miércoles, 9 de septiembre de 2020

VENGANZAS, CRÍMENES Y PENITENCIAS


No duermas más
P.D. James
Traducción de Raquel García Rojas
Ediciones Siruela, Madrid, 2020, 212 páginas.

    


   P.D. James es el heterónimo de Phyllis Dorothy James (Oxford 1920-2014),una de las grandes autoras británicas de novela policial; la última gran dama del crimen en la narrativa inglesa, que hace de la venganza el oscuro móvil de la mayoría de sus novelas. Por eso, leer a P.D.James es una apuesta segura ante una autora capaz de darle vida literaria a obras de gran calado, como es Hijos de los hombres, en opinión de más de un crítico, una de las mayores joyas dentro del subgénero de la distopía. “Nuevos Tiempos Policiaca” de Siruela reúne en este volumen seis relatos inéditos, en los que la venganza es el tema de fondo. Y junto a la venganza, los castigos, las penitencias que se infringen a los culpables. Castigos muy rigurosos, reclamados e impuestos por la fuerza invisible de la justicia natural. “Sleep No More”, las palabras que aterrorizaron a Macbeth, bien podrían aplicarse a los protagonistas de las seis historias recogidas en el volumen.
   Calidad y entretenimiento es lo que el lector hallara en esta colactánea de relatos, debido sobre todo a la cuidada elaboración de personajes atractivos, descritos sin mácula en una tramas en las que nada queda al azar. La autora además se sirve del vehículo de una lengua ágil y rebosante de humor británico.
   Como decía, venganza y deseo desmedido de lucro son el hilo conductor de los seis relatos. Así por ejemplo en el relato “El yoyó”, que inaugura el libro en la edición de Siruela, surge el recuerdo de un crimen y la realidad de lo que ocurrió que evocan los protagonistas. Un sorprendente giro final demuestra la habilidad de la autora. “La víctima” es una exultante muestra de humor negro, con un asesinato por medio que por oscuras motivaciones comete un bibliotecario. “El asesinato de Papá Noel”, tercer relato, allega todos los ingredientes y componentes del crimen cometido en ambientes claustrofóbicos y cerrados. La autora demuestra en este relato su pericia en el género policiaco. Ningún lector dejará de agitarse y conmoverse con el siguiente relato “La niña que adoraba los cementerios”: la búsqueda por parte de un joven de la tumba de su padre, olvidándose de otras demandas amorosas. El protagonista de “Una residencia muy deseable” amalgama su desmedido interés por una mansión y su destreza para cometer un crimen. Finalmente en “El cumpleaños del señor Millcroft”, el protagonista es un jubilado que se las arregla para disfrutar de un excelente retiro, aunque para ello descubra y se vaya de la lengua ante sus hijos contándoles un crimen antiguo.
   No duermas más no es una colección de relatos detecticescos. Tampoco novela negra propiamente dicha. Por eso no hay consecuencias penales para el asesino en el que está ausente el remordimiento. Los relatos de la selección son, como ya quedó señalado, historias de crímenes por el afán de lucro, con sus correspondientes y merecidos castigos o expiaciones.
   No son pocos los elementos que destacan en estos relatos: descripciones sobrias de ambientes, pero sin prescindir de los esencial para que el lector se haga una idea del escenario; un ritmo apropiado para crear el clímax. La autora no jusga ni valora nada. Únicamente  expone la historia ante el lector.
   
 
                                            
P.D.James en 2013
  

  Otro merito nada despreciable de estas historias es la transformación que hace de Inglaterra convirtiéndola en paisaje idílico y a la vez raíz del crimen doméstico, al estilo de Agata Christie, aunque posiblemente con una escritura más cercana  a Patricia Highsmith y a Rut Rendell. El estilo de la prosa se mueve entre el narrador directo  que la autora emplea en la mayoría de los relatos, y el narrador a dos voces que narra  “El asesinato de Papá Noel”.
   Humor negro, crítica social -en esto se acerca a la novela negra-, ironía…son los grandes pilares que hacen muy atractiva las historias que nos ofrece la Siruela, que acierta además con una portada muy sugerente y motivadora: una fotografía de Giovanni Guarino Photo.
En definitiva, una pequeña pero muy interesante muestra de la autora de las sagas policiales: las del detectice Dalgliesh y la de la joven Cordelia Gray.

Francisco Martínez Bouzas
Brújulas y Espirales

domingo, 6 de septiembre de 2020

NOVEDADES DE EDITORIAL ANAGRAMA


   Hemos vivido y seguimos viviendo una verdadera noche de obscuridad, una noche de pandemia, que también afecta al mundo editorial; a unos sellos con mayor fuerza y a otros con menos. Sobreviven los megagrupos editoriales, y otros independientes y otros, durante los pasados meses, redujeron su producción casi al mínimo. Una de ellas, Anagrama, pero no desapareció el “catálogo de ensueño”, que imagino que un día sería realidad Jorge Herralde, que fundó y dirigió la editorial, ahora con Silvia Sesé al timón de forma directa, sin prescindir por completa del “último mohicano” de la edición. Otras personas como Ana Jornet, Paula Canal, María Teresa Slanzi, Lidia  Lahuerta o Elena Martín…. contribuyen con su esfuerzo e ilusión que una de las pocas editoriales independientes, repleta además de prestigio, siga adelante. Gracias a su tesón y a su voluntad de permanecer independientes, a pesar de la pasada integración con la italiana Feltrinelli, en Anagrama han aparecido más de tres mil seiscientos títulos, desde aquella mítica publicación  de 1969, Detalles de Hans Magnus Enzeberger.
   Pero en septiembre de este año negro, Anagrama vuelve a ser la de siempre, con un núero considerable de títulos en todas sus colecciones: tres títulos en “Panorama de Narrtivas”: El Muro de John Lanchester, Proletkult de Ming Wu, Doggerland de Elizabeth Fihol; Otros tres títulos en “Narrativas hispánicas”: Un amor de Sara Mesa, La hija única de Guadalupe Nettel y Un verdor terrible de Benjamín Labatut. En “Argumentos”, una colección que hizo y sigue haciendo historia en la editora barcelonesa, arranca septiembre con La nueva masculinidad de siempre. Capitalismo, deseo y folofobia de Antonio J. Rodriguez. Finalmente en “Biblioteca de la memoria”, Anagrama publica una obra extraordinaria de Benjain Moser: Sontag. Susan Sontag retratada coo nunca, en una biografía merecedora del Premio Pulitzer. Y en “Compendium”, con ocasión del centenario del año del centenario de Charles Bukowski, Anagrama publica o reedita Chinasqki II, volumen que recoge las dos últimas novelas del gran símbolo del realismo sucio (La senda del perdedor y Hollywood. En catalán (“Llibres Anagrama”), los que disfrutan de esa lengua encontrarán dos textos: Doggerland de Eizabeth Filhol y L’adversari de Emmanuel Carrére, quizás la primera gran novela que ficcionaliza hechos reales.
   Doy noticia de dos de las novelas -una de ellas publicada ya en el es de agosto- en una primera visual informativa, elaborada principalmente a base de las presentaciones del editor. En los próximos días, volveré sobre estos dos libros con una verdadera valoración crítica.



Wërra
Dederico Jeanmarie
Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 399 páginas

Sinopsis:
La guerra: los mitos, el heroísmo, la barbarie, los muertos. Una profunda reflexión antibelicista.
«Anoche mientras dormía los franceses atacaron Siria.» A la mañana siguiente, el autor lee la noticia en el periódico. Aviones franceses han atacado objetivos militares en los que supuestamente se almacenaban armas químicas. El hecho le impacta porque en ese momento está viviendo en Francia, concretamente en Saint-Nazaire. Y, a partir de él, inicia una meditación que se va ramificando en una retahíla de relatos íntimos o históricos, unidos por la «Wërra», la antigua palabra alemana de la que deriva «guerra» en español, «guerre» en francés o «war» en inglés. Federico Jeanmaire reconstruye minuciosamente la operación Chariot: el ataque al puerto francés de Saint-Nazaire, que habían ocupado los alemanes, llevado a cabo durante la madrugada del 28 de marzo de 1942 por comandos británicos con el objetivo de destruir su dique seco. Y, tirando de ese hilo bélico, evoca al abuelo que fabricaba soldaditos; al padre con el que, en Argentina, siendo él un niño, veía en la televisión la serie americana Combate, cuyo protagonista, Vic Morrow, murió muchos años después en un accidente rodando una escena bélica; la guerra que vivió Argentina en 1982, la de las Malvinas…
Guerras que se suceden en el tiempo y que se entrecruzan en estas páginas con aquella operación de 1942 que el autor va reconstruyendo con empecinamiento: los niños que vivieron la batalla, los judíos a los que la Gestapo se llevó poco después, el anciano uniformado que acude a una conmemoración y, sobre todo, los muertos. Los 169 comandos británicos y los 18 civiles franceses cuya ausencia es omnipresente en el libro: sus nombres dan nombre a los sucesivos capítulos, a modo de réquiem. Jeanmaire explora y desborda los límites de la novela en este libro singularísimo, absorbente y deslumbrante que desmantela el mito del heroísmo y del coraje, y que es también un profundo ensayo literario sobre la guerra. Un texto muy personal, que se escribe contra el olvido. Un libro imprescindible para estos tiempos”

El autor:

Federico Jeanmaire (Baradero, Argentina, 1957) es licenciado en Letras, profesor universitario y especialista en El Quijote. Como novelista ha obtenido premios muy importantes en su país, como el Rojas, el Emecé y el Clarín. En Anagrama ha publicado Miguel, una biografía ficticia de Cervantes: «Un retrato entintado, ruptural, estudiado y nada académico de Cervantes, y un intento de novela histórica que se salta algunas reglas del género. Un logro y un juego» (Luis Antonio de Villena, El Mundo);  Tacos altos: «Ideal para redescubrir a un autor argentino original, capaz de construir un mundo personal con estilo propio y cercano» (Diego Gándara, La Razón); «Bellísima historia sobre la transición de la infancia a la vida adulta, las dudas existenciales, la búsqueda de la identidad individual, el choque cultural entre Oriente y Occidente, y la pulsión de venganza» (Quimera), y Amores enanos (finalista del XXXIV Premio Herralde de Novela): «La novela más divertida del año... Una fábula corrosiva... escrita con una pulcritud de acróbata. Un libro sin duda recomendable» (Alberto Olmos, El Confidencial); «Jeanmaire muestra una solvencia técnica magistral y con ello consigue una de esas narraciones absorbentes que (...) lleva a la lectura de un tirón... Tantos momentos divertidos de la novela enmascaran un implacable retrato sobre la imposible convivencia humana» (Santos Sanz Villanueva, Mercurio).


Un verdor temible
Benjamín Labatut
Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 212 páginas.

Sinopsis:

La aventura de la ciencia convertida en literatura. Un libro inclasificable y poderosamente seductor.
Las narraciones incluidas en este libro singular y fascinante tienen un hilo conductor que las entrelaza: la ciencia, con sus búsquedas, tentativas, experimentos e hipótesis, y los cambios que –para bien y para mal– introduce en el mundo y en nuestra visión de él.
Por estas páginas desfilan descubrimientos reales que forman una larga cadena perturbadora: el primer pigmento sintético moderno, el azul de Prusia, creado en el siglo XVIII gracias a un alquimista que buscaba el Elixir de la Vida mediante crueles experimentos con animales vivos, se convierte en el origen del cianuro de hidrógeno, gas mortal que el químico judío alemán Fritz Haber, padre de la guerra química, empleó para elaborar el pesticida Zyklon, sin saber que los nazis acabarían utilizándolo en los campos de exterminio para asesinar a miembros de su propia familia. También asistimos a las exploraciones matemáticas de Alexander Grothendieck, que le llevaron al delirio místico, el aislamiento social y la locura; a la carta enviada a Einstein por un amigo moribundo desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial, con la solución de las ecuaciones de la relatividad y el primer augurio de los agujeros negros; y a la lucha entre los dos fundadores de la mecánica cuántica –Erwin Schrödinger y Werner Heisenberg– que generó el principio de incertidumbre y la famosa respuesta que Einstein le gritó a Niels Bohr: «¡Dios no juega a los dados con el universo!»
La literatura explora la ciencia, la ciencia se convierte en literatura. Benjamín Labatut ha escrito un libro inclasificable y poderosamente seductor, que habla de descubrimientos fruto del azar, teorías que bordean la locura, búsquedas alquímicas del conocimiento y la exploración de los límites de lo desconocido.

El autor:

Benjamín Labatut nació en Rotterdam, Países Bajos, en 1980. Pasó su infancia en La Haya, Buenos Aires y Lima, y a los catorce años se estableció en Santiago de Chile. La Antártica empieza aquí, su primer libro de cuentos, fue publicado en México, donde ganó el Premio Caza de Letras 2009, concedido por la Universidad Autónoma de México (UNAM) y la editorial Alfaguara. En Chile apareció en 2012, y un año más tarde se alzó con el Premio Municipal de Santiago. Su segundo libro, Después de la luz, publicado en 2016 por la editorial Hueders, consta de una serie de notas científicas, filosóficas e históricas sobre el vacío, escritas tras una profunda crisis personal. Su tercer libro –Un verdor terrible–, además de en Anagrama, será publicado en 2020 por Suhrkamp (Alemania), Adelphi (Italia), Éditions du Seuil (Francia), Atlas Contact (Países Bajos), Pushkin Press (Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda) y Elsinore (Portugal)

Francisco Martínez Bouzas

viernes, 4 de septiembre de 2020

EL AMANTE DE CHOLÉN




El amante


Marguerite Duras

Traducción de Ana Maria Moix

Tusquet Editores, Barcelona, 152 páginas.



   Aunque no es ninguna novedad, sino la novela que Marguerite Duras publicó en 1984, el gusto por leer la escritura de la autora francesa en la excelente traducción de Ana Maria Moix, me ha hecho volver a leer sus páginas. El éxito que tuvo la novela traducida a cuarenta y cinco lenguas y ganadora del Premio Goncourt, no obstante ser un libro muy breve, fue algo que rompe las leyes de la lógica de los sistemas literarios. Porque además es preciso señalar que L’Amant, escrita solamente en cuatro meses e inspirada en una serie de fotografías familiares de su adolescencia y juventud, no es la mejor novela de Marguerite Duras. La novela fue considerada como un relato autobiográfico, cuando en realidad es una biografía, si bien la critica yerra al centarse casi exclusivamente en ese carácter autobiográfico. Pero la autora jamás reveló lo que había de verdad y ficción en su obra. Ocultó datos sumamente relevantes en la temática de la pieza: la relación sexual entre una adolescente de catorce años y un joven de veinte y seis, en la Indochina de entre guerras. Hoy sabemos que esa adolescente era la propia Marguerite Duras, y el joven, el hijo de un millonario chino de nombre real Lee Von Kim que localizaría a Marguerite en Francia después de muchos años.

   Así pues, los dos protagonistas de la trama existieron en la realidad. En el año 1984, fecha en que la escritora francesa compuso esta historia, acababa de salir de una cura de desintoxicación alcohólica. Su visión, al escribir sobre aquella niña y sobre aquella historia, no superada de su infancia, es de una pureza total. No es posible imaginar intenciones perversas en un joven millonario que, cada día espera a su amante a la salida del colegio. Y su clase de virginidad escritural se revela ya en la prosa delicada y poética con que está escrita la novela. A pesar del fuerte erotismo que se encierra en sus páginas, este no se basa en la descripción de escenas sexuales, sino en el ambiente opresivo, enfermizo y corrupto en el que se desarrolla la infancia y la adolescencia de la adolescente. El sexo fue para ella una especie de válvula de escape frente a los problemas familiares que tenía que soportar. Apenas conoció a su padre fallecido a causa de una enfermedad: Y su madre era una mujer desnortada, agotada mentalmente y unida al hijo mayor por el complejo de Edipo, que la incapacitaba para negarse a complacerlo, olvidándose del resto de la familia.

   La única salida  de la niña/adolescente era soñar un mundo alejado del ambiente familiar y sumirse en otro ambiente definido por la delicadeza del amante chino, en su paciencia de hombre enamorado, y en el misterio de la espera.

   En la trama de la novela, no hace acto de presencia la protagonista, ni con nombre, ni con apellidos. A pesar de eso, sabemos que ella, Marguerite Duras, es la que nos está sumergiendo e su vida. Solamente podemos conocer que estamos en 1925. Una voz en tercera persona nos hace saber que una chica de apenas quince años, todavía con el pecho de niña, y con la familia en la miseria, está realizando un viaje en el trayecto que atraviesa el delta del Mekong. Regresa de sus vacaciones que había pasado en un hogar de la familia en la provincia de Don Thap. Y viene de vuelta al colegio en Saigón. La madre quiere que haga las oposiciones de matemáticas, pero ella lo que pretende, por encima de todo, es escribir.

   Mientras se halla en el puente de la embarcación, atrae la atención de un joven de veintisiete años, de origen chino, hijo y heredero de un importante hombre de negocios. Inicia la conversación con la adolescente y, al desembarcar, le propone acompañarla en su automóvil. Ella acepta y la lleva a la ciudad, para que ingrese en el colegio.

   A partir de aquel momento, la chica nunca  hará el viaje en el autocar para los indígenas. Siempre tendrá una limusina esperando por ella. Cenará con el joven chino en los locales más elegantes. Ella se da cuenta de que el chico chino se halla a su merced. Es consciente igualmente de que en adelante su madre no debe conocer nada de lo que suceda. Y en la adolescente surge el deseo cuándo él se lo pidió. De este modo, el dolor se transforma en placer. La niña se da cuenta de que lo desea. Harán el amor una y otra vez.

   Así se inicia una relación que la chica pretende creer que es únicamente sexual y de puro interés. Empieza incluso a hacerse pagar como si fuese una prostituta. Así puede llevar dinero a su casa. La madre y el hermano mayor pretenden aprovecharse, hasta que el padre del joven chino se entremete desaprobando la relación.

   Solamente mucho más tarde, la adolescente reconocerá sus propios sentimientos, la profundidad y la sinceridad de su amor hacia aquel joven de ojos esquinados, porque no tenía energía de amar más allá debido miedo, y su padre no le permitió vivir su oportunidad, esa locura de amor por la adolescente blanca, convertida en la mujer que le proporcionaba placer al amante de Cholén.

    
                                        
                                          Marguerite Duras

 
Quizás, a pesar de algún salto temporal sin mucho sentido, lo que provoca una novela un poco dislocada, lo cierto es que Marguerite Duras, escribió un libro único que habla a través de las pausas, a través de pequeños cuadros y secuencias, a través de detalles e imágenes. En el fondo, lo que pretende explicar en esta novela es la necesidad de contar. La obligación de la escritura.

   La autora se encuentra atada a la narración para indagar en sí misma, para otorgarle una nueva visión a su personalidad de personaje que se va formando a través de la senda de la adolescencia. Mucho más que de una historia de amor en la vida de una adolescente, de lo que habla la autora es de otras cosas. En primer lugar, del deseo de dar y recibir amor gracias a un hombre “prohibido” en aquel tiempo por su origen chino, por ser rico, por no ser europeo. Es la voluntad de sentirse dueña de sí misma y, al mismo tiempo, una niña. Y todo el territorio de Indochina, con las planicies de barro y arroz y la fuerza de la corriente del río Mekong que avanza sin pausa hacia el Pacífico… Todo eso y mucho más tiene su huella en esta novela.

Francisco Martínez Bouzas
 

martes, 1 de septiembre de 2020

"·LA GRAN CAÍDA": LAS EXPERIENCIAS DE UN ACTOR ERRANTE


La Gran Caída
Peter Handke
Traducción de Carmen Gauger
Alianza Editorial, Madris, 2020, 186 páginas.

   



 Peter Handke es y fue un autor controvertido antes y después de recibir el Premio Nobel  de Literatura  2019. Y todo ello porque asistió al funeral de Slobodan Milosevic, tras haber sido acusado por el Tribunal Internacional de La Haya para la antigua Yugoslavia (TPIY), y haber defendido a Serbia durante la Guerra de los Balcanes en la década de los noventa. La presencia en el funeral y la forma de pensar sobre la Guerra  por parte Handke fue considerada como un aquelarre escandaloso de nostálgicos ultranacionalistas. Una buena parte de la opinión mundial conoce a Handke por ambos hechos más que por el Premio Nobel de Literatura y su obra literaria. Sin embargo, y aunque el talento literario no garantice un criterio políticamente correcto, La Academia Sueca consideró que Peter Handke, por el conjunto de su obra merecía el galardón. Recordemos que el Premio Nobel de Literatura lo han recibido escritores muy controvertidos ideológicamente. Y así debe de ser, porque el Nobel no premia un comportamiento cívico o determinadas virtudes morales sino una obra literaria relevante. Y la de Handke lo es sin duda alguna. Su más de medio centenar de novelas, ensayos y obras de teatro así lo demuestran y lo convierte en un clásico contemporáneo de la literatura en lengua alemana.
   Es preciso leer La Gran Caída con la consciencia de que la obra literaria de Handke está constantemente aferrada la naturaleza y a todos los elementos del paisaje. Cada piedra, cada flor, cada árbol… escriben sus líneas en la obra literaria del autor austriaco. Y muchas de sus producciones son una invitación a la reflexión sobre la naturaleza y esencia del ser humano, sobre su soledad y también sobre la interacción con otros miembros de su especie. Y todo eso ya lo encontrábamos en su primera novela, Die Hornissen (1966 (Los avispones). Y lo seguiremos hallando en la mayoría de sus obras. También en La Gran Caída, una pieza literaria compleja, con una trama original, no apta para lectores superficiales.
   Y cuya trama tomo resumida de la sinopsis que ofrece el sello editor: “El protagonista de la Gran Caída, un actor de largo recorrido que ha de empezar el rodaje de la película de la cual es protagonista al día siguiente, se embarca en un cálido día de verano en un paseo ocioso, sin rumbo ni destino, por las calles de la ciudad en que se halla, desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Durante el recorrido, mientras observa la naturaleza  y rememora aspectos de su vida, se va encontrando con todo tipo de personajes –indigentes, parejas, presentadores de televisión, inmigrantes que hablan otras lenguas, un sacerdote…- a los que observa como actores del nuevo teatro del mundo, sin que sepa cuáles son reales y cuáles fruto de su imaginación. En esta obra Peter Handke(…) urde una conversación entre sociedad, política y naturaleza a través de este actor errante que todo lo observa y que se dirige inexorablemente hacia la “Gran Caída”, hacia su destino.” Todo este recorrido que debe conducir a la Gran caída se produce a lo largo de un día.
   Si algo pretende el escritor austriaco, gran captador de sensaciones y percepciones, es invitarnos a una peregrinación de gran profundidad estilística, a través de una escritura brillante a que tomemos conciencia de las grandes y pequeñas guerras. Las grandes las emprenden los países; las pequeñas se libran en nuestros hogares y en nuestro propio yo: guerras mortales de otra naturaleza, pero igualmente sin final a la vista.
   La escritura de Handke nos revela además que conocer a alguien en profundidad nos resulta tan imposible como inútil, porque ese alguien, sin excluir la mujer en cuyo lecho había dormido el actor un día que terminó con una gran tormenta matinal, y que le había insinuado durante la noche que lo amaba.
Y todo ello debido a nuestra naturaleza multifacética que jamás reaccionara de la forma que esperamos.
   Todavía es mayor ficción y engaño nuestro autoconocimiento. En el fondo somos actores que representamos papeles distintos ante cada desafío. Nuestro yo es pues un conjunto de máscaras que usamos  según nuestro provecho o capricho.
   En la novela, el ser humano es cotejado por sus límites, por esas carencias no previstas, por los miedos, por los desafíos que nos llegan de forma improvisada. Somos pues seres no programados, sin guiones, ni protocolos. Nuestra identidad es pues una verdadera indefinición que lleva amalgamada la indefensión.
   

                                               
Peter Handke

 En el relato de Handke se alude asi mismo al problema de la soledad. Y paradójicamente el escritor apunta a que esta soledad puede herirnos de forma más cruel en aquellos lugares que reconocemos, en los que han transcurrido los momentos más transcendentales e importantes de nuestra existencia, porque todo eso solamente es un recuerdo que en realidad ya no existe en el momento presente.
   En definitiva, una narrativa no solamente volátil, como se ha escrito, sino con múltiples connotaciones filosóficas. Lo que es indudables es que es una narrativa ligada al paisaje, a la naturaleza, cada ser de este mundo natural escribe sus líneas en párrafos de sumisión o de rebeldía que el rey de la creación, ese “Ridiculissime heroe” que diría Pascal, destruye sin remordimientos.  
   Una novela pues para reflexionar sobre los que es el ser humano y su relación con la naturaleza y la sociedad. Y en ese deleite con las reflexiones de Handke, cinceladas con un estilo pausado, de prosa poética de alta calidad, reside el mayor mérito de esta novela de un escritor que tiene fama de oscuro.

Francisco Martínez Bouzas