domingo, 26 de julio de 2020

UN MANUAL DE MIEDOS


Las tres de la mañana

Gianrico Carofiglio

Traducción de Carmen Garcia-Beamud

Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 167 páginas.



   


   Un título extraído de una frase de Suave es la noche de F. Scott Fitzgerald (“En la verdadera noche  oscura del alma son siempre las tres de la mañana”) le sirve a Gianrico Carofiglio (Bari, 1961), magistrado y escritor, sobre todo de novelas policiacas, para rotular esta hermosa novela de iniciación, y en la que tienen lugar momentos que marcan para siempre la vida del joven protagonista, Antonio. Y sobre todo, nos pone en el disparadero para rescatar sentimientos esenciales en las relaciones paternofialiales, la manera de encarar el futuro y reconocer en la epilepsia una fuente de conocimiento. La frase del título de la ficción describe, como ninguna, la soledad profunda y la tristeza incurable. Pero esta metáfora insondable en la novela, significa su contrario: a las tres de la mañana, un hecho imprevisto lo cambia todo y para siempre. Es la metáfora que ilustra toda la ambigüedad de la experiencia humana. Porque esa hora también es ambigua: es noche y mañana al mismo tiempo.

   Las tres de la mañana es un relato alegre y a la vez melancólico, con ligeras apariciones de una patología neurológica (la epilepsia). En el inicio de la novela se lee esta frase: “Acabo de cumplir cincuenta y un años, la edad que tenía entonces mi padre. He pensado que podría ser un buen momento para escribir sobre aquellos días y sus noches”. Esas jornadas nocturnas, con sus noches son las que pasó Antonio, hijo de padres separados, narrador de esta historia, con su padre en Marsella. Su infancia se vio afectada por la epilepsia, y la familia determinó llevarlo a un médico marsellés (Henri Gastand), el mejor especialista en esa enfermedad y único personaje real en el relato. Este médico había creado una posible recuperación de la enfermedad con una nuevo tratamiento.

   Tras tres años de relación, Antonio retorna a su ciudad para comprobar si la enfermedad ha sido superada. Y para ello, en compañía de su padre, se someterá a una prueba de estrés, que incluye pasar dos días con sus noches sin dormir. En esas horas despierto, padre e hijo andan erráticos por la ciudad, entran en un club de jazz, transitan por barrios poco recomendables, van a una playa local, contactan con dos mujeres, y con ellas participan en una fiesta de vagabundos, y Antonio se inicia en el sexo. Y sobre todo, escucha de boca de su padre intimidades y secretos. Fueron momentos que marcaron para siempre la vida del joven Antonio, el narrador.

   El autor emplea la enfermedad como una excusa para contar la historia. Y gracias a ella, se cumple el objetivo más importante de la novela: el diálogo entre padre e hijo. Ambos dialogan sobre la virginidad, sobre la sensación de tener el corazón destrozado, sobre las aspiraciones de la edad adulta y sobre el miedo de la propia existencia - por eso la novela se convierte en buena medida en un manual de miedos-.

   El tema principal de la ficción es uno de los más frecuentados por Carofiglio: las relaciones padre-hijo. El autor se concentra de forma prioritaria en el hecho de que ambos (padre e hijo) precisaban de un suceso extraordinario para derribar el muro que les separaba. El ambiente descrito en la narración juega un papel fundamental en el desarrollo de las relaciones entre los dos. Pero en la novela existen otros temas relevantes: la valoración del talento de Antonio y del padre, en particular en el campo de las matemáticas, el llanto de progenitor en mitad de la narración al repasar su propio pasado. Pero, al final del viaje, el hijo también llorará por no haber dialogado con anterioridad con el padre. También es relevante la reflexión sobre el sentido de la vida que aparece al inicio del relato.

   

                                             
Gianrico Carofiglio

  Estructuralmente la historia está narrada a través de un largo flashback de Antonio, una vez superada la frontera de los cincuenta. Desde el punto de vista estilístico, la novela se caracteriza por el empleo de un registro medio y una lengua precisa. El autor concuerda con la frase de Primo Levi: “Tenemos que responsabilizarnos de lo que escribimos, palabra por palabra y lograr que cada palabra dé en la diana”.

