiempos actuales y sus crisis, es posiblemente Jonathan Swift (1667-1745), autor de Los viajes de Gullever  y de varias obras csatíricas,  quizás menos conocidas, pero escritas con un estilo de hiriente ironía que hace que el albor racional de su época se revuelva contra ese supuesto animal racional que es el hombre. Las bestias de vez en cuando pueden degenerar en hombres, confiesa Jonathan Swift. Asociado erróneamente a la literatura infantil por las versiones purgadas y moralizantes de su obra cumbre, Los viajes de Gulliver, se olvida con frecuencia su otra faceta como escritor crítico de su tiempo..

   Este escritor de origen inglés, maestro indiscutible de la prosa inglesa, alternó su vida en Londres, donde fue secretario de William Temple, y en Dublín, ciudad a la que regresó debido a las malas relaciones con su protector. Volverá de nuevo a Londres y, tras la muerte de la reina Ana, retorna definitivamente a Dublín. En esta ciudad, donde nació y falleció, asumió el partido del pueblo, convirtiéndose en héroe nacional. A partir de 1724, escribe una serie de panfletos muy radicales.

   La miseria que presenció en su país le empujó a escribir la sátira más cruel de la lengua inglesa: A modest proposal for preventing the children of por people from being a burthen to their parents or country (1729). Tras retratar a su ciudad, atestada de mendigos, de madres seguidas por una tropa de niños hambrientos y andrajosos pidiendo limosna, Jonathan Swift presenta su modesto plan o propuesta para mantener y sacar adelante a estos niños, expuesta con feroz y cruda ironía: vender a esos niños, hijos de mendigos cuando cumplen el año de edad para que, bien mantenidos y repolludos, sean comidos por los caballeros y terratenientes y sus familias. Con la seguridad además de que no faltarán carniceros dispuestos a sacrificar a esas criaturas.

   Y con el mismo sarcasmo con el que presenta su modesta propuesta, Jonathan Swift repasa sus ventajas, muchas y obvias y de vital importancia. Entre otras: disminución del número de papistas que son los principales procreadores de la nación, embargo de las propiedades de los arrendatarios más pobres, aumento de los beneficios nacionales, la utilidad y el placer de un nuevo plato para los exquisitos paladares de los caballeros con fortuna, un gran estímulos para el aumento de los matrimonios…

   Finalmente el autor admite que propone esta solución solamente para Irlanda, y lo hace desesperanzado, cansado de haber ofrecido, durante muchos años, ideas vanas, ociosas y quiméricas. Su modesto plan aliviará el sufrimiento de los pobres y les brindará algún placer a los ricos.

   
                                               
Jonathan Swift por Charles Jervas


 El más cruel panfleto de la lengua inglesa revela la gran habilidad para la sátira de un escritor muy efectivo y directo en su exposición, que supo reflejar con gran habilidad las miserias de Irlanda, consecuencia de las políticas de la corte inglesa. He ahí pues la sintonía de la escritura de Jonathan Swift con nuestro tiempo, una nueva época de vergonzosas y deplorables miserias, cuyo origen, como en el caso irlandés, no se halla en el pueblo ni en la gente más humilde.

sábado, 13 de octubre de 2018

¿MONOS POR PARTE DE PADRE O DE MADRE?


Hijos de Darwin
Dario Fo
Traducción de Carlos Gumpert
Ediciones Siruela, Madrid, 2018, 98 páginas.

   

    Dario Fo (1916-2016), Premio Nobel en 1997 por haber defendido la dignidad de los oprimidos y emular a los bufones medievales en sus numerosas sátiras políticas en las que arremete contra el poder político, la mafia, el Vaticano, extendió su actividad en los últimos años de su vida al género de la narrativa con base histórica. En 2014 publicaba su primera novela, Lucrecia Borgia, la hija del Papa, a la que siguieron Hay un rey loco en Dinamarca, La reina Cristina de Suecia y El campeón prohibido. Y hace dos años, Darwin. Ma siamo sciummie da parte di padre o di madre?, traducido y editado por Ediciones Siruela.
   El libro es una aproximación a la figura de Darwin, a sus viajes, a la persona y al personaje que se propuso descifrar de dónde venimos, por qué somos como somos, cómo está hecho el mundo. Todo ello como respuesta más sencilla y didáctica que científica, aunque nunca de espaldas a la ciencia, a aquellos que aún en nuestros días siguen defendiendo las teorías creacionistas.
   Un libro de divulgación científica, una biografía muy personal del naturalista, repleta de vivencias personales, escritos y episodios biográficos de Darwin, en el que Dario Fo admiraba sobre todo la curiosidad. Teorías y fantasía, modulado todo con grandes dosis de humor. Por eso mismo, más que semblanza biográfica del naturalista o ensayo sobre el evolucionismo, la obra de Dario Fo es la historia de un hombre inflamado de ideas totalmente modernas, inaceptables en su mayoría para su tiempo.
   La obra se inicia con la consternación que provocaron en el joven Darwin ideas tan peregrinas como las de James Ussher, un erudito obispo irlandés que, en el siglo XVII, calculó que el mundo había sido creado el 22 de octubre del año 4004 antes de Cristo. Ávido de conocimiento, Darwin se propuso, desde muy joven, explicar el mundo, empresa que inicia a bordo del buque Beagle como investigador científico. Sin embargo, el objetivo primero y prioritario de Darwin no era poner en entredicho la credibilidad de la Biblia, sino luchar contra el racismo y el tráfico de esclavos. Darwin decidió remover la teoría de que los nativos de las tribus africanas no formaban parte de la raza humana, sino que constituían una raza seudoanimal, carente de alma y de inteligencia, teorías en las que se basaba el esclavismo, y demostrar que todas las especies humanas tienen un origen común. El resultado fueron dos libros con los que se inició una de las grandes revoluciones científicas: El origen de las especies (1859) y El origen del hombre y la selección en relación al sexo (1871), cuyo eje fue el e mecanismo evolutivo.
   Las ideas de Darwin se vieron muy pronto combatidas bajo el fuego cruzado de católicos y conservadores. Obtendrá sin embargo la aprobación y el beneplácito de los científicos libres y alejados de las cofradías. El gran mensaje de Darwin, en opinión de Dario Fo, es que nunca nos podemos detener a disfrutar de las mieles del propio éxito, siempre hay que seguir adelante, así como que el investigador nunca debe hacerlo con la idea de recoger consensos.
   En el libro abundan ejemplos personales y familiares y también anécdotas. Sus verdaderos protagonistas no son los seres humanos, sino los animales y sus comportamientos evolutivos que les han permitido sobrevivir.
    
