miércoles, 15 de enero de 2020

"HERMANOS DE ALMA": EL SALVAJISMO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Hermanos de alma

David Diop

Traducción de Rubén Martín Giráldez

Editorial Anagrama, Barcelona, 2019, 156 páginas.



    



   Hermanos de alma  es la primera pieza propiamente narrativa del profesor y académico senegalés David Diop, residente en Francia y especialista en las representaciones europeas de África en los siglos XVII y XVIII. Su novela ha sido traducida a diversas lenguas y se ha hecho merecedora de distintos premios, decididos, en su mayoría por votación popular. En esta novela revela algo que teníamos olvidado: el horror de la Primera Guerra Mundial, cuya descripción supera cualquier vocabulario. Así como el problema de la culpabilidad del superviviente que, en gran medida, contribuye a aumentar la crueldad bélica. Y pone en tela de juicio lo que es la traicción y la lealtad. Novela impactante por esa y otras muchas razones que a finales de 2019 traduce al español Anagrama.

   Todas las guerra son desgarradoras, pero la Primera Gran Guerra lo fue por partida doble. No solo por las atrocidades que se nos revelan, sino por el comportamiento alucinado y vengativo de tantos jefes militares, y el  de un joven senegalés, reclutado por el ejército francés y que participa en una batalla terrorífica. Una novela que seguramente se ajusta a la verdad porque Diop vivió su infancia en su país de origen y es muy posible que lo que nos relata está muy influenciado por la tradición oral, latente desde finales de la Gran Guerra entre sus convecinos. Pero lo que es privativo del autor es la capacidad de introducirse en las mentes y en los sentimientos de los protagonistas que vivieron hace más de un siglo. Eso se lo debemos a la capacidad fabuladora y a la vez empática del escritor.

   Durante la Primera Guerra Mundial, los jóvenes africanos y de otras colonias francesas fueron prácticamente esclavizados. Reclutados a la fuerza en la Legión Extranjera. Entre ellos estaban los fusileros senegaleses. Uno de ellos es Alfa  Ndiaye.  A su lado combate en las trincheras su amigo y más que hermano Mademba Diop que resulta herido gravemente en el frente. En una cruel agonía, y con las tripas salidas de su cavidad, le pide a su amigo una y otra vez que lo mate por amistad, que le evite los terribles sufrimientos que está padeciendo. Pero Alfa Ndiaye es incapaz de cumplir sus deseos.

   Y a partir de aquí nos enfrentamos con una tortura psicológica estremecedora, porque sobre Alfa Ndiaye surgen sentimientos de culpabilidad, entremezclados con su cultura ancestral, en la que tanta relevancia tienen los ritos y la magia. Es a partir de la muerte de de Mademba, cuando Alfa se cree responsable de la muerte de su hermano, obligado a vengarle y comienza su propia guerra porque escucha la voz de la desagravio cada segundo. Lo hará incursionando por las noches en el territorio enemigo, matando a un soldado y regresando con su mano. Es el trofeo con el que cree vengar al amigo. Y aunque llega a considerarlo inhumano, lo hará por decisión propia. La novela, aunque sin estos espeluznantes actos vengativos, refleja la Gran Guerra como ahora la vemos en algún documental: el terrible y espantoso horror de una guerra repleta de horror, sufrimiento y salvajismo.

    

                                             
David Diop


La literatura es una manera de devolver la palabra a los vencidos. Los soldados senegaleses de la Legión Extranjera -los trailleurs- fueron oficialmente vencedores, pero nunca se les recompensó con lo prometido: la nacionalidad francesa. Es la forma del colonialismo europeo de subyugar a tantos países y seres humanos de África y de Asia, a los que, con el engaño, emplea como modernos esclavos, precipitados en la más sanguinaria de las guerras.

   Novela que no solo es historia de una venganza, exigida por el dolor y la amistad y ciertos resabios de los ritos y magias africanas (el protagonista que consuma la venganza no quiere que el peso de la vergüenza por la venganza, se añada al de su muerte). Sino sobre todo es un relato de amistad entre los seres humanos de segunda categoría que Francia utilizó para obtener la victoria en una guerra, paradigma de la más absurda de las barbaries y locuras. Hace dos años que se celebró el centenario del final de la Primera Guerra Mundial. David Diop publicó la versión original francesa ese mismo año; una victoria sobre el silencio, escrita es primera persona, e un estilo a la vez sencillo y profundo, sin decoraciones superfluas, pero no exenta de cierta tonalidad poética que el autor sabe utilizar sin usar grandes recursos floridos.



Francisco Martínez Bouzas

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