domingo, 29 de mayo de 2022

LA SEGADORA DE LA MUERTE

Atentado

Juana Salabert

Alianza Editorial, Madrid, 2022, 212 páginas.

 

  

 

   En todas las novelas de Juana Salabert (París, 1962, pero hija de padre español exiliado del franquismo) el horror está siempre presente. Por mencionar alguna, citaré a Varadero, Mar de los espejos, Velódromo de invierno o La noche ciega. También en su último texto narrativo, Atentado, cuya trama transcurre en menos de media hora, tiempo suficiente para que se produzca una serie de acontecimientos violentos: Secuestros, muertos, rehenes, provocados por el terror del yihadismo, tal como se vio en el 11 M, en Bataclán, en la Ramblas de Barcelona, y doriamente lo seguimos teniendo presente en muchos sitios.

   Pero todo acontece en una ciudad imaginaria del norte de España, paradigma quizás de tantas otras ciudades  que desde el 11 M han sufrido la devastación del terrorismo. La novela surge de una imagen repentina que se le presenta a la autora como un fogonazo: la imagen de los últimos instantes de una vida, siendo conscientes todos los personajes que van a morir en manos de la irracionalidad y del fanatismo, en un atentado que nos es una metáfora, ni engaña a nadie. La novela es pues una profunda cala en el mal como tendencia de la condición humana, el mal convertido en crueldad y sadismo. Novela pues sobre el horror que llevamos padeciendo de forma especial desde que comenzó el el presente siglo.

   La acción de la novela, como ya señalé, tiene lugar en una ciudad imaginaria, Finis, que la autora sitúa en Cantabria. Es una tranquila ciudad de provincias que, en un amanecer de agosto,, con los turistas, callejeando por el casco histórico, se produce un masivo atropello terrorista, con toma de rehenes poco después por los responsables del comando terrorista. Y todo transcurre en apenas veinte minutos: el atropello, el apuñalamiento en la plaza y la toma de rehenes  y el intento de destrucción del teatro modernista.

   Y eso es lo que cuenta la novela: “Qué se piensa, qué se siente cuando te das cuenta de que puedes estar viviendo los postreros momento de la propia vida”

   En cuanto a la estructura, organizada por capítulos cada uno de los cuales está protagonizado por uno o dos personajes, en la calles o plazas que habitan, víctimas y victimarios. Así nos encontramos con una niña de familia mexicana que había huido del narcotráfico, un quiosquero en paro que sustituye al titular que había tomado vacaciones, turistas como una egipcia de Nueva York, un argentino, un policía, un francoespañol, una guía turística. Personajes que, de alguna forma retratan a la sociedad  actual y que constituyen los pilares maestros de la novela.

    

                                           

                                     Juana Salabert

 

   Una peculiaridad del relato es el hecho de que la autora cuando aborda a los personajes terroristas, no elige una primera persona narrativa porque le resulta tremendamente duro. Al contrario, se centra narrativamente en las víctimas, en su dignidad y fortaleza, en la bondad, en la belleza, en el esfuerzo por conservar la vida.

   Lo narrado en la novela lleva al límite las emociones humanas, sobre todo el miedo de las víctimas, sus sensaciones de vulnerabilidad. La autora fue capaz de ir forjando una atmósfera donde la tensión hace constantemente acto de presencia. Y por ello enfoca de cerca a sus personajes, sin excluir los rostros de los terroristas. La novela, en base a ese recurso, reproduce el dolor, el silencio, la respiración de cada personaje escuchándoles en sus temores. Y retrata un mundo donde la amabilidad y la ternura están ausentes. Así pues, una buena novela tensa sobre un tapiz de seres humanos que se ven obligados a respirar en un mundo feroz y opresivo.

