viernes, 27 de mayo de 2022

REMODELACIÓN NOVELADA DE UNA EXPERIENCIA

 Tiempo de guerras perdidas

José Manuel Caballero Bonald

Editorial Anagrama, Barcelona, 364 páginas

(Libros de siempre)

 

    

 

   José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, Cádiz, 11 de noviembre de 1926-Madrid, 9 de mayo de 2021) fue un escritor español, conocido principalmente como poeta, ensayista y novelista.2​ La cuidadosa utilización del lenguaje y el barroquismo caracterizan su obra. También fue un reconocido flamencólogo. Esto es lo que podemos leer en esa gran enciclopedia virtual que en Wikipedia

   Tiempo de guerras perdidas es un libro de memorias. Y como todo libro de memorias, las de José María Caballero Bonald son así mismo un sondaje en los recuerdos, una zambullida pues en el propio yo del autor, y un ajuste de cuentas con el pasado, no exentas de buenas dosis de fantasía y de ficción. Memorias, por consiguiente, noveladas sin duda alguna. Un libro que, en cuanto a su origen motivacional arranca de los acostamientos familiares, de la atracción endémica por la cama de cinco enfermos imaginarios, miembros todos de la familia. Y que se resuelve en la primera parte bajo el telón de fondo de la rutina del hambre y del miedo de la posguerra.

   De igual forma que tantos otros hombres y mujeres -el vicio semeja de todas formas ser `preferentemente masculino- Caballero Bonald llega a la conclusión de de que la suya es una vida memorable, y a esa vida memorable le dedica 364 páginas para intentar fascinarnos con lances de su niñez, adolescencia y primera juventud.

    

 

                              José Manuel Caballero Bonald

 

 

 

   El argumento es pues el de la propia vida, convertida en materia de novela -biografía novelada o novela del yo-; y transita por alborotos y enredos infantiles; por los primeros y cándidos amoríos infantiles, por la celebración de la pubertad con el descubrimiento a la brava del sexo, por un extenso recorrido e aventuras, retozos y encuentros erótico-etílicos, rebosantes de chispa y desenfado, como el encuentro-pérdida de Panero atascado en un prostíbulo. Putas azotacalles, “la lánguida garzonería de las gallegas, con un séquito de maniáticos, peces de aluvión, meritorios de la fama…. Esta es pues la fauna que llena este tiempo abyecto de la postguerra.

   Pero sobre todo, y por encima de la novelería, del esperpento e incluso del testimonio moral, el texto literario, el espléndido poderío verbal de un gran escritor que  teje la lengua sin aristas, soldando de forma impecable y magistral la elegancia, la solvencia, el ritmo y la inventiva, hasta el punto de convertir la cotidianeidad irrisoria de una familia señoritanga andaluza en un regalo  inestimable para cualquier sensibilidad.

 

Francisco Martínez Bouzas

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