Por
un correo que acabo de recibir, me entero de una pésima noticia para la
literatura española y para nuestra cultura en general. Cierra la Editorial
Libros del Silencio. En este blog he comentado más de una vez las excelentes
publicaciones que el instinto literario de Gonzalo Canedo, fundador y director
de Libros del Silencio nos ofrecía para el goce de sus lectores. Como recuerdo,
como homenaje a Gonzalo Canedo y a todos los que hicieron posible una
encomiable labor editorial, reproduzco el texto del correo de despedida que
acabo de recibir.
Con la esperanza de que ese “Hasta siempre”
de la despedida, sea hasta un cercano hasta pronto:
“La falta de su fundador, fallecido en
enero del presente año, y los problemas económicos que llevaba tiempo
arrastrando llevan a la editorial a presentar concurso de acreedores.
Lamentamos comunicar que, pese
a la decidida voluntad de los herederos de Gonzalo Canedo y al trabajo del
presente equipo editorial, la pérdida irreparable del fundador y único socio de
Libros del Silencio, aparejada a una serie de complicaciones financieras que han
terminado resultando insorteables, ha obligado a la empresa a presentar un
concurso de acreedores que se hará efectivo este mismo mes de septiembre.
Fundada en enero de
2009, Libros del Silencio empezó su actividad en noviembre del mismo año y deja
como legado un catálogo de 52 títulos (el último de ellos, Carmen Amaya 1963, aparecido el
pasado mes de mayo) que se caracteriza por su rigor y heterogeneidad, y que se
diseñó tratando de cumplir con un único propósito: el de dar salida a obras en
las que primase lo literario entendido según una idea personal e inclusiva. A
lo largo de estos casi cuatro años de apasionada andadura, y gracias a la
tenacidad editora y el empeño constante de Gonzalo Canedo, Libros del Silencio
ha lanzado a nuevos talentos nacionales (Carlo Padial, Iván Repila o Princesa
Inca) y rescatado a figuras fundamentales de nuestra tradición (Quevedo, Lois
Pereiro, Carlos Casares); puesto en circulación obras clave de un buen
número de clásicos modernos (como Robert Stone, John Hawkes o B. S. Johnson),
descubierto a voces poderosísimas y ya consagradas (como las de Donald Ray
Pollock o Patrick deWitt) y desenterrado piezas maestras que nos eran casi desconocidas
(La familia Máshber, de Der
Níster, o Las desventuras del príncipe
Sternenhoch, de Ladislav Klíma); se ha apuntado tantos en novela,
relato, poesía y ensayo, y ha supuesto, en fin, una alternativa que, queremos
creer, ha hecho honor a su voluntad de independencia y su apuesta por la
calidad, y que, pese a lograr un merecido reconocimiento a su propuesta, se ha
visto finalmente perjudicada de un modo fatal por la grave coyuntura económica
del país y los cambios y la incertidumbre que afectan a todas las esferas del
sector editorial.
Gonzalo Canedo, fundador de Libros del Silencio |
Libros del Silencio quiere agradecer su inestimable labor a todos
aquellos que, durante todo este tiempo, han contribuido decisivamente a cumplir
con los estándares de calidad marcados, aportando numerosas horas de trabajo
disciplinado e incansable para que nuestros libros tomaran forma en óptimas
condiciones (empleados, traductores, correctores, maquetadores, ilustradores e
impresores), así como a los que han sido esenciales para que, una vez salidos
de imprenta, esos mismos títulos llegaran con éxito a su destino
(distribuidores, libreros, periodistas, críticos), y, muy especialmente, a
aquellos que se encuentran en los dos extremos del proceso editorial, y sin los
cuales no hubiera sido posible nada de esto: los autores que han confiado en
nosotros para dar a conocer sus obras y los lectores que han invertido en
ellas, de entre una oferta tan atractiva como difícilmente abarcable, su tiempo
y su dinero. Ha valido la pena.
Hasta siempre
El equipo editorial”
Verdaderamente es una gran pérdida para la literatura...
ResponderEliminarMark de Zabaleta
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ResponderEliminarsus obras siempre serán un hermoso faro en la retina...
j.r.s.