sábado, 10 de agosto de 2019

UNA VERDADERA NOVELA NEGRA


Belleza roja
Arantza Portabales Santomé
Editorial Lumen, Barcelona, 2019, 428 páginas.

    


   En el inicio de cualquier novela o  relato puede haber una frase que nos fascina de forma definitiva. Eso le ocurrió a la autora de esta novela, publicada simultáneamente en gallego y en castellano: “la belleza es roja como un cuenco de cerezas”. A Arantza Portabales le penetró esta frase en la cabeza y ya no hubo vuelta atrás, a pesar de que a los largo del texto de la novela el color tojo adquiere una dimensión bien alejada de la hermosura y muy próxima a la cercanías de la muerte. Así pues la belleza de las cerezas no es la imagen que fusiona la trama de la novela.
   La autora no es una profesional demasiado experimentada de la escritura. Escribe sobre todo relatos cortos. Trabaja como funcionaria de la administración gallega y hace poco que comenzó a escribir. Pero fue empezar y no parar. Se forjó en la microficción publicando en castellano A Celeste le compré un rastrillo. Y a partir de aquí, comenzó a producir en gallego: Sobrevivindo  y sobre todo Deixe a súa mensaxe despois do sinal (2018), traducida al castellano  y publicada igualmente por Lumen, una novela intimista construida a base de monólogos y publicada asímismo en varios idiomas..
   Retorna ahora con una novela calificada como negra. Pero el lector debe ser cauto porque con frecuencia se vende gato por liebre: novelas que no traspasan las líneas que demarcan lo detectivesco o de la novela policiaca, son muchas veces comercializadas como negras.
   No obstante  el núcleo de Belleza roja es un crimen. La trama da comienzo con un cuerpo asesinado en una habitación de Santiago de Compostela en la noche de San Juan. Una chica de quince años, Xiana, envuelta en un mar de sangre. Se encarga de la investigación el inspector Santi Abad y la agente Ana Barroso. Y poco más se puede revelar del transcurso de la investigación y de la historia si no queremos spoilerizar la trama. Solamente que existen seis sospechosos: los que aquella noche cenaban en el jardín de la casa. Alguien asesinó y salió de su habitación sin dejar una sola huella en un piso cubierto de sangre. Una tía de la chica, Lía, halla el cadáver  y, a los pocos días, será ella la que intente suicidares.
   Con una estructura basada en el climax y con dos voces narrativas  y una tercera que nos lleva a lo largo de la investigación, la novela tiene una parte claramente policíaca. Los dos policías hacen su trabajo, son falibles pero sumamente eficaces, analizan la escena del crimen, son sabuesos incansables e intuitivos. Y tratan sobre todo de descubrir lo que pasa por la mente del asesino.
   Pero esta novela va más allá de los que se suele considerar género policíaco. Es una verdadera novela negra, una de las pocas que se escriben tanto en gallego como en otras lenguas. Aquí la resolución del enigma no lo es todo. La parte más importante y meritoria de la novela de Arantza Portabales es el retrato social y, sobre todo, la penetración en la psicología sumamente compleja de los personajes relacionados con el crimen, labor  que no se le confía a una “maquina de pensar”, sino a dos policías que, con sus idas y vueltas, con múltiples interrogatorios, se empeñan en  descubrir el asesino, los motivos del crimen, los que pasa por el interior de los personajes: sus debilidades y desajustes. La parte cubierta del iceberg.
   

                                                
Arantza Portabales Santomé


   Todos ellos, sin excluir a los policías (maltratador y con una relación sentimental y sexual entre ellos surgida durante la investigación). En la novela se tocan otros temas importantes: el papel de la mujer en la sociedad, el movimiento feminista, la reinvención del concepto social del escritor o escritora….
   Con gran agudeza la autora es capaz de introducirnos en la interioridad de estos personajes, confundidos y rebosantes de inestabilidad emocional. Y eso justamente explica el desenlace del crimen. Al final el lector percibe el significado de que la belleza es roja solamente se puede comprender cuando se descubra la pulsión de la sangre.
   Así pues, novela policíaca, pero con su fuerte en la investigación de la psicología de los personajes.

Francisco Martínez Bouzas

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