   En resumen, una historia que el lector ha leído cientos de veces: la iniciación a la vida, escrita con gran precisión y belleza. Y de fácil lectura.



Francisco Martínez Bouzas

jueves, 16 de julio de 2020

LA COMPLEJA VIDA DE UNA MUJER






Lo que no sabías

Elba Pedrosa

Ediciones Carena, Barcelona, 2020,174 páginas.



    


   Prácticamente coincidiendo Elba Pedrosa (Santa Cruz de Tenerife, 1973), debuta en la narrativa de largo aliento con esta novela, Lo que no sabías, publicada simultáneamente en gallego y en español. Aunque ya tenía alguna experiencia como coautora de Relatos na Rúa II, Elba Pedrosa, tinerfeña de nacimiento, es una nueva voz que se incorpora a la literatura gallega, sin renunciar a la ficción larga en español. Y lo hace con una novela intimista. La autora, de forma eficaz, hace brotar lo más íntimo de cada personaje, especialmente de los dos principales actantes  del relato: una madre (Marisa) y su hijo (Robert). Los dos desarrollan una historia en la que se mezclan e interactúan los habitantes del lugar y los indianos retornados de América, tras haber amasado cuantiosas fortunas.

   Ambientada en el rural gallego de los años sesenta, en la trama de la novela se aúnan amor, secretos y reivindicaciones feministas, en dosis bien proporcionadas. Y sobre todo el grito a favor de la liberación de la mujer. Los muchos secretos familiares, los silencios impuestos por los prejuicios de la época en la que la trama se desenvuelve, actúan de germen y cimiento para que las personas, sobre todo los principales protagonistas, sientan la necesidad de indagar en búsqueda de la verdad.

   El íncipit de la novela es la presentación de los dos principales protagonistas, a la vez voces fundamentales del relato: la madre que espera en la vía del tren al hombre que debía retornar de América, pero que no llega. Lo que para ella significa el origen de una gran tristeza, pero también una nueva condición: la de una mujer liberada. Y el hijo que solamente piensa en su cuadrilla de amigos, y está convencido de que en su casa le ocultaban secretos, especialmente cuando se daba cuenta de la de la tristeza y de la soledad dolorosa de la madre. Desde entonces el silencio significa poco menos que la muerte para Robert.

   El hijo percibe la ausencia prolongada del padre, y tiene conciencia de que el futuro en la aldea era fundar una familia, trabajar hasta reventar y morir temprano.   En la familia, la abuela es la que guarda los secretos familiares. Llega un momento en que al hijo algo le huele a misterio, sobre todo al ver a la madre,  todos los días de su vida, sin hombre a quien se arrimar. Un claro ejemplo de una viuda de vivos, cuyo único territorio y consuelo es el silencio.

   Mas un día la vida comenzó a cambiar en la casa: Marisa se transforma en una nueva mujer: valiente, luchadora, y en el hogar se inicia otra vida.

   Con el paso de la tormenta da comienzo el rebullicio amoroso en el corazón del hijo. Y, a la vez, la madre también siente el despertar los deseos dormidos de su cuerpo.

   

                                            
Elba Pedrosa
   La novela, aunque centrada en dos protagonistas, lo que realmente relata es la vida compleja de una mujer que pagó durante  una buena parte de su vida los errores de la juventud, camuflados con un casamiento sin amor, en una sociedad que no tolera tal escándalo. En la trama, el lector hallará sentimientos encontrados y comportamientos cubiertos por una capa de silencio. En el desenlace del libro llegan todas las revelaciones y el lector comprende que el que consideraba el malo de la historia, no es tal, nada se corresponde con la realidad.

   La autora juega con varias voces, y se sirve igualmente de recursos epistolares de los que se vale la protagonista para revelarle a un tercero ausente parte de su intimidad. Una trama en principio atrayente, con buena graduación del ritmo a la hora de destapar secretos, y con momentos de una cierto sentimentalismo prescindible.



