La valenciana Ediciones Enkuadres pone hoy a
disposición de los lectores un nuevo título de su colección Poetas. ¿De dónde esta manía de ser pájaro? que
supone el debut definitivo de la ourensana Cristina Requejo, una gallega de
pura cepa, si bien transterrada en estos
momentos en tierras madrileñas. Cristina Requejo es gallega pero actualmente no
forma parte del sistema literario gallego. Mantengo la esperanza y abrigo el deseo
de que, no tardando mucho tiempo, publicará algo en gallego, y pertenecerá así
de pleno derecho a la pléyade de mujeres y hombres que escriben y publican en
la lengua de Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro o Claudio Rodríguez Fer, con
quien se formó en sus años en Galicia.
La de Cristina Requejo es una de esas voces
rebosantes de potencialidades poéticas, pero la falta de oportunidades o el
simple azar impidieron que explotaran y adquirieran visibilidad a través de un
poemario rubricado por ella. En su caso, publicar nunca fue uno de sus
propósitos y menos aún, una urgencia. Durante muchos años ni siquiera le
subyugaba la idea. Había escrito en su adolescencia, embrujada por Milan
Kundera, textos existenciales que todavía hoy no resultan ajenos a los temas recurrentes de
sus escritos, bien en prosa, bien en poesía. En un periódico local de Ponferrada,
publicó en 1991 algunos de esos relatos. Y siguió escribiendo, mas solo para
ella. Un blog, Desde mi luna,
abandonado desde hace dos años, recoge algunas de esas inquietudes literarias
convertidas en palabra escrita.
Fue el Concurso Cuenta 140 de El Cultural, dirigido por Joaquín Pérez
Azaústre, el que la incitó a escribir poesía. En aquel juego fue finalista casi
todas las semanas y ganó el concurso en tres ocasiones. Y fue ese juego el que
despertó y materializó una inquietud poética oculta pero que finalmente
reventó: como si estuviese poseída -son sus palabras, acertadas palabras porque
cuando el poeta crea, algo lo posee-, y siente la necesidad de jalonar sus días
con poemas de formato más largo que el de los ciento cuarenta caracteres que no
podían ser excedidos en el Concurso de El
Cultural.
Y así nació este poemario que hoy ve la luz.
Concebido de una forma espontánea, sin haberlo premeditado su autora, pero
“fruto de la necesidad de contar a través de la metáfora”. Cincuenta poemas que
reflejan las inquietudes de la autora y su afán vital por experimentar. También
la necesidad de volar y de expresar a través del arte de la palabra, de ese
gran milagro del mundo que es la poesía, muchas de las experiencias de su
existencia y del vivir de otros seres que la rodean.
Poemas que se originan en imágenes vividas;
un trampolín que la impulsó a poetizar lo que su yo vital precisaba que saliese
a flote y que toma forma a través de palabras, versos, estrofas, poemas. Muchos
de ellos aluden a las aves, al vuelo, a la imperiosa necesidad de un constante
ir y venir.
Poemas de esmerada y golosa calidad,
prologados por las palabras de de uno de los grandes de la lírica española
actual, Juan Carlos Mestre; y que saben a muchas mujeres poetas, a los líricos
de la Generación de los 50. De ellos ofrezco una muestra, a la espera de poder
valorar la complitud de esta selección de poemas, rotulados con un título tan
original como apropiado, ya que esa es la vida de Cristina Requejo: un no
detenerse jamás, un ir y venir vital, sentimental, quizás incluso amoroso, por
el itinerario del gran río de la vida.
Francisco
Martínez Bouzas
Tres poemas
de ¿De dónde esta manía de ser pájaro?
MUJER ÁRBOL
“Mi lengua
halla su espacio en tu extrarradio,
en el lado
derecho de un mediodía liso,
libre de
márgenes y horrores,
de hilos que
la quieren atar al desamparo
(no soy la
presa, no me usurpes, no temo
y cuando digo
árbol, crezco)
Había muchas
como yo, hechas de injertos
ocultas siempre en tres rutinas,
yendo de un
verbo a otro,
eran
silencio, olvido, nombre, letra,
ironías que
temen a su paradoja
(Y eran
presas usurpadas de esencia, eran temor,
y nunca
decían árbol)
Más allá de
tus muros hoy respira mi nombre,
y al
pronunciarlo, nadie apresa sus letras,
ni ya se hace
epidemia.”
…..
COMO UN FANTASMA, HUBO
“Hay tantas
cosas que son parte de ti
y surgen
cuando vuelves,
la risa de la
lluvia y lo aprendido
en la insurrección
del tacto,
la alegría de
arrancarnos las plumas
una a una, y no
volar atrás,
allá donde el
pasado pierde forma y memoria.
Me giro, cierro
los ojos
me tapo los oídos
y destierro mi alma
(todo es mentira,
me digo)
Pero hubo un tiempo
en que el amor
eyaculaba cada
día en nuestras bocas,
y no necesitábamos
volar.
Lo recuerdo, hubo
un tiempo,
y a veces renaces
en la memoria de mis huesos.”
…..
Y ASÍ, SABERTE
“Saberte como
palabra
como tacto, como
destino
al que mi cuerpo
emigra
en este invierno
demacrado.
Saberte cerca,
en cada orgasmo,
en el error y
en la certeza,
o en la inocencia
de quien ama
y no se reconoce
en el pecado
(¿recuerdas aquellos
pájaros azules?)
Saberte amándome
a través de otros
cuerpos,
en el calor fingido
de otras manos,
en la distancia
que no impide el fervor,
ni el verso o
la lujuria
(saberte a tientas,
ahí,
sabiéndome).”
Muy buen artículo...
ResponderEliminarBella forma de plasmar sus sentires tiene la autora,poemas de gran calidad artística, me ha gustado leer estos poemas y descubrir una nueva y talentosa poeta. Gracias por tu reseña, que como siempre es sensacional. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querida Cristina. Muy merecida crítica a tu libro de poemas que sé que será un hito en la literatura española.
ResponderEliminarUn abrazo.