miércoles, 14 de septiembre de 2022

LA EXISTENCIA COMO SIMULACRO

Fama

Daniel Kehlmann

Trucción de Helena Cosano

Editorial Anagrama, Barcelona 192 páginas

(Libros de siempre)

 

   

 

 

   Daniel Kehlmann (Munich, 1975) es el nombre de un nuevo fenómeno literario en lengua germana que alcanzó el éxito internacional con una novela de temática científica y filosófica, La medición del mundo (2005), publicada en múltiples idiomas, incluidos los periféricos como el gallego. Éxito que consolidaría en el año 2009 con Fama. Una novela en nueve historias. Un conjunto estructural de relatos que se suturan entre sí para configurar una novela sin protagonista central, si bien algunos de sus personajes, e incluso historias, reviven en otras.

   Fama tiene como tema central un  análisis lúcido y teñido con frecuencia de ironía, de la posmodernidad, con sus avances tecnológicos y los tributos y servidumbres que nos exigen. Tributos que afectan sobre todo a nuestra identidad y llegar a cuestionar el lugar mismo de lo real. En efecto, en la mayoría de las nueve historias, las nuevas tecnologías de la comunicación le restan realidad a todo aquello que acostumbramos considerar verdaderamente real; y ponen de manifiesto la dicotomía entre esta vida virtual, hasta llegar a convertir la existencia de algunos de los personajes en puro simulacro.

   Así pues, el gran centro temático estructurante de la obra de Kehlmann es la situación en la que se halla el ser humano delante de la sima del mundo contemporáneo, globalizado y gobernado por las fiebres, con frecuencia delirantes, de la comunicación. El hombre que nada quería saber de móviles, termina por comprar uno que empieza a ser pregonado por otra persona. La tecnología acaba por atraparlo hasta llegar a inventarse a sí mismo y crear su réplica.

    

                                             

                                        Daniel Kehlmann

 

 Un actor famoso comienza a hacerse pasar por sí mismo en un espectáculo de dobles, sin lograr buenos resultados -como le había sucedido a Charles Chaplin- y termina por ser sustituido en la vida cotidiana por uno de sus imitadores. En otros relatos se llega a dudar sobre la propia existencia: ¿Lo que ocurre, sucede en la realidad o es pura ficción? ¿somos reales verdaderamente o nuestra existencia puede finalizar en el instante en que otra persona aparte la mirada de nosotros? A través de internet hay espacios en los que se entra, pero no con el cuerpo, sino con el pensamiento. Identidades partidas también a nivel familiar como ejemplifica el último relato: a pesar de lo difícil que es tener dos familias, dos mujeres, existen adictos a la doble vida, quizás porque una sola existencia no le resulta suficiente al ser humano.

   Historias pues que son sobre todo alegorías del simulacro, relacionadas entre sí por medio de personajes que aparecen y desaparecen en este mundo virtual. Todo ello en un texto ramificado, arborescente, porque quizás en eso consiste la condición humana: estar en historias…historias dentro de historias… Nunca sabemos dónde termina una y comienza la siguiente.

 Francisco Martínez Bouzas

 

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