miércoles, 18 de agosto de 2021

VIAJE A LAS ZONAS MÁS ABISALES DE LA HUMANIDAD

Si esto es un hombre

Primo Levi

Traducción de Pilar Gómez Bedate

Editorial Península, Barcelona, 2018, 224 páginas.

 

   

 

 

    Si esto es un hombre inaugura la trilogía que Primo Levi (1919-1987) dedicó a los campos de concentración y exterminio nazis. Nacido en el seno de una familia liberal judía, tras graduarse en Química, sufrió, debido a las leyes raciales de la Italia fascista, muchas dificultades para encontrar trabajo. En 1943, con unos compañeros salió al campo e intentó unirse a la resistencia antifascista italiana. Pronto fue arrestado debido a su inexperiencia por la milicia fascista que lo entregó al ejército de ocupación alemán. Se identificó como judío lo que le salvó de ser fusilado inmediatamente. En febrero de 1944 fue deportado e internado en Monowice,uno de los campos de concentración que formaban el complejo de Auschwitz, en la Polonia ocupada por las nazis. Allí pasaría diez meses antes de que el campo fuera liberado por las tropas del Ejército Ruso. De los 650 judíos italianos que habían ingresado en el campo, fue uno de los veinte afortunados que sobrevivió al exterminio. De vuelta a Italia ejerció como químico industrial en Turin hasta el año 1977 en que se dedicó a escribir a tiempo completo.

   Cuestion compleja es la de su muerte / suicidio, el 11 de abril de 1987. Levi se precipitó por el hueco de la escalera de del tercer piso donde vivía. No dejó ninguna nota, si bien algunas biografías publicadas a posteriori explican este hecho como una consecuencia de las heridas abiertas en su estancia en Auschwitz..

   Si esto es un hombre, surgió en la imaginación del autor durante los días de horror de Auschwitz, cuando la principal preocupación de los prisioneros era que, de sobrevivir, nadie creería la atrocidad de la historia vivida. Los campos de concentración y exterminio, más que resguardados por las alambradas y guardianes, lo estuvieron por su propia monstruosidad que los hacía inconcebibles.

   La sobriedad del testimonio de Primo Levi, en Si esto es un hombre, una víctima que no grita, pero arranca el grito de la garganta del lector, lo convierte en un clásico de la literatura del Holocausto. Publicado en 1947 no añade, sin embargo nada nuevo sobre las atrocidades cometidas en los campos de concentración y exterminio. No fue escrito, afirma Primo Levi para formular nuevos cargos de acusación, sino para repeler la infección latente en muchos seres humanos de que “todo extranjero es un enemigo”. Cuando esto ocurre, al final está la amenaza y la realidad del Lager.

   Primo Levi, en un texto con marcado carácter fragmentario -capítulos escritos sin sucesión lógica- narra su propia historia de judío y partisano capturado por los fascistas en diciembre de 1943, e internado en Fossoli; y desde allí transportado con otros hebreos a Ausvhwitz donde que eran divididos entre los válidos e inválidos para el trabajo. Lo segundos eran eliminados de inmediato, los primeros, recluidos en los campos de concentración de Auschwitz, donde les tatúan un número que acelera el proceso de despersonalización.

   Primo Levi narra cómo afronta los problemas de convivencia, los peligros de los bombardeos, las dificultades derivadas del frío, el aumento de los hornos crematorios. La historia concluye, como ya quedó señalado, con la huída de los alemanes y la llegada de las tropas rusas que liberan a los prisioneros.

   

                                

                                                  Primo  Levi

 

    En el relato del día a día de Primo Levi y de sus compañeros prisioneros, cobran especial relevancia la descripción de la cotidianeidad frustrante, la resistencia y firmeza de los seres humanos en este viaje a las zonas más abisales de la humanidad. Lejos de ser el relato de la supervivencia heroica del protagonista, Primo Levi  habla de la suerte y de la situación de privilegio que le permitió gozar gracias a su graduación en Química.

   La liberación interior y el deseo de contar su terrible experiencia constituyen la modadalidad con la que Primo Levi testimonia, y a la vez nos interroga sobre lo que habríamos hecho en una situación semejante. Un libro pues que es un imperativo ético y vital para que no desviemos la vista hacia un lado ante cualquier señal de peligro.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

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