domingo, 21 de mayo de 2023

MAESTRA DURANTE EL FRANQUISMO

 

La maestra y la Bestia

Imma Monsó

Versión al español de la propia autora

Editorial Anagrama, Barcelona, 349 páginas.

 
   

 

   Imma Monsó (Lérida, 1969) es una narradora en lengua catalana, arropada por una amplia obra creativa, muchos de cuyos títulos ella misma traduce al español, cosa que ocurre con el título que presento, La maestra y la Bestia. Posiblemente su libro más conocido es Un home de paraula (2006), Un hombre de palabra en versión al castellano. De su obra se ha escrito que sus libros tratan de la imposibilidad de aceptarnos tal como somos, en un mundo que, en la realidad y en la ficción, emplea las imposturas, recurriendo para ello a personajes disfrazados de una aparente excentricidad.

   La novela de Imma Monsó, narrada en tercera persona, nos traslada la historia de una joven maestra que llega a un minúsculo pueblo incrustado en las montañas de los Pirineos, Dusa, pueblo ficticio pero que se puede asemejar a Vilaller de donde procedía su padre. Y allí busca un lugar donde ejercer su profesión de joven maestra y echar raíces.

   La historia alterna la narración de sus peripecias en este pequeño pueblo con la historia de sus padres, ya fallecidos, y cuyo comportamiento no había logrado descifrar en la niñez. Los padres pertenecían a una generación marcada por la Guerra, obligos a vivir en contra de su forma de pensar. Severina, la joven maestra, se ve forzada a descifrar las apariencias que esconden verdades inconfesables, por temor a las represalias. El miedo le impide hablar de política, y se ve constreñida a enseñar por los manuales que reproducen la doctrina oficial del régimen.

   Sus alumnos están divididos según el bando al que pertenecen sus padres. Algo similar le ocurre con la prohibición del uso del catalán. Severina es por lo tanto, como reconoce la autora, una exiliada de sí misma y cuya vecindad es el silencio, una esclava de la mirada del otro y reflejada en el modelo que impone el sistema sobre la mujer ideal, servicial, entregada a la familia y a los hijos, sometida al marido.

   A pesar de que Severina aparenta ser una mujer muy inocente, siente los impulsos de la carne y disfruta de una gran libertad sexual. Gestiona su placer como lo gestiona todo: sola y sin remordimientos.

   El lector acompañará a Severina en este pueblo minúsculo pero infierno grande durante una año (1962-1963), alternándose los capítulos de este presente con los  de la inmersión en su infancia, narrados por la propia protagonista. Pero hay una sección de la novela que, a modo de epílogo, retrata a la protagonista convertida en madre y abuela, situando el tema central de la historia en el momento actual al que la protagonista ha llegado teniendo en cuenta la memoria histórica de la guerra y de la represión de la dictadura, así como el deterioro cognitivo que nos puede hacer perder la memoria real. La memoria histórica es el gran mundo de la novela que determina su planteamiento.

    

                                          

                                          Imma Monsó

 

   Novela bien elaborada arquitectónicamente, impregnada de reflexiones culturales, llaman la atención las musicales. Y lo más importante: la autora supo poner el objetivo perseguido en esta novela en algo realmente importante: el despertar de la conciencia  en un niña que nace y crece en la primera posguerra,  a pesar del alejamiento de la realidad en el que la resguarda su padre pretendiendo protegerla. La protagonista, sin embargo, por su propia cuenta supo recuperar todas las pérdidas del pasado.

   En definitiva, la novela de una joven protagonista que no tuvo otra opción que adaptarse a un entorno rural por ella deseado en pleno franquismo entre silencios y sobreentendidos, contactando con distintos personajes, como la protectora Justa o Simeó, la Bestia, un hombre con quien vivirá una intensa y torrencial pasión.

 

Francisco Martínez Bouzas

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