Galindez
Manuel Vázquez Montalbán
Edición de José Colmeiro
Ediciones Cátedra, Madrid, 2023, 639 páginas.
Galindez, la novela de Manuel Vázquez Montalbán, es uno de esos clásicos rescatados. En este caso por Ediciones Cátedra, en su colección Letras Hispánicas. Publicada en 1990, reproduce desde la ficción un episodio real. Reconstruye, en efecto, el secuestro, tortura y asesinato en 1956 de Jesús Galíndez, representante del Gobierno Vasco en el exilio ente el Gobierno Norteamericano. Galindez ha sido considerada una gran novela, incluible en la lista de las cien mejores novelas en español del siglo XX por un periódico madrileño, Galardonada con el Premio Nacional de Narrativa y ganadora de otras distinciones. Un pilar central de un autor imprescindible tanto en el terreno narrativo como en el poético y ensayístico
Olvidémonos ahora de sus novelas policiales, de Pepe Carvalho, y centrémonos en una novela que es un thriller político, precedida de una amplia introducción de José Colmeiro y de un aparato de notas que hacen de esta una edición crítica, como suelen ser las de la colección Letras Hispánicas de Cátedra. Una edición elaborada sobre la original de Seix Barral del año 1990.
Hoy sabemos que Galindez, que había presentado su tesis doctoral en la Universidad de Columbia, sobre el régimen del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo (La era de Trujillo) fue conducido el 12 de marzo de 1956 por la estudiante Evelyn Langa hasta su apartamento de la Quinta Avenida. Fue el inicio del secuestro. ¿Quién lo hizo, a dónde fue conducido y cómo terminó Galindez sus días? El caso dio lugar a múltiples informes, pero muy pronto quedó claro que, detrás del secuestro y eliminación de Galíndez, estaba Trujillo y su grupo de presión en Estados Unidos.
De inmediato la desaparición de Galíndez se convirtió en un escándalo internacional que supuso, con vistas a hacer desaparecer las huellas del secuestro, la eliminación de cuantos habían participado en él o habían sido simpes testigos. Mas ante lo evidente e inapelable no caben dudas. Tras ser torturado, Galíndez fue asesinado en 1963 y su cuerpo nunca fue encontrado. Después de más de sesenta años, el caso Galíndez no se ha resuelto de manera satisfactoria y definitiva. Un caso cerrado en falso.
Galíndez fue un reto para Vázquez Montalbán, y lo sigue siendo para los lectores, porque es a la vez una biografía, una novela histórica, novela de espías, de dictadores, novela negra, thriller político.
Treinta años después de la misteriosa desaparición de Galíndez, una joven universitaria estadounidense, beneficiaria de una beca, siguió las huellas de Galíndez en su tesis doctoral. Visita Euskadi y Madrid donde mantiene una relación afectiva y sexual con Ricardo, un joven funcionario que trabaja para el Ministerio de Cultura. Pero pronto recibe una carta del profesor que dirige su tesis en la que intenta convencerla de que abandone la investigación del tema, puesto que ha recibido amenazas en caso de publicarla. Mas la joven continúa su investigación y viaja a la República Dominicana. Sin embargo, algunas autoridades estadounidenses mueven cielo y tierra para que el caso Galíndez siga sumido en la oscuridad, estando incluso dispuestos a aumentar el número de víctimas.
Manuel Vázquez Montalbán
La estructura narrativa de Galindez sobresale por la compleja construcción del relato con constantes anlepsis y prolepsis, y por el complicado juego de personajes. En la novela hallamos un presente narrativo que se extiende entre 1968 y 1988, marcado por la investigación sobre Galíndez, por la teoría estadounidense y por las actividades de los agentes secretos que pretenden paralizar el trabajo. Un técnica narrativa multiperpectiva. Un estructura que puede ser calificada como circular, ya que múltiples eventos parecen repetirse, y aúna tiempos históricos y personalidades diferentes. Pero si algo es Galíndez, como ha puesto de manifiesto el editor, es una novela moral en la que destaca sobre todo la ética de la resistencia, entendida como un código de conducta moral alternativa al poder, incluso a costa de convertirse en víctima. Galíndez no se rinde jamás en sus luchas.
En la novela, anotaré por último, convergen tres tramas que avanzan, sobre todo dos de ellos de forma diferente y que el lector descubre fácilmente, a pesar de las analepsis o saltos hacia atrás, especialmente en dos de ellos que, al final confluyen en una sola y recrean una espantosa novela sobre el mal.
Francisco Martínez Bouzas
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