El libro de las ilusiones
Paul Auster
Traducción de Benito Gómez Ibáñez
Editorial Anagrama, Barcelona, 338 páginas
No es ninguna novedad, Entre otras razones porque hace aproximadamente veinte años que el escritor, guionista y director de cine que es Paul Auster (1947) la publicó esta novela. Además desde 2017 con 4 3 2 1 el multifacético Paul Auster no ha creado ninguna otra gran pieza de ficción. Sí no ficción: ensayos, menorías y autobiografías.
Alguien dijo alguna vez, para criticarlo, que como escritor era un buen mozo. Es una evidencia incontestable en este hombre de más de 70 años que en su infancia quería ser bombero, jugador de fútbol, y en su adolescencia pensaba que terminaría siendo escritor sin saber el motivo, sin tener muchas cosas que contar, y sin saber narrar demasiado bien. Una evidencia porque Paul Auster escribe tanto con el cuerpo como con la mente y, a pesar de la flebitis que convierte en dolor de cabeza cada uno de sus pasos, ni su cuerpo, ni su cabeza fallan a la hora de fabular.
Paul Auster comenzó a ser conocido en 1985 tras la publicación de La ciudad de cristal, el primero de sus libros y que entraría a formar parte de La Trilogía de Nueva York. Un libro que, como tantos otros de sus grandes éxitos, fue rechazado por no pocos editores. Finalmente lo publicó una editora de Los Ángeles, y Paul Auster comenzó a ser conocido, y también en España hasta el punto de que en 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
A continuación vendrían sus grandes fabulaciones, muchas de ellas criticadas por algunos críticos y lectores debido al papel que le concede al azar: El palacio de la Luna, La música del azar, Leviatán, La invención de la soledad, Mr. Vértigo… Ciertas distracciones cinematográficas y la edición de materiales ajenos ( Creía que mi padre era Dios) supusieron un alejamiento del escritor del azar de la verdadera ficción.
Mas Paul Auster regresó e incursiona de nuevo en el género narrativo con una excelente novela, para algunos críticos la mejor del autor. Con El libro de las ilusiones volvió a la gran literatura el escritor que mejor ha novelado las casualidades que gobiernan la vida humana. Y de nuevo quedamos prendidos por las trampas del azar. Un mundo pues en el que los encuentros fortuitos se convierten en destino.
Paul Auster
Eso precisamente es lo que le ocurre a David Zimmer, un escritor y profesor de literatura que flota en la nada y que ya no es ni la sombra de sí mismo. Hasta aquel momento en el que mirando casi sin ver la televisión, algo lo hace sonreír: el ínfimo encuentro con un actor cómico argentino, descendiente de gauchos judíos, que había emigrado a Hollywood para hacer films sobre tangos, y ser conocido como latin lover. La presencia de Hector Mann, un cómico que solamente emplea trajes de lino blanco y luce un fino bigote, cautiva a Zimmer que experimenta una evasión de su caos desolador.
A partir de entonces empleará la figura de Mann para tejer y destejer su propia desolación. Es la misión detectivesca de la novela, la salvación del yo perdido. Es el universo de los dobles, de las vidas paralelas, de los laberintos, de las caretas y de las sombras, tan queridos por Auster. He aquí pues el reencuentro con el más genuinos Auster, autor de historias maravillosas, tejidas con una cadencia rítmica y una elegancia no menos gratificante.
Francisco Martínez Bouzas
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