sábado, 1 de octubre de 2022

CONTRA LA ARBITRARIEDAD DE LAS FRONTERAS

Seremos Atlántida

Joan Benesiu

Traducción de Pablo Martín Sánchez

Acantilado, Barcelona, 2022, 313 páginas.

 

   

   “Me gusta cortarme el pelo en París”. Así, con estas palabras que parecen las de un voluptuoso sibarita inicia su novela Serem Atlàntida, traducida al español por Acantilado, Joan Benesiiu (1971), pseudónimo del escritor Josep Martínez Sanchis. Autor de numerosos relatos y de la novela Gigants de gel (2015), que obtuvo los premios  Llibreter y Crexelles de narrativa en lengua catalana. Serem Atlàntida fue galardonada con el Premio Ciutat de Barcelona hace dos años. El autor es profesor de filosofía en la enseñanza secundaria. En su narrativa amalgama una prosa sugerente, enigmática, e ideas filosóficas con una voz muy personal, cuya asociación da lugar a una lectura placentera y que hace pensar.

   En Seremos Atlántida, su novela de mayor entidad, plantea la relación entre identidad y territorio. Y lo hace a través de un protagonista que busca rastros del pasado, sintiéndose transeúnte de espacios ajenos. Estamos pues ante una novela itinerante cuya sinopsis tomo de la presentación Editorial: “Cuando el narrador de esta novela conoce a Mirko Bevilacqua, un hombre extravagante que frecuenta de manera intermitente y clandestina a Clara, una joven que cuida de una anciana y elegante dama croata, su percepción de la realidad cambia irreversiblemente. Esta enigmática tríada sumerge al narrador en una exploración sobre la idea de autenticidad que lo llevará a recorrer la vieja Europa cuyos lugares más significativos corren el riesgo de convertirse en meros escenarios. En este ambicioso libro, Joan Benesiu invita al lector a indagar en la relación entre identidad y territorio, para mostrar, con un estilo sugerente y una voz muy personal, los peligros de transformarnos en simples vestigios de la historia.”

   Joan Benesiu acierta al iniciar la novela con el encuentro en un aeropuerto donde, a primera vista nada debería parecer insólito, de una singular y aparente duquesa rusa en compañía de una joven que le lleva la maleta. Una joven de pecho exuberante y llamativo que hace que Mircko Bevilacqua, con el que se cruza pierda el avión por contemplar a esta pareja de mujeres.

   La estructura de la novela rompe con lo convencional, con una concepción lineal de la trama. Su arquitectura es un conglomerado de piezas provenientes de distintas artes y formas de conocimiento. Así pues, una novela poliédrica en la que se intercalan historias, reflexiones sobre las fronteras que unen o separan, encantamiento por los no lugares como los aeropuertos y sobre todo por Trieste, punto crucial, tanto de la historia de Europa, como de la verdadera epopeya de los personajes, escondida bajo un entramado ficcional.

    

                                              

                                             Joan Benesiu

 

   Todo ello hace que la novela circule con distintos ritmos: forma pausada a veces, con una tonalidad filosófica, sobre  la cruda realidad y destino de los refugiados y sobre la banalidad de ciertos espacios de consumo masivo debido al turismo. Esta lentitud es la marca de la escritura de Joan Benesiu: observar las cosas sin apresuramientos, en contemplación silenciosa.

   Una novela pues un poco trotamundos  que lleva al narrador y a los protagonistas desde Chernóbil hasta la Croacia de la Segunda Guerra Mundial, con múltiples nazis asesinos amparados por los poderes de esos países. Novela así mismo que se convierte en un alegato contra la arbitrariedad de las fronteras, y nos advierte del peligro del hundimiento y disgregación de Europa, con personajes que han perdido sus guías referenciales y navegan a la deriva.

 Francisco Martínez Bouzas

 

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