Recorrido por
la narrativa contemporánea.
De Edgar
Allan Poe a Evan Dara
Robert Saladrigas
Menoscuarto Ediciones
(Ed. Cálamo), Palencia, 2017, 411 páginas.
En el año 2013, Robert Saladrigas
(Barcelona, 1940) publicó en esta misma editorial y colección el volumen
recopilatorio de sus artículos de crítica literaria y ensayos que habían visto
la luz con anterioridad en varios medios barceloneses. Para ceñirse a la
extensión razonable de un volumen de estas características, se decantó por “uno
de los caminos reales de la ficción contemporánea”. Ahora publica un segundo volumen paralelo al anterior y que
bucea igualmente en la ficción moderna y contemporánea ampliando el campo de su
procedencia: a textos extraídos de La Vanguardia, se unen otros que fueron
publicados en otros medios (Revista de Libros, TeleXpres Literario y El País). Otra novedad es que en esta recopilación
aparecen artículos o reseñas sobre libros de autores españoles y
latinoamericanos (Max Aub, Camilo José Cela, Luis Goytisolo, José María
Guelbenzu, Jorge Luis Borges, Julio Cortazar, Pablo Neruda, entre otros).
Noventa y siete autores le dan vida a este
segundo volumen. Abre las puertas del libro un “clásico”: Edgar Allan Poe. Las
cierra Evan Dara, “uno de los autores posmodernos americanos”. Un apéndice,
prescindible desde mi punto de vista, que apareció publicado originalmente en
la revista Quimera y que recoge un amplio diálogo entre Robert Saladrigas y
José María Guelbenzu, moderado por Fernando Valls, sobre cómo entender y
practicar la crítica literaria, clausura la publicación.
El propósito del libro, además de homenajear
a autores predilectos, es el de contagiar el entusiasmo por la lectura
literaria, por la magia de la lectura de obras de escritores de nuestro tiempo
repleto de incertidumbres, a lectores de nuestro tiempo y a potenciales
lectores de generaciones futuras.
La publicación se estructura en cinco
secciones que representan otras tantas tradiciones literarias. Y en su conjunto,
viene a ser una buena representación de referencias literarias imprescindibles,
no solo para “letraheridos”, sino también para lectores corrientes.
Sería descabellado dudar de las capacidades
de discernimiento literario de Robert Saladrigas, un crítico muy experimentado,
uno de los analistas españoles más conspicuos e independientes, poseedor además
de una amplia información que transmite al lector; no la información de una
publicación académica especializada, sino la que corresponde a un periódico que
conjuga contenidos esenciales y amenidad. Además Robert Saladrigas conoce por
dentro el mundo de la ficción, ya que él mismo es autor, desde los años 70, de
varias piezas de narrativa ficcional como Memorias
de Claudi M. Broch (1986), Premio de
la Crítica, o El sol de la tarda
(1992), Premio Sant Jordi y Joan Cruxells. Pero en este libro, como en su día
hiciera Henry James, trabaja desde el otro lado del espejo y, desde ese envés,
ve los textos literarios con ojos independientes y no supeditados a intereses
editoriales. Mas sin excluir por ello la admiración y el entusiasmo de un
lector privilegiado.
Por eso mismo, en ambas publicaciones de
Saladrigas hallamos criterios claros para acceder a obras fundamentales de la
narrativa moderna y contemporánea. Es por ello que, de cara al lector, cabe
entender este libro como brújula orientadora entre la vorágine de publicaciones de nuestros días, de
universos ficcionales que quizás superen a un lector corriente -el mismo
Saladrigas confiesa haberse sentido vencido por más de un título, entre ellos
el Ulises de Joyce-.
Son indiscutibles la calidad y sutil
penetración, acompañadas por la amenidad, con las que Robert Saladrigas nos
familiariza con algunos de los grandes maestros de la prosa moderna y
contemporánea, especialmente con aquellas novelas por las que siente una
atracción irresistible, porque expresan la ambición de conquistas, una supuesta
totalidad posible que no significan un debilitamiento de la lectura crítica, sino su reforzamiento.