 Francisco Martínez Bouzas

 

viernes, 27 de mayo de 2022

REMODELACIÓN NOVELADA DE UNA EXPERIENCIA

 Tiempo de guerras perdidas

José Manuel Caballero Bonald

Editorial Anagrama, Barcelona, 364 páginas

(Libros de siempre)

 

    

 

   José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, Cádiz, 11 de noviembre de 1926-Madrid, 9 de mayo de 2021) fue un escritor español, conocido principalmente como poeta, ensayista y novelista.2​ La cuidadosa utilización del lenguaje y el barroquismo caracterizan su obra. También fue un reconocido flamencólogo. Esto es lo que podemos leer en esa gran enciclopedia virtual que en Wikipedia

   Tiempo de guerras perdidas es un libro de memorias. Y como todo libro de memorias, las de José María Caballero Bonald son así mismo un sondaje en los recuerdos, una zambullida pues en el propio yo del autor, y un ajuste de cuentas con el pasado, no exentas de buenas dosis de fantasía y de ficción. Memorias, por consiguiente, noveladas sin duda alguna. Un libro que, en cuanto a su origen motivacional arranca de los acostamientos familiares, de la atracción endémica por la cama de cinco enfermos imaginarios, miembros todos de la familia. Y que se resuelve en la primera parte bajo el telón de fondo de la rutina del hambre y del miedo de la posguerra.

   De igual forma que tantos otros hombres y mujeres -el vicio semeja de todas formas ser `preferentemente masculino- Caballero Bonald llega a la conclusión de de que la suya es una vida memorable, y a esa vida memorable le dedica 364 páginas para intentar fascinarnos con lances de su niñez, adolescencia y primera juventud.

    

 

                              José Manuel Caballero Bonald

 

 

 

   El argumento es pues el de la propia vida, convertida en materia de novela -biografía novelada o novela del yo-; y transita por alborotos y enredos infantiles; por los primeros y cándidos amoríos infantiles, por la celebración de la pubertad con el descubrimiento a la brava del sexo, por un extenso recorrido e aventuras, retozos y encuentros erótico-etílicos, rebosantes de chispa y desenfado, como el encuentro-pérdida de Panero atascado en un prostíbulo. Putas azotacalles, “la lánguida garzonería de las gallegas, con un séquito de maniáticos, peces de aluvión, meritorios de la fama…. Esta es pues la fauna que llena este tiempo abyecto de la postguerra.

   Pero sobre todo, y por encima de la novelería, del esperpento e incluso del testimonio moral, el texto literario, el espléndido poderío verbal de un gran escritor que  teje la lengua sin aristas, soldando de forma impecable y magistral la elegancia, la solvencia, el ritmo y la inventiva, hasta el punto de convertir la cotidianeidad irrisoria de una familia señoritanga andaluza en un regalo  inestimable para cualquier sensibilidad.

 

Francisco Martínez Bouzas

miércoles, 25 de mayo de 2022

LA MUERTE DE UN MUERTO

De un desastre oscuro. Sobre el fin de la verdad de estado

Alain Badiou

Traducción de Irene Agoff

Editorial Amorrortu, Buenos Aires, 2013, 76 páginas.

(Libros de siempre)

  

   

   Traslado de Wikipedia la información biográfica de Alain Badiou: “Alain Badiou (Rabat, Protectorado francés de Marruecos, 17 de enero de 1937) es un filósofo, dramaturgo y novelista francés.

Su padre, Raymond Badiou (1905-1996), fue miembro de la SFIO (Section française de l'Internationale ouvrière), formando parte de la Resistencia francesa durante la ocupación nazi, y siendo elegido alcalde de Toulouse entre 1944 y 1958.

Realizó estudios de filosofía en la Escuela Normal Superior de París entre 1956 y 1961. Ha impartido lecciones en la Universidad de París VIII y en la ENS desde 1969 hasta 1999, fecha en la que fue nombrado director del departamento de filosofía de esta. También imparte cursos en el Collège international de philosophie. Fue discípulo de Louis Althusser, influenciado por sus primeros trabajos epistemológicos. Es considerado, junto con su contemporáneo Jacques Rancière, uno de los filósofos más importante de la actualidad en Francia.1

Militante temprano, fue miembro fundador del Partido Socialista (PSU) en 1960. Implicado en los movimientos políticos en torno al mayo francés, y simpatizante con la izquierda maoísta, ingresó en la Union des communistes de France Marxiste-Léniniste en 1969. Actualmente participa en el grupo L'Organisation Politique, junto con Sylvain Lazarus y Natacha Michel.

Su obra principal es El ser y el acontecimiento, donde defiende que las matemáticas constituyen la verdadera ontología, o "ciencia del ser en tanto ser". En 2006 ha publicado su segunda parte, Logique des mondes. L'être et l'événement 2, publicada en castellano en 2008. Así mismo en castellano y gallego están traducidas algunas de su obras más importantes como La ética.. Ensayo sobre la conciencia del mal  (Traducción de Emilio Araúxo), entre otros articulos menores. Fue Francisco Sampedro el autor de la traducción. De un desastre oscuro al gallego.

