Dario
Fo
Traducción
de Carlos Gumpert
Ediciones
Siruela, Madrid, 2018, 98 páginas.
Dario Fo (1916-2016), Premio Nobel en 1997 por haber defendido la
dignidad de los oprimidos y emular a los bufones medievales en sus numerosas
sátiras políticas en las que arremete contra el poder político, la mafia, el
Vaticano, extendió su actividad en los últimos años de su vida al género de la
narrativa con base histórica. En 2014 publicaba su primera novela, Lucrecia Borgia, la hija del Papa, a la
que siguieron Hay un rey loco en
Dinamarca, La reina Cristina de Suecia y El campeón prohibido. Y hace dos años, Darwin. Ma siamo sciummie da parte di padre o di madre?, traducido
y editado por Ediciones Siruela.
El libro es una aproximación a la figura de
Darwin, a sus viajes, a la persona y al personaje que se propuso descifrar de
dónde venimos, por qué somos como somos, cómo está hecho el mundo. Todo ello
como respuesta más sencilla y didáctica que científica, aunque nunca de
espaldas a la ciencia, a aquellos que aún en nuestros días siguen defendiendo
las teorías creacionistas.
Un libro de divulgación científica, una
biografía muy personal del naturalista, repleta de vivencias personales,
escritos y episodios biográficos de Darwin, en el que Dario Fo admiraba sobre
todo la curiosidad. Teorías y fantasía, modulado todo con grandes dosis de
humor. Por eso mismo, más que semblanza biográfica del naturalista o ensayo
sobre el evolucionismo, la obra de Dario Fo es la historia de un hombre
inflamado de ideas totalmente modernas, inaceptables en su mayoría para su
tiempo.
La obra se inicia con la consternación que
provocaron en el joven Darwin ideas tan peregrinas como las de James Ussher, un
erudito obispo irlandés que, en el siglo XVII, calculó que el mundo había sido
creado el 22 de octubre del año 4004 antes de Cristo. Ávido de conocimiento,
Darwin se propuso, desde muy joven, explicar el mundo, empresa que inicia a
bordo del buque Beagle como
investigador científico. Sin embargo, el objetivo primero y prioritario de
Darwin no era poner en entredicho la credibilidad de la Biblia, sino luchar
contra el racismo y el tráfico de esclavos. Darwin decidió remover la teoría de
que los nativos de las tribus africanas no formaban parte de la raza humana,
sino que constituían una raza seudoanimal, carente de alma y de inteligencia, teorías
en las que se basaba el esclavismo, y demostrar que todas las especies humanas
tienen un origen común. El resultado fueron dos libros con los que se inició
una de las grandes revoluciones científicas:
El origen de las especies (1859) y El
origen del hombre y la selección en relación al sexo (1871), cuyo eje fue
el e mecanismo evolutivo.
Las ideas de Darwin se vieron muy pronto
combatidas bajo el fuego cruzado de católicos y conservadores. Obtendrá sin
embargo la aprobación y el beneplácito de los científicos libres y alejados de
las cofradías. El gran mensaje de Darwin, en opinión de Dario Fo, es que nunca
nos podemos detener a disfrutar de las mieles del propio éxito, siempre hay que
seguir adelante, así como que el investigador nunca debe hacerlo con la idea de
recoger consensos.
En el libro abundan ejemplos personales y
familiares y también anécdotas. Sus verdaderos protagonistas no son los seres humanos,
sino los animales y sus comportamientos evolutivos que les han permitido sobrevivir.
Dario Fo
no oculta los aspectos criticables del pensamiento de Darwin, al menos desde los
esquemas mentales de nuestros días: una cierta misoginia, el desprecio hacia las
mujeres de algunas comunidades salvajes y la afirmación de que los machos, debido
a sus responsabilidades de procurar alimento, luchar y defender al grupo, habrían
desarrollado mayores capacidades mentales que las hembras.
En resumen, un acercamiento a la figura de Darwin,
una aproximación a ciencia de una forma sencilla y divertida, documentada no obstante,
en la que el nobel italiano hace gala de buena dosis de ironía frente a aquellos
que siguen defendiendo las teorías creacionistas.
Muy interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta