domingo, 16 de enero de 2011

PAGINAS DE ESPUMA, COMO VIVIR DEL CUENTO DESDE HACE DIEZ AÑOS

   Páginas de Espuma  es una de esos pequeños sellos editoriales, surgidos en la pasada década como alternativa a los megagrupos que, en sus ansias depredadoras, engulleron, con contadas y honrosas excepciones, a la mayoría de las editoriales españolas. Una forma de imposición del pensamiento único y de moldear nuestros gustos estéticos. Frente a su imperio totalitario, proyectos editoriales como Páginas de Espuma, especializada en literatura y ensayo y que, en tan sólo diez años, ha editado innumerables títulos en sus siete colecciones. Pero es sobre todo con las colecciones “Voces / Literatura” y “Vivir del cuento” donde Páginas de Espuma se ha convertido en la editorial de referencia en minificción. Sus ediciones recogen lo más granado y lo más actual del cuento escrito por narradores españoles y latinoamericanos, antologías temáticas o clásicos del género rescatados. Esa es su militancia, su forma – y no minúscula – de resistencia. Viven del cuento desde hace diez años y nos permiten a los lectores gozar de las fantásticas imposturas que ha cincelado con breves martillazos la nómina de sus creadores. Nómina que se nutre con narradores de aquí y de allén de los mares: Ana Rossetti, Enrique Jaramillo Levi, Guillermo Samperio, Fernando Quiñones, Medardo Fraile, Fernando Iwasaki, Pilar Adón, Clara Obligado, Arturo Uslar Pietri, Ángel Zapata, Andrés Neuman, José María Merino, Espido Freire, Ana García Bergua, Javier Sáez de Ibarra, Ángel Olgoso… nutren, entre otros muchos, el catálogo de Páginas de Espuma.
   Hoy quiero traer a esta anotación de bitácora tres de sus últimas novedades. Es la impresión provisional de la primera ojeada a tres libros de microficción editados con maravilloso primor. En otro momento volveré sobre ellos en una reseña más reposada.

Oficios ejemplares de Paola Tinoco.  El debut de Paola Tinoco en la narrativa. Ella, voz y manos de Anagrama en México, guía y hada madrina, en sus todavía jóvenes años, de tantos escritores que transitan por México DF o por la FIL de Guadalajara. Conjuro para la hija de Roberto Bolaño en Blanes, hoy lo es para todos nosotros pero desde el otro lado de la barrera. Y sus conjuros que el lector hallará en estos Oficios ejemplares, serán un hechizo porque Paola Tinoco sabe bucear con naturalidad, elegancia e ironía en la trastienda de los oficios más prosaicos. Relatos surrealistas y alucinantes, mas basados en la realidad, como “Buzo de cementerio”. Otros, como “Lavacoches” son pequeñas obras de arte: la intensidad condensada en treinta líneas.

Lo inolvidable de Eduardo Berti. El escritor argentino es ya un clásico de la modernidad tanto en novela como en el relato breve. Una de las voces que realmente merecen la pena en la actual y prolífica narrativa latinoamericana. El olvido, sus formas y vericuetos actúan de hilo conductor de estos once cuentos en los que la identidad, la memoria y la confusión dejan oír su voz y no solamente como temas colaterales.

La Señora Rojo de Antonio Ortuño. Debutó en la narrativa en el 2006 con una novela que fue considerada la mejor del año en México, su país. Traducido a numerosos idiomas y elegido en 2010 por la revista Granta como
 uno de los mejores autores jóvenes en lengua española. Sus relatos en este volumen  iluminan la realidad por medio del delirio. Y las respuestas de sus protagonistas cuestionan, hasta lo inverosímil, sus propias acciones o las profesiones que ejercen. Prosa alejada de cualquier tentación barroquista, pluma ácida y, sobre todo, virulencia conceptual para despertar a una sociedad que hace oídos sordos.

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