Gloria mía
Manuel Gutiérrez Aragón
Editorial Anagrama, Barcelona, 2012, 336 páginas
Manuel Gutiérrez Aragón, que se autodefine como cántabro, cineasta y escritor, lleva más de cuarenta años inmerso en el mundo de la ficción. Primero en la ficción cinematográfica con largometrajes como Habla mudita (1973), su debut en la pantalla, Camada negra (1977), La mitad del cielo (1986) o Todos estamos invitados (2008), película con la que hizo efectiva su retirada de la ficción fílmica para dar comienzo a esa otra ficción, cuyas escenas y secuencias se escriben con tinta y se proyectan en el papel impreso. En 2009, en efecto, reveló su faceta de escritor con la novela La vida antes de marzo. Un estreno afortunado, “de pulida calidad literaria” que se hizo merecedor del Premio Herralde de Novela. Ahora, hace apenas tres meses, retorna a la ficción literaria con una novela que conjuga hábilmente aventura, drama y diversión y que, como en sus anterior obra seduce al lector desde el “¡Pitas, Pitas!” del primer capítulo. Es Gloria mía, editada por Anagrama.
Escrita por el puro placer de fabular y sin la presión de asentar una carrera literaria, Gutiérrez Aragón carga las pilas de la ficción literaria soñando, paseando o incluso haciendo el amor. Gloria mía puede ser encasillada como novela moderna de aventuras, que sutura en un mismo personaje, a la vez héroe y antihéroe, la aventura del guerrillero en las selvas colombianas y la aventura, igualmente agresiva, como empresario en la jungla del capitalismo neoliberal. Gloria mía tiene como soporte argumental la historia de un personaje, José Centella, que tras ser víctima de un absurdo incidente doméstico, entra en contacto con un hombre al que relatará su vida, que no es otra que la deriva personal e ideológica de un joven escorado hacia la revolución en el seno de una guerrilla colombiana, secuencia de la novela en la que afloran trepidan
tes escenas (ataques armados, campamentos bajo el paraguas selvático, consejos de guerra amores pasionales…) Y un giro radical, de regreso en España, convertido en belicoso e impúdico alto ejecutivo empresarial, retorciendo así una vez más los argumentos de Kirilov (Los demonios): “si la revolución no es posible, todo está permitido”
Manuel Gutiérrez Aragón |
Gutiérrez Aragón presenta con eficacia, en esta su ficción tejida con lenguaje literario, una peripecia aventurera, pero sobre todo efectúa un gran ajuste de cuentas con las utopías del pasado, con la visión liberadora de las contiendas revolucionarias latinoamericanas. Y un ajuste de cuentas, igualmente incisivo con la vacua inmoralidad del capitalismo occidental donde todo está permitido.
Francisco Martínez Bouzas
(Este texto es la versión española del que fue publicado en gallego el 25 de septiembre de 2012 en el periódico El Correo Gallego de Santiago de Compostela. Par ver la versión original gallega, pinchar aquí)
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