                                              
Charles Darwin

    Dario Fo no oculta los aspectos criticables del pensamiento de Darwin, al menos desde los esquemas mentales de nuestros días: una cierta misoginia, el desprecio hacia las mujeres de algunas comunidades salvajes y la afirmación de que los machos, debido a sus responsabilidades de procurar alimento, luchar y defender al grupo, habrían desarrollado mayores capacidades mentales que las hembras.
   En resumen, un acercamiento a la figura de Darwin, una aproximación a ciencia de una forma sencilla y divertida, documentada no obstante, en la que el nobel italiano hace gala de buena dosis de ironía frente a aquellos que siguen defendiendo las teorías creacionistas.

sábado, 6 de octubre de 2018

NUEVAS HISTORIAS EUROPEAS DE MARIO MARTIN GIJÓN




Ut pictura poesis y otros tres relatos

Mario Martín Gijón

Pre-Textos, Valencia, 2018, 208 páginas



  

  Ósmosis,  creatividad y una prosa altamente esmerilada son algunas de las marcas que, en mi opinión, definen este nuevo libro de Mario Martín Gijón (Villanueva de la Serena, 1979). Doctor en Filología Hispánica, ejerció la docencia en dos universidades de Centro Europa, y parece indudable que tanto la novela breve de este libro como los relatos que la acompañan, así como los de su anterior publicación, Inconvenientes del turismo en Praga  y otros cuentos europeos, no solo están enmarcados en ciudades europeas y exploran desde la ficción mapas y coordenadas del viejo continente, sino que nos transmiten brisas europeas y un cierto aire de familia incrustado en la impronta de muchos de sus protagonistas.

   El tópico horaciano Ut pictura poesis con el que el autor rotula el libro amalgama en buena medida los tres primeros relatos que, al menos por compartir personajes, pueden ser considerados eslabones  de una novela corta. Mas en las prosas de Mario Martín no se trata de que pintura y poesía tengan en común la posibilidad de compartir experiencias estéticas, sino del hecho de que algunos de sus protagonistas se sienten conmovidos al contemplar tres cuadros anónimos en tiendas de antigüedades de ciudades centroeuropeas (Moravia, Silesia y Berlín).

“La generosidad”, nombre de un cuadro visto en el escaparate de un anticuario, puntea un interrogante que planea y se proyecta sobre las relaciones humanas: “¿Qué se esconde en el fondo de la generosidad?” ¿Quizás somos generosos de forma egoísta por el miedo a perder al ser amado? La generosidad del joven turco nacido en Berlín, con la familia retornada a Turquía, que demostraba con sus novias, nada contaba para ellas: Kerstin para la que él no pasaba de ser un entretenimiento y la doctoranda Milena con la que muestra una generosidad extremada aceptando lo inaceptable, hasta que ella termina prefiriendo la madurez del profesor Vínter. “La modificación”, una pintura hiperrealista, suscita el segundo relato protagonizado por Milena y el maduro catedrático que se siente uno de tantos desheredados del amor, “los verdaderos parias de la tierra de nuestros días” (página 74), que vuelca su corazón en la joven doctoranda con la que inicia un arrebatador idilio, una fuga hacia adelante, una deriva, una modificación de la que es incapaz de escapar, pero que le hace interrogarse sobre su identidad. Hasta que tres palabras aniquilan un sueño para el que no estaba preparado. El tercer episodio, “La fragilidad” parte así mismo de la contemplación de otra pintura por parte de la amante del viejo profesor, que le conmueve y paraliza. Intentará armarse contra la fragilidad, sin hacer concesiones a las formas de dominación de los otros. Y expresa sus dudas sobre con qué amante quedarse: el joven Murat del que la separa un desencuentro por motivos fisiológicos, o Petr Vínter, el maduro catedrático al que no podrá volver a entregarse.

