jueves, 7 de febrero de 2019

AMARSE CON TODAS LAS LETRAS


Un alfabeto para amarse

Pilar Astray Chacón

Huerga y Fierro editores, Madrid, 2018, 108



    


   Un alfabeto para amarse, un título afortunado para un debut editorial. No un estreno en la escritura porque Pilar Astray Chacón escribe poesía desde niña o adolescente, y lo hace en las dos lenguas que conformaron su infancia y que son suyas: el castellano y el gallego. Poemas en la lengua de Rosalía de Castro y de los Trovadores medievales, que en ella surgieron como un profundo sentimiento que le unía a las raíces. Pendiente de publicar un poemario en gallego, una querencia de la abuela que, en su niñez, contestaba a sus poemas con uno en gallego, su poesía más suya. Pilar Astray Chacón, además de este libro en Huerga y Fierro editores, mantiene a diario, quizás para hallar instantes de solaz ante el frío lenguaje jurídico de las sentencias -es jueza magistrada en ejercicio- un blog (UNIVERSOESPEJO.COM) dedicado exclusivamente a dar visibilidad a su  creatividad en ese género que es el gran milagro del mundo, como escribieron y escriben los clásicos de su tierra natal.

  La autora considera que Un alfabeto para amarse no pasa de ser un tímido escalón para dar visibilidad a su poesía. Tomando al pié de la letra una de sus citas que de alguna manera definen su poética, cabe decir que la poesía es algo para todos, y no algo recóndito y especializado. Inmersa, como digo, en el mundo de las leyes -“el oficio de casa”-, Pilar Astray Chacón no concibe la vida sin poesía, sin transmitir sentimientos escandidos en sus poemas. Sentimientos que hieren las entrañas y apaciguan el corazón. Y así, como expresión de su interioridad, el yo lírico mira hacia sí mismo de forma retrospectiva.

   Con más de ochenta poemas y apostando por la poesía y no por la prosa impostada en forma de poesía, la autora enarbola en efecto “aludes sobre la piel sentida”, el camino por el que la creadora optó hace ya tiempo con el inviolable propósito de jamás escribir los versos tristes de sus diálogos con miserables, la indiferencia del mal o el dolor de todas las víctimas. Un camino, Una senda que no es otra que cosa que “clamar la alegría, la vida, el ímpetu y la fuerza, para que, en unión de otras voces, “demos sonido de amor al camino hacia la vida” (página 11).

   Una colactánea de poemas nunca exenta de musicalidad ni de rima que, como el mismo título del poemario anticipa, cantan al amor, “un reto en la dialéctica con el amante bajo la intención de desearse y de sentirse amantes”. Poemas algunos muy breves, otros más extensos, mas amalgamados por esa dialéctica de los amantes. Y que en su mayoría se manifiestan en actitud cármica, y en los que la expresión de los sentimientos hacia la persona amada predomina de forma absoluta: “Profeso la advocación de tus latidos / creo en el marfil de tus palabras” (Página 19). Si bien tampoco están ausentes poemas con actitud enunciativa (“Aquel viaje”, “Aurora, “Cuando el amor se va, “Partida”, “Tejado”…). Tampoco faltan poemas habitados por actitudes apelativas, de interrogación, reto al objeto lírico esperando respuestas (“Conjuro a la luna”, “Juramento”, “Prometiste”, “Te olvidaste”…).

   Mas como digo, Un alfabeto para amarse es sobre todo una pleitesía al monoteísmo del amor, al amor en todas las dimensiones, desechado eso sí el amor platónico -“realidad imperfecta”-. Un tú y un yo en comunión que vampirizan la piel del amante; los labios son el mejor pasaje a veces sin furia en fuga permanente transcurriendo por caminos que conducen siempre al amado.

   No faltan, sin embargo, las zozobras del amor que duelen, un dolor salvaje, las madrigueras del silencio, “navegarte temiendo la partida”.

   Poesía muy elaborada, sin gritos ni estridencias, melodiosa, real y muy próxima. Y sobre todo con forma, recuperando moldes  métricos raros o consagrados, en un fructífero diálogo con la tradición y con las voces líricas de siempre a las que la poeta admira. Un poemario pues sobre  el amor, o quizás mejor dicho sobre los amantes, esculpido con bellas palabras que “se prestan a la luminosidad de su desnudez” (Pedro Salinas), y que desafían quizás a la razón y convierten los sentimientos y la sensaciones en arte. Un poemario tan preñado de belleza, de clásica belleza,  y que no desecha los temas y artificios  actuales, reclama continuidad.