   Es Amorrotu, su casa editora la que sintetiza en las siguientes líneas la temática fuerte de este pequeño ensayo: “Lo que el espectáculo del mundo sugiere finalmente al filósofo ?espectáculo que de ninguna manera es su objeto, sino sólo el espacio indistinto donde proceden algunas verdades, condiciones para que exista ese lugar de pensamiento que es la filosofía? es que la crisis es general. Y no solamente la del Estado-partido del Este: también la del Estado-partidos del Oeste. Pues se trata de la perturbación a la que es arrojado el mundo por haber agotado sus efectos el enunciado milenario que identifica la política con el Estado. Y si este enunciado agotó esos efectos es, justamente, por haberlos llevado hasta el corazón de la voluntad emancipadora. El fin de ese monstruo, el comunismo de Estado, arrastra en su caída y desvitaliza a toda subjetividad política que pretenda, sea bajo el tema revolucionario, sea bajo el tema del derecho, aparear la coacción estatal con la universalidad liberadora. Desde este punto de vista, tanto en los países del Este como en los países del Oeste, la historia de la política comienza. Comienza apenas. La ruina de toda presentación estatal de la verdad inaugura este comienzo.»

                                                         

                                                    

                                                Alain Badiou

 

   Por mi parte considero que las páginas de Alain Badiou son merecedoras de una honda reflexión, que sobrepasaría por su dimensión la naturaleza de estas líneas. Sirva como valoración subjetiva esta modesta exhortación: échenle una hojeada bien demorada  a estas páginas todos aquellos que consideran que es necesaria la des-estatalización de la Verdad, empezando por esa “verdad” milenaria, y sin embargo muy reciente en la historia entera de la humanidad, que identifica la política con el Estado; los que acreditando y mantiendo fidelidad al Octubre de 1917 piensan que, con la muerte del comunismo estatal en los países del Este, no murió el comunismo, sino un muerto, y con él la capacidad de usurpación (la falta del comunismo, el primado de la economía). Pero también los  que albergan sospechas sobre el irresistible triunfo de la democracia occidental y que el capital-parlamentarismo sea “conmensurable con la idea de humanidad”. Y la propiedad la esencia de la civilización. Todos los que creen en la idea de (re)comenzar el marxismo como hipótesis política inaugural, “puesto que no existe marxismo y su significado, no obstante, sigue siendo equivalente a la pasión por la igualdad, a la intolerancia con los opresores, al deseo de justicia y al infinito rosario de luchas emancipadoras que van desde Espartaco a Mao (no el hombre de Estado sino el líder rebelde). Por último acérquense a la energía de estas páginas todos aquellos juramentados a favor de la existencia sobre verdaderos ensayos sobre la Verdad.

 

Francisco  Martínez Bouzas

 

jueves, 19 de mayo de 2022

MACRO NOVELA NEGRA

 

 

   Ayer, 18 de mayó nos dejó uno de los escritores capaces de agasajar al lector con auténticas novelas negras, un subgénero distinto de la narrativa detectivesca: Domingo Villar. Escritor relativamente joven (Vigo, marzo de 1971), muy ligado en la temática de sus obras a la ciudad de Vigo y su comarca. Autor apenas de tres obras que, sin embargo, le proyectan en la verdadera esencia de la novela negra: Ojos de agua (2006), La playa de los ahogados (2009) y El último barco (2019). Todas ellas traducidas a varios idiomas.

   Como homenaje al autor, reproduzco la reseña que el 19 de mayo de 2019 publiqué en este blog. Un resumen de la misma en gallego apareció en el Suplemento de Cultura (Faro da Cultura del periódico Faro de Vigo el 18 de abril de 2019. A la vea me hago eco de las palabras de dolor de la poeta gallega Chus Daramur: “Negra é a novela, negro o loito” que resumen perfectamente cómo nos sentimos todos, abducidos por una escritura, a la vez potente, auténtica y placentera

 

 

 

 

 

El último barco

Domingo Villar

Ediciones Siruela, 6ª edicción, Madrid, 2019, 712 páginas

 

  

 

    En edición simultánea en español y gallego, -Domingo Villar escribe indistintamente en ambas lenguas y va traduciendo a medida que avanza la trama-  el escritor vigués (1971) acaba de publicar la que seguramente pueda ser considerada la macronoevela criminal, la hypernovela negra dentro de los sistemas castellano y gallego. El autor Domingo Villar se estrenaba en la novela policiaca con Ollos de auga / Ojos de agua (2006) y sacaba de su guantera inventiva al policía Leo Caldas, que muy pronto se convertiría en uno de los detectives más famosos de la novela policial en ambos sistemas literarios..