   La primera persona se apropia de la narración de tres situaciones existenciales, con leitmotiv amoroso, que comparten protagonistas y están asociadas a enigmáticas pinturas y que además tienen en común el tema del desencuentro.

   Otros tres relatos completan con sus historias el bagaje diegético del libro: “Rosaleda en Luxemburgo”, un relato en el que Mario Martín experimenta con el coloquialismo mexicano, refiriendo un paréntesis vital de una mexicana en el París zonzo y turístico. Abandona su propósito de estudiar francés por otro más placentero: divertirse con sus amigos. “La extrañeza de Kirsten”, un relato similar en cuanto al propósito de la protagonista: más dispuesta a hacer amigos y deleitarse en la música de grupos raros que a aprender alemán. Subyugada por experiencias lésbicas, el fondo cenagoso de un trío arriesgado le hace huir como una bestia herida. Anclado igualmente en un mapa centroeuropeo, el relato “En casa ajena”, el único en el que se alternan la primera y tercera persona narrativas. Un relato que transcribe el desencuentro de un hospedador polaco, hundido en la ociosidad y con la esposa huida, con sus huéspedes, una pareja formada por una joven polaca y un chico inglés, con disensiones entre ellos. El desenlace solamente insinúa la tragedia final.

   Relatos que, apoyándose en el motivo de las pinturas que en sí mismas son un enigma, ahondan en lo que somos. Identidades sacudidas por ilusiones amorosas y barridas por el desamor. De nuevo como en el primer libro de relatos de Mario Martín, naufragios existenciales de seres enfrentados con su mundo interior o con las veleidades de lo que los rodean.

   Entre las muchas razones para perdernos en estas historias que nos ofrece la creatividad de Mario Martín, no es menor el estilo de una prosa muy elaborada, un castellano rico que no decae cuando el registro lingüístico incorpora mexicanismos. Así como la plasticidad de las descripciones y la capacidad para profundizar en la psique de las personas. Relatos, historias muy alejadas de la literatura entendida como fácil golosina, pero que degustarán con placer los lectores exigentes.






                                                                               
Mario Martín Gijón


Fragmentos



“Mi mero viaje desde Berlín no había sido fácil de realizar, por muchos motivos, sin olvidar los económicos y prácticos. No descartaba encontrarme, además de solo, sin trabajo a mi regreso. Me había esforzado por transigir con todas sus condiciones, aceptar lo inaceptable para cualquier hombre. Había ido depositando mis ofrendas en la fosa de su silencio, que no parecía llenarse, y de la que luego surgiría una gran mano rogándole que, por favor, a cambio, me diera una oportunidad para volver junto a ella. Pero la mano quedó abierta, como mi herida, o hubo de crisparse agarrando el aire, el vacío, la mudez. Ésa era, por qué no, una posible interpretación de «mi» generosidad reflejada, voluntariamente, en esa imagen inquietante. Sabía, con todo, que las cosas no estaban tan claras. Esa generosidad de la que reclamaba el mérito, cuando no la recompensa, ¿acaso no había surgido de la necesidad, de la desesperación?”



…..



“Recordé con una sonrisa tierna el glorioso alzamiento inesperado que sentí al dejarme abrazar por él, en nuestro segundo encuentro, primero en cierto sentido. Sensación extraña al acariciar su torso, al besar su pecho encrespado de vello canoso como la espuma de una marea en retirada. Su vientre flácido, que no hacía presagiar lo que se hallaba unos centímetros más abajo. Me inunda la ternura al recordar su apresuramiento y su torpeza intentando liberar los botones de mi camisa, su conato de rabia al no poder desabrocharme el sujetador. Su rostro beatífico al succionar mis pechos. «Mi niño» estuve a punto de decir, y menos mal que no lo dije, pues después fui yo la indefensa, la sorprendida de esa rigidez implacable que durante un tiempo me penetró como insistiendo en una certidumbre aún inalcanzable para mí.”



…..



“Pero toda esa ilusión se me cayó a los pies nada más cruzar el umbral de aquella casa, que tan poco tenía en común con la que viéramos anunciada en internet. No era sólo un olor a rancio moho y humedad arraigada del techo a la moqueta. Entrar en la cocina fue como si me encerraran en una jaula de abyección en la que hasta el aire parecía infectado de una suciedad cínica y burlona. Burlada me sentía por aquel hombre, del que dudaba si era necio o trastornado. Restos de comida se maceraban, flotantes como restos de un naufragio o adheridos como algas a los bordes de platos y cazuelas dispuestos en una absurda arquitectura de bajilla sucia, en remojo en un agua estancada durante días como mínimo. Para colmo había moscas muertas y, peor, nos saludó una cucaracha viva y voladora.”



(Mario Martín Gijón, Ut pictura poesis y otros tres relatos, paginas 12-13, 105-106, 205)