Francisco Martínez Bouzas







Pilsr Astray Chacón




Selección de poemas



Abalar

 

La piedra mágica (Muxía, A Coruña)

Dicen que quien la cruza nueve veces

                                Sella de amor eterno sus sentidos




“Quiero posarme en tu piel cual amuleto,

trisquel de plata en energía rota,

para bifurcarme en los pliegues de tu rostro

y quebrar la relatividad de tu arrugas.



Quiero batir el tiempo y ser Druida,

sacerdotisa que invoque nuestro sino

en el altar de ámbar, sacra piedra

nueve veces cruzada.



Quiero batir el tiempo y ser sonido

del Atlántico fiero renacido

en cada nueve vidas, nueve versos.



Quiero recorrer todas tus regiones,

barajando el aroma de tus labios

y descifrar el secreto del camino

que une la distancia entre los tiempos.



Quiero posarme en tu piel cual amuleto,

mientras la luz cobriza de tus mejillas

barniza mi mirada de poeta.

(página 15)





Advocación

                                             Esas apasionadas tardes                                              entre tus brazos





“Profeso la advocación de tus latidos,

creo en el marfil de tus palabras,

bendigo  la luz de tus fronteras,

la suerte de tu presencia,

la verdad de mis esperas.



Soy devota de tus sonrisas,

de tus brazos abiertos al océano,

de esa sensación de infinitud

que me deja la luna de tus ojos.



Te profeso en código y secuencia,

desde la primera conciencia.

Confieso que te amo.”

(página 19)



Besarte

                                                Amar es despertar el aroma de la risa



“Besarte hasta el aroma de tu risa,

besarte hasta la nuca de los tiempos,

que la noche entrelace las flores

que han de adornar de rosas nuestro lecho.



Besarte y navegarte a ochenta nudos,

besarte y detenerse entre tu rostro

un pulso acelerado hacia nosotros.



Tus labios,

eléctricos como un rayo

aproximándome,

aproximándote

en la cadena intensa,

tan perfecta

del eterno retorno de tu boca.”

(página 25)



Inimitable



“Es tan inimitable

la forma en que te miro

que el lago de tus ojos

y esa pequeña luna entre tu boca

forman un universo indescifrable”

(página 49)



Quizá fue de repente

                                    A veces el amor surge inexplicablemente   en un suspiro



“Quizá fue de repente, quizás fue un suspiro

cuando empecé a amarte sin haberlo querido.

El sol iba apagando el fuego de sus rayos

matizando de nubes todo el cielo de mayo,

más de mil gaviotas reposando en la playa

las olas juguetonas salpicaban el agua.

Confesos de tu fuego, tus ojos me abrazaban

aunque nada dijeras, sin precisar palabra

por pretender amarme, sin haber  pretendido,

quizá fue de repente, quizás fue en un suspiro

cuando el amor surgió sin haberlo querido.”

(página 75)



Todos los caminos conducen a ti

  Todavía hay tiempo para retornarse



“Todos los  caminos conducen a ti.

Todos los mares conocen el pasaje

la creciente marejada de tus caricias

sobre el timón de mis sentidos.

Cada marea te recuerda

y apunta en la brújula el norte de tu nombre.

Por eso,

por abruptos que sean los cruces,

por desérticas las encrucijadas

por crudo que venga el temporal o la tormenta,

todos los caminos me conducen  a ti.



Todavía.

guardo un visado

un pasaporte al infinito

de la  nebulosa de tu galaxias.

Todavía,

entre  tus labios y  los míos,

queda una historia por escribir.”

(pagina 91)

3 comentarios:

  1. Excelentes versos cargados de aciertos y de gran sensibilidad poética.
    Gracias por compartirlos con el excelente texto aproximativo a la poeta que nos dejas.
    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias por el comentario. Pero todo el mérito es de la autora, Pilar Astray Chacón. Otro abrazo oara tí

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  3. Versos excelentes, llenos de emoción, de suavidad poética y dulzura. Son, de esos versos que entran como mantequilla, para degustarse y agasajar al corazón. Gracias y felicitaciones a la autora. Mis respetos para ella y para ti que siempre me haces pasar un rato agradable al leerte.

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