Francisco Martínez Bouzas

sábado, 11 de julio de 2020

TRES POETAS GALLEGOS COMBATEN EL VIRUS Y EL FASCISMO




Tres poetas en estado de alarma

Carlos Negro, Vítor Vaqueiro, Xosé María Álvarez Cácamo

Limiar de Xavier Queipo.

Edicións Laiovento, Santiago de Compostela, 2020, 106 páxinas.

   

    

   A pandemia vírica que actualmente estamos soportando ou da que morreremos, dará lugar a moitas obras literarias. E non soamente por cousa do confinamento. O virus que nos ataca ten unha gramática particular e sen precedentes. Non é a primeira vez que isto acontece nin será a derradeira. A cacofonía de voces, un ruído enxordecedor,  unha morea de información. Unha enxurrada de noticias, moitas delas contraditorias, seguen a confundirnos,  xa que non sabemos ónde se atopa a verdade. Escoitamos ou lemos o parte das mortes diarias ou dos infectados, pero nada máis.

   Fronte a esta situación, tres poetas galego defenden coa pluma a estirpe, a linaxe dos homes sabios que baixaron das árbores. Do que eles crearon coas súas reflexións aceiradas, salmos, metáforas, alegorías, haikus, pequenos relatos, xorde este libro  que edita Laiovento. Eles son Xosé María Álvarez Cácamo, Vítor Vaqueiro e Carlos Negro.

   Resilencia destes escritores que avanzan cara a luz, nos vieiros dunha lingua que lles é propia, e cunha estética que hoxe é máis necesaria ca nunca: defender a liberdade creadora, a liberdade xeral fronte aos fascismos. Con eles celebramos a lingua, e celebramos a loita  para defender todo aquilo que nos queren arrebatar.

   Fixareime de forma especial nos poemas breves, nos haikus. Lembro que cando millóns de usuarios reclamaban que se ampliara a 280 os carácteres do tuit, aos xaponeses semelláballes algo extraño, unha desafortunada proposta. E preferiron quedar cos 140 orixinais, xunto cos chineses e coreanos. É o resultado da cultura milenaria da contención. Un modo de entender o mundo que se traduce marabillosamente  en tres versos e nas dezasete sílabas do haikus, repartidas desde xeito: cinco, sete, cinco. Hai moitos anos que o haikus, no que o mestre Basho destacou coma ninguén no período Edo, deixou de ser patrimonio exclusivo dos xaponeses. Hoxe tamén xa é casa nosa.

   Sexan canónicos ou non, compartan cos orientais a súa métrica silábica, participan con eles  da súa capacidade de asombro -velaquí a verdadeira esencia do haikus-, os haikus que nos ofrece Carlos Negro na primeira parte deste libro (“Diario de corentena”). Oito relatos superbreves de Vítor Vaqueiro que achegan fantasía. Finalmente o poeta Xosé María Álvarez Cáccamo agasállanos con poesía breve (algún haiku) e poemas curtos que con eles comparten o mesmo nivel de emoción, de alma, e a determinacións de manternos afastados do fascismo.

   Un libro pois contra a ignomia do encerro, sobre todo na súa aplicación, sen ter en conta a dispersión da poboación galega. E un berro para que nos contaminemos da escrita  dos tres escritores, e celebremos a literatura sen  fronteiras, fronte a xelatina dos días, como acertadamente remata o limiar do libro escrito por de Xavier Queipo.







TRES  POETAS GALLEGOS COMBATEN EL VIRUS Y EL FASCISMO (Traducción al español)





   La pandemia vírica que actualmente estamos soportando o de la que morimos, dará lugar  a no pocas obras literarias. Y no solamente por causa del confinamiento. El virus que nos ataca posee una gramática particular y sin precedentes. No es la primera vez que tal cosa sucede ni será la última y definitiva. La cacofonía de voces, un ruido ensordecedor, una inmensa cantidad de información, una catarata de noticias, contradictorias muchas de ellas, nos siguen confundiendo ya que no sabemos dónde hallar la verdad. Escuchamos o leemos el parte de las muertes diarias o de los infectados, pero nada más.