   Con otro nuevo título, A praia dos afogados / La Playa de los ahogados (2009), y con el mismo personaje investigador, Leo Caldas, Domingo Villar vuelve a llamar la atención lectora y la obra que acaba de publicar, El último barco, se está convirtiendo en un éxito de ventas. Tuvieron que pasar nueve años para que Domingo Villar se internara de nuevo en el mundo escritural. Para sus seguidores se hizo esperar, hecho que no le desagrada, según declara. En cualquier caso, Domingo Villar compensa al lector con más de setecientas páginas  -ochocientas  en gallego- pulidas a la perfección.

   La macronovela mueve por sus páginas a un amplio registro de personajes, muchos de ellos prescindibles; algunos reales, otros figuras de ficción pero que el autor los integra con habilidad, en la mayoría de los casos, en la trama policial.

   Nueve años tejiendo y destejiendo una trama que se va desenvolviendo a través de abundantes diálogos que son los que de verdad, más que las descripciones, retratan a los personajes. Domingo Villar no los describe, los deja hablar. El autor se recrea así mismo en los paisajes gallegos de ambas orillas de la Ría de Vigo, que así, de alguna forma proporcionan el espacio y el marco de la acción. Con derecho propio forman parte pues de la novela, y son un himno sin grandes resonancias pero muy realista de su tierra gallega.

   Aunque Domingo Villar reniega de las novelas negras, blancas o rojas, en mi opinión está claro que El último barco es una novela negra. Hay una historia que se bifurca en mil direcciones y una trama e investigación policial que la articula.

   El íncipit de la novela es la desaparición de una mujer, Mónica Andrade, profesora de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo y que cada día tomaba el barco en Cangas do Morrazo porque vivía en Tirán, en la otra orilla de la Ría. Un equipo policial dirigido por el inspector Leo Caldas, intentará resolver el enigma. Lo hará  a través de muchas pesquisas; lleva adelante la investigación ayudado por el aragonés Rafael Estévez. Seguimos la estela de sus caminos, la estela  de los barcos que comunican Vigo con Cangas. También el silencio y los espacios en blanco que el escritor intencionadamente  deja sin cubrir para que el lector rehaga la historia.

   Leo Caldas se enfrenta a  la desaparición de la profesora que no acude a su trabajo. En su vivienda están ausentes las señales de violencia. Todo hace pensar que se trata de una desaparición voluntaria. Pero para que exista novela policial el caso tendrá que ir enmarañándose  por mucho que discurra en aguas tranquilas en la superficie, que pueden camuflar un temporal en el que nada es lo que parece.

   Y como la misión de la crítica no es hacer de spoiler y menos revelar desenlaces, el lector con una lectura pausada y voluntariosa deberá dejar correr las muchas páginas hasta descubrir los enigmas de esta novela.

                                                   


                                                    

                                               Domingo Villar

  

   Me limito a hacer alguna acotación sobre las piezas de este mosaico detectivesco. Se trata de una historia tejida y elaborada en el mar de Vigo, pero que no deja de mirar hacia el mundo, aunque tenga poco que ver con la trama. Asume todas las convenciones del género, con mucho suspense y un desenlace plausible. El inspector es un profesional perfeccionista, reflexivo e incluso compasivo. Y sobre todo, el autor perfila retratos sociales de sus personajes más que aventuras criminales.

   La tonalidad es la propia de las novelas policiales: observación, deducción, rastreo y análisis de vestigios.

   Más que de carencias, la novela peca de sobreabundancias, de una excesiva cantidad de secuencias, capítulos enteros que nada completan o amplían. ¿Qué le añade a la trama, por ejemplo, leer que Leo Caldas, se afeita bajo el chorro, como siempre, de agua caliente?

   Sin embargo, en mi opinión, esta es la mejor novela de Domingo Villar. Y será del gusto de aquellos lectores que gocen la lectura demorada y con el paso de las páginas por insubstanciales que sean.

 

Francisco Martínez Bouzas