jueves, 29 de diciembre de 2011

GUILLERMO FADANELLI, LA "LITERATURA BASURA" Y ALGO MÁS

GUILLERMO FADANELLI: LA “LITERATURA BASURA” Y ALGO
MÁS
La otra cara de Rock Hudson
Guillermo Fadanelli
Editorial Anagrama, Barcelona, 142 páginas

Comprré  un rifle
Guillermo Fadanelli
Editorial Anagrama, Barcelona, 140 páginas
(LIBROS DE FONDO)



Guillermo Fadanelli es un escritor que, según sus propias palabras, alcanzó la fama por ser un cabrón de la Chingada, la Santa Patrona de México. Nació hace cuarenta y ocho años en la capital azteca y ha publicado cuatro novelas y numerosos relatos. Desde círculos subterráneos dirige la revista Moho, un producto sopechosamente pop aderezado con ideas nihilistas. La casa editora española que  editó  dos de sus últimas obras, certifica que  además de haber colaborado en fanzines, conocidas revistas y periódicos undeground y mantener en el anonimato los premios  recibidos ya que considera que se trata de una suma de malentendidos, ejerció empleos memorables como vendedor de bienes raíces, arriero, vendedor de árboles navideños en una esquina de Nueva York y dependiente de una pastelería en Madrid.
Pero sobre todo Guillermo Fadanelli es el más consumado “autor-basura” de la literatura mexicana. Un escritor que, con árido y descarnado realismo, está dibujando una pavorosa geografía del México actual, sin concesiones y desde una brutal clarividencia que no está reñida con la ironía y con el humor liberadores.
En su libro de relatos, El día que la vea la voy a matar, encontramos muestras inconfundibles de esta literatura – basura: relatos repletos de vagancia y de cinismo, pero muy divertidos. Como muestra, el intento de explicarle lo que es el postmodernismo  a una prostituta que compra  hot dogs en un puesto callejero. Con Lodo, seguramente su novela más conocida, Fadanelli tiene la oportunidad de entrar en contacto con la irreverencia por medio de una escritura asfixiante, redundante. Es la voz de un cínico que nos presenta a un personaje emblemático: Benito Torrentera, un agotado profesor de filosofía, semicalvo, cincuentón y de abdomen muy poco atractivo. Un verdadero ser anónimo en contacto permanente con el vacío y al que un conjunto de frustraciones convierten en un viejo prematuro. Son las frustraciones del existencialismo con acento mexicano. Este personaje vive sin preocupaciones hasta el día en que en su vida entra una hermosa analfabeta que lo saca de su decrepitud autocomplaciente y Benito Torrentera toma la más desatinada  decisión de su vida: esconde a una asesina a cambio de disfrutar de los favores sexuales de su cuerpo. El profesor Torrentera abandonará la filosofía para seguir a la joven ratera y asesina por los pueblos mexicanos, escenario de una serie de situaciones que se convierten en homenaje al género road movie. En las intenciones del autor, Lodo es el plausible intento de escribir una antinovela en la que el núcleo argumental sería lo que no aparece delante de nuestros ojos, en la mejor tradición de la más reciente novela negra norteamericana.
Fadanelli tiene el convencimiento de que, en los nuevos ámbitos literarios, ya no es posible ser un simple contador de historias. Su gran obsesión es hacer de los libros objetos peligrosos. Con relación a esta obsesión, el autor repite con frecuencia la frase del escritor Phillipe Sole: “hay que hacerse expulsar de todos los lados”. Y para lograrlo, nada mejor que la postura romántica y de anarquismo literario que Fadanelli defiende en la que incluso está permitido que la última novela de un autor traicione por completo  a la anterior.
Sin embargo, y como ocurre con la mayoría de los escritores, Fadanelli también evolucionó a partir de su novela La otra cara de Rock Hudson, que ahora nos ofrece el sello Anagrama. El autor deja atrás la literatura – basura (desvergonzada pero honesta) para escribir una narrativa mucho más estructurada, pero a la vez más propicia al truco.
Lo que escribe Guillermo Fadenelli, al que su editor Jorge Herralde considera uno de los escritores mexicanos actuales más arriesgados y personales, sirve para mostrarnos la verdadera cara del actual México, un país que no solamente es Chiapas o ciertos paraísos turísticos, sino también un mundo tremendamente agitado, un hervidero que amalgama violencia, desenraizamiento, hedonismo y corrupción. Este México amargo pero real es el que retratan los dos volúmenes firmados por Fadanelli y que puso en el mercado Anagrama. La otra cara de Rock Hudson, novela que en 1998 obtuvo en México el Premio Nacional de Literatura, y Compré un rifle, una selección de los relatos más representativos del escritor.
Con ocasión de la aparición de un libro de Fadanelli, escribió el periodista Sergio González Ramírez: “En la literatura, por fortuna, existen muestras de cómo se puede confrontar la decadencia. Una de estas consiste en conseguir su minuciosa tarea destructiva, en particular, en el ámbito de lo inmediato”. Para el crítico y periodista, Fadanelli es un ejemplo exquisito de esa perspicacia que le permite ver más allá de una atmósfera cultural repleta de un optimismo que parece sospechoso, caracterizado por los gestos voluntaristas, el desplante mediático y el lenguaje de la podredumbre que fermentan y expelen sus humores antes de extinguirse. Frente a este clima opone Fadanelli la agudeza y la memoria ejercidas desde el ámbito de lo cotidiano.

Guillermo Fadanelli

Los dos libros que ahora tenemos ocasión de leer en esta orilla del Océano, son una fiel imagen de la vida que se desenvuelve en las calles de la ciudad de México. Por su páginas transita una verdadera fauna de toxicómanos, vagabundos, perezosos, adolescentes nihilistas, prostitutas. Personajes como aves de rapiña, astutos administradores de la miseria, dueños de putas, distribuidores de droga. También delincuentes como Johnny Ramírez, hijo de la pobreza y de la violencia cotidiana que se rige por la moral de las calles e imagina la vida de sus víctimas como un ligero paseo fuera del sepulcro y a  si mismo como el encargado de avisarles del fin del paseo. Como el cartero que lleva una mala noticia de la que no es responsable.

A través de un realismo descarnado, sucio, duro y sin concesiones como debe ser el verdadero realismo, de dibujos realizados con pinceladas fuertes y arriesgadas que ponen en escena personajes definidos más por sus actos que por sus pensamientos y emociones, Fadanelli introduce al lector en un proyecto original y muy ambicioso: mostrarnos el lado natural y obscuro de los comportamientos mediante el mero registro de los hechos. La apatía, el vacío, la sordidez, el humor helado y letal, el hedor, la pestilencia se convierten así en la marca de la escritura de Guillermo Fadanelli que no puede dejar indiferente a los lectores.

Francisco Martínez Bouzas
  

1 comentario:

  1. Excelente, Francisco!... Voy a conseguir esas dos novelas pues me has motivado a leer a este autor. Un gran abrazo y gracias por ese talento tan grande que tienes para el análisis profundo de realidades complejas, como lo es la obra artística de estos autores. Es una maravilla tu blog. Felicitaciones!

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