Al margen de normas y supuestas reglas para ejercer la crítica literaria, ya
que en el mundo del arte no hay reglas, y así mismo a años luz del mito de la autocomplaciente
objetividad, el crítico barcelonés pretende entender las claves del ejerció
escritural de cerca de un centenar de escritores; dejar constancia de las
sensaciones que en él, como lector, han producido y trasladárselas a otros
lectores. Ese es en el fondo el porqué de la existencia del crítico, y también
la de esta publicación, porque los libros aquí analizados, aunque sea en textos
de hace treinta años, son imperecederos.
Francisco
Martínez Bouzas
Fragmentos
MALCON LOWRY (1909-1957)
Bajo el
volcán
“Nacido
en Inglaterra, Malcom Lowry murió ahogado en mezcal y barbitúricos a los 48
años de edad –el juez de la pequeña localidad de Ripe, en East Sussex,
dictaminó: «muerte por
desventura»-, eligiendo
la única forma de morir que resulta aceptable para un hombre contemporáneo
enfermo de lucidez: afirmando por última vez su voluntad de ser frente a la
impetuosa corriente de lava que escupe el volcán de la vida y que, por
supuesto, acabará arrastrándolo. Diez años antes, en 1947, Lowry había
conseguido difundir una gran novela que contenía las claves de los ritmos
ocultos de su vida y su destino. Se dice que Under The Volcano fue aclamada por
la crítica e ignorada por el público. En cierta manera es lógico. ¿A quién
seduce la oportunidad de asistir a los
misterios de la pasión -calvario incluido- de un hombre que es a la vez víctima
y verdugo, protagonista y testimonio de una tragedia existencial y por
consiguiente colectiva?”
…..
RAYMOND CARVER (1938-1988)
Principiantes
“He
aquí una histórica reparación literaria que debería abrir un sustancioso
debate. Un día recibimos perplejos la noticia de que Raymond Carver, icono de
lo que se conoce por realismo minimalista, no fue exactamente lo que se nos
hizo creer que era, sino la inspiración de un editor de talento -a su vez
escritor- llamado Gordon Lish (Hewlet, Nueva York, 1934). El caso es
ejemplarizante. En la primavera de 1980 Carver pasó a Lish, editor de ficción
de Esquire, una colección de cuentos recientes. Este se empleó a fondo en la
tarea de remodelarlos según su criterio. Así mutiló los textos en más de un
cincuenta por ciento -trabajo de cirugía fina-, modificó los finales de diez de
ellos (de un total de diecisiete), cambió los nombres de algunos personajes
(por ejemplo Mel por Herb), los ordenó por secuencias, rehusó poner al volumen
el título del penúltimo de los relatos, «Principiantes» («Beginners») y lo sustituyó por una frase del texto, aquella que
decía De que hablamos cuando hablamos de amor (What We Talk When We Talk About
Love, 1981), sin duda el libro más famoso de Carver y que mejor ha definido el
código estético fundamentado en el despojamiento y la gelidez.”
…..
EVAN DARA
El cuaderno perdido
“Imposible
decir ni averiguar quién es, de dónde procede o dónde para el estadounidense que se hace
llamar Evan Dara, autor de tres novelas, El cuaderno perdido (The Lost
Scrapbook, 1995) (Editorial Pálido Fuego) The Easy Chain (2008), cuya
traducción está programada para 2016, y Flee (2013) que se tiene el proyecto de
que aparezca en español en el 2017. Esos son los datos que se conocen. Evan
Dara forma parte de la generación de Jonathan Franzen o David Forster Wallace,
fieles a la vocación experimentalista de autores de referencia como Thomas
Pynchon, John Barth, Donald Barthelme, Richard Brautigan o William Gass, pero
por encima de todo al magisterio de William Gaddis, el símbolo más sólido y
radical del posmodernismo literario norteamericano. Ahora bien, el
inconveniente de Dara -interesa no perder el prólogo de Stphen J. Burn de la Universidad
de Glasgow- es que sus tres obras nunca han sido bendecidas con los atributos comerciales
de los libros de Franzen. No obstante, Dara, a quien acabo de descubrir con franco
alborozo, creo que con toda certeza bien merece ocupar un lugar destacado en el
canon de la novela norteamericana que para algunos supone algo parecido a la palabra
Evangelio para los católicos.”
(Robert Saladrigas,
En tierra de ficción, 94-95, 361, 373-374)
Ciertamente interesante ...
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