domingo, 28 de agosto de 2016

"CONJUROS Y CANTOS": CONTRA LOS GRANDES RELATOS, A FAVOR DEL HECHIZO



Conjuros y cantos
Sara Torres
Kriller71 Ediciones, Barcelona, 2016, 77 páginas

   Si es verdad, tal como se ha escrito, que la economía feminista va más allá de la igualdad entre hombres y mujeres, lo mismo puede afirmarse de los diversos niveles literarios feministas, especialmente de aquellos textos LGBT, privados de visibilidad por los poderes ideológicos heterosexuales que han impulsado desde siempre homofobia, misoginia frente a la creatividad que consideraron o consideran contraria al sistema de poder. Dudo mucho que una discriminación positiva, especialmente de la literatura lésbica, sea capaz de arrancar este cerco. Sara Torres (Gijón, 1991) lo ha intentado en La otra genealogía (2014) y, hace unos meses, con Conjuros y cantos. Ambos libros son muestras rompedoras de una escritura poética, de una feminidad contundentemente  combativa, aunque alejada tanto de la algarada fácil como de las palabras golosas, pero como ella dice, citando a Monique Wittig, con otra “otra manera de habitar y pensar el propio cuerpo y el de las amantes”. Sara Torres se  ha propuesto deconstruir del poder, tal como lo entiende Michel Foucault, estrategias como la negación, el silenciamiento para neutralizar la autonomía sexual de las mujeres. Una autonomía edificada no a partir del propio deseo, sino desde el deseo del otro o desde el deseo de ser deseada.
   Parafraseando a Audre Lorde, cabe preguntarse,  ¿es posible crear una poesía feminista desde modelos heterocentrados -heteropatriarcales en su gran mayoría- utilizando los métodos y las formas del lenguaje heredado de los amos? Consciente de que “las herramientas del amo nunca desmontarán su casa” (Marta Segarra y  Angels Carabí), y de que el lenguaje -que es un acto con consecuencias, como señala el texto-poema que abre Conjuros y cantos, Sara Torres pretende romper los pilares y leyes de la estructura patriarcal. Consolidar “la matriz universal” (Judith Butler), subvirtiendo, aunque más en el primer libro, los grandes relatos de la mayoría de los textos sagrados y sus narrativas fundacionales. Sin olvidar que los estudios de bioantropología (Lévi Straus, Serge Moscovici, Edgar Morin, entre otros) han puesto de manifiesto que, en el inicio de la sociogénesis, la casta dominante de primates machos se transforma en la clase dominante de hombres. Una dominación política sobre mujeres y jóvenes que más tarde arraigó con fuerza en la infraestructura de las sociedades históricas y que aún hoy día no ha dejado de ser ejercitada.
   Conjuros y cantos es una exploración de nuevos terrenos, ajenos en gran medida incluso a la poesía homosexual, centrada casi siempre en lo masculino. La autora entiende los textos-poemas del libro como “un recorrido a través de aquello que conecta la escritura poética y el deseo lésbico, entendido como polimorfo y escurridizo a la norma”. Si en la otra genealogía contraponía la “ciudad” a una “isla” habitada  exclusivamente por mujeres, y en la que todo, incluso las divinidades, es femenino; un espacio cercado primordial que da inicio a una nueva genealogía, en Conjuros y cantos se rompen los parapetos de esa sociedad utópica y las amigas han de lidiar en la “ciudad”, en el mundo, el mundo de la arbitrariedad y de los atropellos que se quieren superar. Para ello deberán resistir a lo dado, a la cultura heterosexual-patriarcal heredada. Ellas tendrán que inventar su propio ordenamiento para oponerse a esa ideología, siendo conscientes de que, a pesar de la fuerza del cuerpo, del deseo y del erotismo, nada saben que pueda explicarse. Sin embargo diseñan sus vidas estando juntas y desde la amistad, desde “una ética y una erótica basadas en el cuidar y en el desear el bienestar de la/s persona/s junto a las que caminamos”, señala la autora.
   No será fácil porque, como se reitera en el texto-poema “Ellos me dijeron”, una de las más destacables contribuciones de este poemario, la presión de la ideología heteropatriarcal que semeja tolerante, se hace inflexible cuando se pretende pasar de las palabras a los hechos: “Me dijeron / el hombre y la mujer se buscan y se juntan por naturaleza / gozan el uno del otro / toda mujer se realiza en la crianza lo que tiene de madre / la hace sagrada y distinta a nosotros” (página 64). La misma convivencia entre las amigas está transitada por abusos, celos, caducidad del deseo: “Todos los ríos del deseo conducen al mar muerto” (página 52), porque las amigas son humanas, sujetos de contradicciones y la hipercomplejidad cerebral se halla estrechamente ligada a la irrupción del desorden y a la ubris, la inestabilidad y desmesura pulsional y a la hiperafectividad.
   Un rodaje de desajustes en el que la superación del desorden y de la inestabilidad, así como la resistencia a la realidad dada del imaginario heteropatriarcal vendrá dada por el hechizo: el desarrollo de las relaciones afectivas, la capacidad para amar, sexualidad, erotismo, congelados e una síntesis sublime que será el amor. Mas el hechizo no producirá efectos sobre la realidad, ya que “no depende únicamente del sujeto que lo pronuncia”. Y suele demandar ciertos procedimientos como los conjuros. Especialísima relevancia concede Sara Torres  a los textos-poemas que toman forma de conjuros, a los que siguiendo al filósofo del lenguaje y del conocimiento John L Austin, otorga fuerza perlocucionaria o performativa. Emisiones realizadas con poder hechizante, propias de los conjuros poéticos, ajenas a las instituciones de poder, capaces de hacer cosas con palabras, especialmente cuando el poema es completado por la lectura o el recitado verbal.
                                        
