Jonathan
Swift
Ediciones
Akal, El cuenco de plata, Madrid, 160 páginas
(Libros
de siempre)
El escritor de lengua inglesa que en la actualidad podemos leer con mayor interés, agitación e incluso con una notable sintonía con los tiempos actuales y sus crisis, es posiblemente Jonathan Swift (1667-1745), autor de Los viajes de Gullever y de varias obras csatíricas, quizás menos conocidas, pero escritas con un estilo de hiriente ironía que hace que el albor racional de su época se revuelva contra ese supuesto animal racional que es el hombre. Las bestias de vez en cuando pueden degenerar en hombres, confiesa Jonathan Swift. Asociado erróneamente a la literatura infantil por las versiones purgadas y moralizantes de su obra cumbre, Los viajes de Gulliver, se olvida con frecuencia su otra faceta como escritor crítico de su tiempo..
Este escritor de origen inglés, maestro
indiscutible de la prosa inglesa, alternó su vida en Londres, donde fue
secretario de William Temple, y en Dublín, ciudad a la que regresó debido a las
malas relaciones con su protector. Volverá de nuevo a Londres y, tras la muerte
de la reina Ana, retorna definitivamente a Dublín. En esta ciudad, donde nació
y falleció, asumió el partido del pueblo, convirtiéndose en héroe nacional. A
partir de 1724, escribe una serie de panfletos muy radicales.
La miseria que presenció en su país le
empujó a escribir la sátira más cruel de la lengua inglesa: A modest proposal for preventing the
children of por people from being a burthen to their parents or country
(1729). Tras retratar a su ciudad, atestada de mendigos, de madres seguidas por
una tropa de niños hambrientos y andrajosos pidiendo limosna, Jonathan Swift
presenta su modesto plan o propuesta para mantener y sacar adelante a estos
niños, expuesta con feroz y cruda ironía: vender a esos niños, hijos de
mendigos cuando cumplen el año de edad para que, bien mantenidos y repolludos,
sean comidos por los caballeros y terratenientes y sus familias. Con la seguridad
además de que no faltarán carniceros dispuestos a sacrificar a esas criaturas.
Y con el mismo sarcasmo con el que presenta
su modesta propuesta, Jonathan Swift repasa sus ventajas, muchas y obvias y de
vital importancia. Entre otras: disminución del número de papistas que son los
principales procreadores de la nación, embargo de las propiedades de los
arrendatarios más pobres, aumento de los beneficios nacionales, la utilidad y
el placer de un nuevo plato para los exquisitos paladares de los caballeros con
fortuna, un gran estímulos para el aumento de los matrimonios…
Finalmente el autor admite que propone esta
solución solamente para Irlanda, y lo hace desesperanzado, cansado de haber
ofrecido, durante muchos años, ideas vanas, ociosas y quiméricas. Su modesto
plan aliviará el sufrimiento de los pobres y les brindará algún placer a los
ricos.
Jonathan Swift por Charles Jervas |
El más cruel panfleto de la lengua inglesa revela la gran habilidad para la sátira de un escritor muy efectivo y directo en su exposición, que supo reflejar con gran habilidad las miserias de Irlanda, consecuencia de las políticas de la corte inglesa. He ahí pues la sintonía de la escritura de Jonathan Swift con nuestro tiempo, una nueva época de vergonzosas y deplorables miserias, cuyo origen, como en el caso irlandés, no se halla en el pueblo ni en la gente más humilde.
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