   Frente a esta situación, tres poetas gallegos defienden con la pluma la estirpe, el linaje de los hombres sabios que bajaron de los árboles. De lo que ellos crearon con sus reflexiones aceradas, salmos, metáforas, alegorías, haikus, pequeños relatos, surge este libro que edita Laiovento. Ellos son: Xosé María Álvarez Cáccamo, Vítor Vaqueiro y Carlos Negro.

   Resistencia de estos escritores que avanzan hacia la luz, en la senda de una lengua que les es propia, y con una estética que actualmente es más necesaria que nunca: defender la libertad creadora, la libertad  en general frente a los fascismos. Con ellos celebramos la lengua, y celebramos la lucha para defender todo aquello que nos quieren arrebatar.

   Prestaré especial atención a los poemas breves, a los haikus. Recuerdo que cuando millones de usuarios reclamaban que se ampliase a 280 os caracteres del tuit, a los japoneses les parecía algo extraño, una propuesta desafortunada. Y prefirieron  quedar con los 140 originales, juntamente con los chinos y coreanos. Es el resultado de la cultura milenaria de la contención. Un modo de entender el mundo que se traduce de forma maravillosa en tres  versos y en las diecisiete sílabas del haikus, repartidas así: cinco, siete, cinco. Hace muchos años que el haikus, en el que el maestro Basho destacó como nadie en el periodo Edo, dejó de ser patrimonio exclusivo de los japoneses. Hoy también ya es casa nuestra.

   Sean canónicos o no, compartan con los orientales su métrica silábica, participan con ellos de  su capacidad de asombro  - he aquí la verdadera esencia del haikus-, los haikus que nos ofrece Carlos Negro en la primera parte de este libro (Diario de cuarentena). Con ocho relatos supe breves nos agasaja Vítor Vaqueiro, ofreciéndonos fantasías. Finalmente el poeta Xosé María Álvarez Cáccamo nos regala poesía breve (algún haiku) y poemas cortos que con ellos comparten el mismo nivel de emoción, y la determinación de mantenernos alejados del fascismo.

   Un libro pues contra la ignominia del encierro, sobre todo en su aplicación, sin tener en cuenta la dispersión de la población gallega. Y un grito para que nos contaminemos de la escritura de los tres escritores, y celebremos la literatura sin fronteras, frente a la gelatina de los días, como acertadamente concluye la introducción de este libro  escrito por Xavier Queipo.



Francisco Martínez Bouzas

Novenoites

Brújulas y Espirales



SELECCIÓN DE POEMAS



II

“Outra pandemia:

os que escapan as praias

virus Sangenjo.”



VI

“O envés do andazo

anticorpos do cosmos

contra nós patóxenos.”



X

“Grallan os corvos,

agoiros do pánico.

Enferma como informan.”



XI

“A peste,

outra vez a peste.

A existencia é contaxio.”



XIII

“As formigas

Volven facer ringleira:

Supermercado.”



XV

“Confinamento.

Hiperactividade.

Ningún nirvana.”



XVIII

“A menos dun metro,

boca infecciosa

brada o fascismo.”



XXXI

“Dinlle os  maiores.

Xa non son vellos.

Merecen ser ancians.”



XXXV

“Horario de abrazos.

Normativa de bicos.

Vivir polo BOE.”



Carlos  Negro, Coronahaikus , páxinas 25-59



…..



Os cervos

baixaron a beber nas fontes

da cidade baleira.”



…..



“O mar ser  motore4s.

O agarimo da brisa.

O silencio da noite primeira.”



.....



“Cando volvamos á rúa,

¡ai da mansidade!

¡ai da submisión!

Ai do medo  en unánime

consigna de obediencia.

Ai da vida ancorada

nas brañas lamacentas”



…..



“Sobre o chan da agonía

desfilan  os exércitos do mundo.

E continúa a festa dos depredadores.

A mascarada

de luvas brancas.”



…..



A peste tranparente da pobreza.

A noite acoitelada do Poder.

O estoupido da luz.”



…..



“Remexe una muller no colector do lixo.

Fame sen máscara.

Pasan ao seu carón rostros estúpidos,

Bandeiras imperiais”



…..



“Virán novas marés

silandeiras e xordas.

Iremonosnos disolvendo no mar.”



Xosé María Álvarez Cáccamo, Poemas de confinamento, páxinas 87-106