Dias de euforia
Pilar Fraile
Alianza Editorial, Madrid, 2021, 219 páginas
Esta novela de Pilar Fraile, ganadora por cierto del XIX Premio de la Crítica de Castilla y León, es una gran alegoría distópica en la que todas las relaciones interpersonales son virtuales. Heredera en buena medida, o al menos influenciada por la atmósfera lisérgica y el erotismo contundente -vocabulario incluido- del realismo sucio de Ray Loriga, si bien en ciertos momentos recuerda a la escritura de Juan José Millás. La autora, Pilar Fraile (Salamanca, 1973) es narradora, poeta y y doctora en Teoría de la Literatura.
Si algo es la novela, es sobre todo una indagación en las contradicciones que nacen de nuestra condición humana, cada día más condicionada. La escritora lo hace mediante una brillante, satírica y penetrante distopía que se adelanta a ese futuro que en gran medida ya se refleja en nuestros días. En la novela, que al inicio funciona como un libro de relatos con el riesgo de descolocarnos, los personajes van apareciendo poco apoco, y nos introducen en su universo, con su voz identificable que, al principio, da la impresión de ser muy distinta. Mas, a medida que el texto avanza, se van cruzando, siguiendo un camino con múltiples curvas y recovecos que como lectores tendremos que ir articulando a la manera de un puzzle.
Y todo ello en una novela que se incardina en los nuevos tiempos, limítrofes con la ciencia ficción negativa convertida en realidad y en donde el éxito depende de datos y estadísticas, un baremo que pretende hacerles felices. Pero también en esta competición por esa existencia feliz, nada es lo que parece.
La novela, dividida en dos partes:”Crecimiento”, “Descrecimiento”, se inicia con un sueño que María no se puede sacar de la cabeza. Sueña con gusanos que, o bien le damos una dentellada o son ellos los que nos van devorando. Ella y Roger tienen los jueves sus sesiones de sexo semanal, pero lo malditos gusanos delirados les obliga a cambiar el sexo por un paseo normal. Otro dato importante en la novela, el Big Data: gestionan su felicidad mediante algoritmos. Mas el sexo semanal es el alimento que precisan para aumentar los niveles de dopamina y serotonina. La siguiente semana, igualmente sin sexo. Y los algoritmos originales dejan de funcionar. Por eso María le sugiere a Roger que se busque otro match. Será una rubia y los resultados del nuevo algoritmo resultan ser óptimos, hasta el punto de llegar a pensar en incluir al porno en las estadísticas y algoritmos.
En una breve sinopsis, se puede decir que en Días de euforia hay una amalgama de destinos que dependen de una distopía en la que el éxito está en manos de algoritmos, de cifras, estadísticas…todas ellas en búsqueda de la felicidad. Pero la existencia de los protagonistas (una analista de Big Data, un bróker, una experta en reproducción asistida, un gestor de grandes capitales) entra en quiebra cuando la realidad se aleja del guión que habían imaginado. ¿Alguna salida? Una búsqueda frenética de soluciones. El sueño con gusanos que aparece en las primeras páginas del texto, empujará a María, una de las principales protagonistas, a interrogarse sobre su forma de vida, porque ella también será víctima del conglomerado poco menos que incontable de datos y cifras.
Pilar Fraile
Pilar Fraile emplea en esta novela una estructura en gran medida coral. Con distintas voces, a veces disonantes, pero que la autora va conjuntando hasta el punto de darnos la impresión de que escuchamos una única voz. Novela alegórica y a la vez inquisitiva que debería remover conciencias y preguntarnos si los datos y estadísticas para crear algoritmos son el camino apropiado para caminar por la senda de la felicidad.
La novela toca muchos otros temas, como las relaciones de pareja, la función del porno, los deseos reprimidos, el interrogante de si somos dueños de nuestro destino o estamos sometidos a un implacable control que quizás no percibamos, pero que está ahí. Y difícilmente seremos capaces de escapar a sus decisiones tendentes a manipular nuestras decisiones. Este es el rostro exitoso y feliz que pretenden vendernos en un mundo superfluo donde todo el mundo aparenta lo que no es y nuestra existencia aparece gobernada por cifras y algoritmos. Hacia este mundo psicótico caminamos en nuestro tiempo, en la sociedad del Big Data que recopila nuestros datos, todo lo que somos para dictarnos cómo ser felices.
Francisco Martínez Bouzas
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