Mensajes homofóbicos en recientes manifestaciones contra la "Ideología de género" en Colombia
  La autora se resiste a considerar sus textos como poemas. Ella piensa en libros-mundo. Una ruptura que hace suya la transgresión posmoderna de los géneros literarios, dando así lugar a una escritura lírica basada en unidades textuales, con amalgama de textos en prosa -prosa poética-, versos alejados de las fórmulas métricas y rítmicas, e incluso alguna página en blanco, el silencio para poder escuchar. Llama igualmente la atención la presencia de un lenguaje propio, un lenguaje inventado, con connotaciones chamanísticas  que pretender convertir en magia la propia palabra; y que tomo la licencia de interpretar como material mítico-simbólico. Así como cierta vulneración de la sintaxis, coherente sin embargo, con el propósito de la poeta de resistencia a la realidad dada y de elaboración de un discurso indudablemente feminista que exige una ruptura de esa sintaxis que es también una forma de poder. A pesar de ello y de la ausencia de separadores, la lengua de Conjuros y cantos es diáfana  y clara, sin giros redichos ni palabras golosas. No obstante el lector no hallará un libro fácil, un lametón o una golosina. Es preciso, para llegar a su esencia, una cierta complicidad con los postulados teóricos en los que se mueve la autora. Pero por eso mismo, Conjuros y cantos estará a salvo de tantas huestes inquisitoriales que, en marchas apoteósicas o amparados en los baluartes patriarcales religiosos, luchan contra lo que llaman “ideología de género”, pero es solo misoginia y homofobia.

Francisco Martínez Bouzas

                                                
Sara Torres
Selección de textos-poemas

“YO ABRO TU PECHO CON MIS DIEZ DEDOS
Yo retiro la presión de las costillas
Hasta que tus pulmones se hinchan con gozo
Aumenten en tres su volumen

El aire que incorporas te hace levitar
Sobre las sábanas
Con la obstinación del corcho
Abandonas el fondo
Te impulsas hacia la superficie

Yo insuflo más aire desde tu ombligo
No cesa esa sed
Algunas burbujas de oxígeno se forman
Desatan tu risa

Ríes voces
Rastreo la genealogía de tus cantos
Yo te pregunto
Tú contestas:
Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto

Tú me recoges y me llamas junto a ti
Diriges mi barbilla e introduces tu lengua
En esta boca de labios entreabiertos
Tú hablas dentro
Tú gimoteas y cantas dentro
Tú contestas:
Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto”

…..

MANAH TIARA APORAH VÍVIRA ANIMARA enseñó a sus hermanas cómo tallar la madera y hacer una canoa  Manah tiara aporah por eso la recuerdan con canciones porque desapareció en el río sobre una brillante embarcación verde y roja  Aporah tiara manah oh mao mana había cortado sus cabellos dejando un mechón que le llegaba  a la cintura  Eh badi odah ma maliba Badi: nombre que recibe el alma de las viajeras Aporah vívira animarah – da omao badi porque enseñó a sus hermanas cómo viajar sobre el agua su alma aún vive en las oraciones Manah tiara la que murió mientras protegía su barca verde y roja”

…..

“Cúbreme los ojos con las manos
(se repite seis veces en el canto)
            Vengo a morir a ti
           Como el río al mar”

…..

CONJURO DE AUSENCIAS

“Ah si tú sabes  Yo tengo la bendición del mediodía
El campo rojo  El campo rojo
Los brazos conjuradores de la Mantis
Ah si tú sabes  Todo lo tengo dispuesto
Las flores del Naranjo
La lentitud de una tarde calurosa ed Agosto
Cuando ya se desploma
Cuando caen rendidas
Cuando  Ah querida
Todo está tan a punto
Todo está para que no vengas
Para que no
Para nombrar siempre el jugo
Sin saber si hubo carne en la fruta”

…..

