Luís Rei Nuñez
Traducción: Equipo Pulp
Pulp Books (sello de Rinoceronte Editora), Cangas do
Morrazo (Pontevedra), 2013, 213 páginas.
Una vez más este sello de Rinoceronte Editora que es Pulp
Books, traduce y pone a disposición de lectoras y lectores de la lengua de
Cervantes la traducción de una obra importante y singular de la narrativa
gallega de los últimos años: Cita en
Fisterra de Luís Rei Núñez (A Coruña, 1958). Editada en gallego en octubre
de 2011, en el día de hoy, 11 de noviembre, se pone a la venta la edición en
castellano en las librerías españolas.
Luís Rei, periodista de de profesión, autor
de poemarios y de monografías, sobresale sobre todo como narrador, un autor de
ficción ya con una amplia y rica obra narrativa. En su producción ficcional
destaco Expediente Artieda (Premio
Xerais de Novela en el año 2000), O señor
Lugrís en a negra sombra (2007, Premio de la Crítica Española), Monte Louro (2009, Premio Blanco Amor) y
la muy reciente colectánea de relatos, Días
que non foron (2013).
Luís Rei es un narrador que frecuenta y
domina una pluriforme variedad genérica, aunque la mayoría de sus obras de
ficción cementan su estructura en la literatura autorreferencial , y en esos
dominios ha sabido elegir buenas historias, recurriendo sobre todo a los
manantiales de la memoria. Es además la suya una narrativa poblada de
personajes profundamente caracterizados, con recreaciones muy verosímiles de
tiempos y espacios, dotadas de gran habilidad resolutiva a la hora de abordar
las grandes cuestiones que desde siempre inquietaron al ser humano.
Sin embargo, este libro es la excepción. Una
singularidad convertida en un libro misceláneo, crónica viajera vivida y
experimentada por un yo, que no es otro que el del propio escritor. Literatura
pues autorrefencial, que lleva al caminante a una tierra mítica, al menos para
los gallegos: A Costa da Morte, el País del Confín.
Debido a la escasez de viajes con marchamo
literario por Fisterra o A Costa da Morte (do Sol), como prefiere designarla
Luís Rei Núñez, nació el desafío reincidente de este viajero, nativo de esas
geografías, en el que, a imitación de otros transeúntes por tierras
alpujarreñas, empordanesas o patagónicas,
pretende repetir experiencias gozosamente epifánicas, siguiendo el consejo de
Bernardo Soares, el heterónimo de Pessoa: “Para viajar basta vivir”.
En siete jornadas completas de observación,
admiración y denuncias, un narrador autodiegético sale al aire y nos sumerge a
nosotros lectores en las rutas, caminos y senderos del “Condado do Solpor”. Luís Rei une así su voz a esa
tendencia, cada vez más frecuentada en la literatura, a la que, tras la senda
de Spires, podemos designar a la vez como narrativa autorreferencial y narrativa-reportaje. En
efecto, Cita en Fisterra, sin ser
propiamente una novela, tampoco es una guía de viajes. Es un texto narrativo
misceláneo que comparte características de las crónicas de viajes, vividas,
experimentadas y a veces soñadas. Un espejo con múltiples reflejos emocionales
que le abre la puerta a la literatura en estado híbrido en una atrevida mixtura
de géneros.
Un recorrido en siete jornadas por la
geografía sentimental de A Costa da Morte, desde la primera parada en Muros
hasta la última en Caión, haciendo confluir la observación con la fantasía, en una composición de crónica
viajera con historia, símbolo, poesía, fotografía, ficción e información.
Diluyendo, pues, fronteras genéricas y con un narrador que asume dos funciones
en este viaje. Será cronista fiel de lo que los caminos le van entregando, y
artesano que se acoge en las trampas de la ficción.
En su tránsito por “lugares y tribus” bullen
delante del lector no solo los paisajes de gozo y celebración telúrica, sino
también las denuncias contra las fechorías, contra el feísmo, contra los
desastres y estragos, tanto en escenarios urbanos como rurales. Y así mismo,
los fundamentos de la memoria de las gentes de estas geografías, en harmoniosa y
gozosa amalgama con episodios ficcionados, retratos, conversaciones con amigos
o personajes admirados vivos o muertos, sin ignorar a los desconocidos que las
propias jornadas viajeras vayan haciendo aparecer.
En resultado es esta Cita en Fisterra, un libro posiblemente menor en la bibliografía
del autor, pero ejemplo paradigmático de la narrativa autorreferencial, de la
combinación de crónica viajera y episodios ficcionales. Y trazado con los
fulgurares de una escritura muy plástica
que combina los frugales hechizos de una prosa viajera amasada con la memoria
literaria.
Francisco
Martínez Bouzas
Fragmentos
“La
surada impone su ley de agua y en esta última aparición se mantuvo vigente
durante media docena de días. Fue un cerco en general desconsiderado, a veces
incluso ensañado, con lluvias torrenciales y aparato eléctrico. Hasta que el
aire acabó rolando y lo que entonces vino a instalarse entre nosotros fue la
llovizna. Ocurrió ayer a la hora en que al sol le llega su turno, y persistió
solamente mientras no le dio la gana de aparecer al nordeste, ese viento que
pasa la bayeta por nuestro cielo.
Esta
vez debutó hace nada, en la alta madrugada. Mi sueño de pajarito se vio
interrumpido entonces por el zumbido en la fronda de las acacias de Australia
que rodean la casa. Son árboles traídos de allá, tan lejos, por la misma orden
a la que debemos la importación de los eucaliptos (con Fran Rosendo salvado
como principal promotor y, en gran medida, para aprovechamientos medicinales.
Estos ejemplares de australias de aquí son hijos y nietos de los que antes de
la actual pandemia de los eucaliptales plantó mi bisabuelo, Domingos
Romaní…Papá Domingos.”
…..
“La
hermosura recibió el indulto en la punta y santuario de A Barca.
Zona
Cero durante la pesadilla del Prestige, el poderío de su enigma propició un antiquísimo culto a las piedras, cristianizado a partir del
siglo XIV. Data de entonces una primera capilla sobre la que en 1719 se alzó el
templo actual. Costearon las obras los condes de Maceda, señores de As Terras
de Cereixo, que quisieron ser traídos aquí para el descanso eterno. Tienen la
compañía de las imágenes del retablo mayor, obra del maestro compostelano Miguel de Romay, y de las
maquetas de barcos que componen toda una flota de exvotos. Sin embargo, la
grandeza le viene a A Barca de su enclave, frente al mar infinito, sobre rocas
de larga estela mítica.”
(Luís Rei Núñez, Cita en Fisterra, páginas 9, 101)
Excelente trabajo !
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