ELLOS ME DIJERON:
puedes  contar tu historia aquí pero no le hables a las
niñas

puedes amar a nuestras mujeres pero sólo durante el
verano y no has de insistir amando a la misma
demasiado tiempo

te irás  con la caída de Agosto  el invierno es para las
familias

Me dijeron:
el  hombre y la mujer se buscan y se juntan por naturaleza
gozan el uno del otro
toda mujer se realiza en la crianza lo que tiene de madre
la hace sagrada

Dijeron:
nuestras compañeras son fuertes y libres
nos eligen libremente como padres de su prole

puedes dormir junto a ellas una noche pero no la
confundas  no escribas fantasías  no la seduzcas
inventando otros mundos

Dijeron:
ella pertenece a aquí

Luego encendieron las montañas con fuego iluminaron
la noche para ir a buscarme  prepararon una pira con
músicas  llamaron a sus músicas «cantos de liberación»

Entonaron: somos de entre los hombres los justos
Cuidamos de nuestros animales  amamos a nuestras
mujeres

Mientras sola en el costado del río donde antes nadamos
juntas mis brazos se entregaban al aire magenta flexibles
como cañas de bambú muy fino  pasé la noche en el río
y ellos no me encontraron  Mientras yo sonreía  bulto
caliente en el amanecer tranquilo ellos dijeron: la bruja
Había entrado Septiembre y yo todavía estaba allí  iba
Mirando los charcos de lluvia  iba germinando palabras

Ellos dijeron: no vuelvas  has hablado a las niñas
les has contado tus visiones y has buscado con ella la
cuarta noche

no debiste más de tres  te advertimos

Mafdet busto de pantera olor lavanda azucarado
                  la frondosidad me guarda
                         me vela la lechuza
        Mafdet  la bruja conoce y encuentra
                         regresa siempre”

(Sara Torres, Conjuros y cantos, paginas 12, 18, 29, 44, 64-65)

4 comentarios:

  1. Supongo por lo que tú nos dices en esta reseña, que debe ser un contenido difícil de asimilar. Intuyo que para abordarlo se debe tener ciertos conocimientos literarios del tema, aunque a lo mejor alcanza con la experiencia del diario vivir. lo que vemos, lo que leemos, lo que escuchamos es generalmente un juicio enmascarado de los comportamientos sexuales. Esas golosinas en letras son inevitables en una sociedad milenaria que se asusta de los cambios y predica con el prejuicio y sembrando miedos.
    Personalmente creo que hay una edad determinada en la que los temores se pierden y leer y escuchar sandeces hasta nos causa gracia a aquellos que como yo, llevamos unos cuantos años a upa en la vida y en la Literatura.
    Creo que no es una cuestión de lucha, sino de firmeza en la concepción de los conceptos y de vivir libremente como se quiera. Todos los ismos son extremos opuestos entre sí, y los extremos no contribuyen a la aceptación del otro.
    Creo que como en la política, querer convencer al diferente de que hay un sólo aspecto de la realidad ya sea sexual, religioso o de otra índole,reside el error que siempre nos conduce al mismo lado, a un lugar llamado: ninguna parte.
    Tu reseña me despierta el interés en el libro y me gustaría leerlo.
    Gracias porque de todo se aprende y tú eres un gran docente para encaminarnos hacia la duda permanente.
    Saludos afectuosos.
    Norma

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  2. Sara, la autora, se muestra audaz y valiente en, con, y a través de sus palabras. El chamanismo está muy presente en los ritos.y en el poder que confiere a los conjuros. Me parece muy interesante y profunda la concepción que tiene del matriarcado y de cómo, sabe que por ser humanas, la mujer, tampoco estaría libre de errores en una sociedad regida.y habitada sólo por mujeres. Patriarcado? No. Matriarcado?,tampoco... Entonces, qué?Sólo los dioses.y los sabios lo saben...Muy buena reseña, Francisco. Gracias por compartirla, Feliz tarde de domingo

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  3. El libro y los poemas nos introducen en un mundo diferente, subjetivo en cuanto a la ideología representativa del interior de un ser humano con diferente atracción sexual, donde se mira la protesta hacia lo establecido, hacia lo mundanamente fundado, como lo son la pareja entre un hombre y una mujer. Un libro que por lo que veo, usa un lenguaje sensible, haciendo uso del hechizo, con las palabras, dejando la reflexión de que hay que hacer algo, para revolucionar. Una resonancia al interior de tantas almas que son perseguidas por la homofobia. Es como querer tener poderes sobrenaturales y hacer uso de ellos, para cambiar de forma radical la forma de pensar del mundo, o en este caso del lector. Preciosa reseña nos regalas Francisco, muy interesante y bien explicada. Te felicito, siempre me dejas la espinita, que invita a la buena lectura. Un abrazo.

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  4. Muy buena la reseña, amigo, y muy buenos comentarios que me dejan poco por decir. Los poemas están cargados de sensibilidad y no expresan temor ni hacen proselitismo, expresan sentimientos. Gracias y abrazos.

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