martes, 12 de noviembre de 2019

SOBRE "EL ORIGEN DEL MONO"


El origen del mono
Juan Pedro Aparicio
Menoscuarto, Palencia, 2019, 84 páginas.

   



    Una indudable vocación por contar historias que se manifiesta y explaya en todas las modalidades narrativas: la novela, el cuento, la microficción y el relato de viajes, define la obra escritural y creativa de Juan Pedro Aparicio (León 1941). Su debut en la literatura, y que marcó sus inicios fue el cuento. Más de una veintena de piezas que tienen su comienzo en El origen del mono (1957), y que ahora reedita  el sello palentino Menoscuarto.
   Con El año del francés (1986), Juan Pedro Aparicio logró un amplio reconocimiento que será confirmado cuando tres años más tarde, en 1989, logró el Premio Nadal por su novela Retrato en ambigú. Otras novelas suyas muy notables entre las que sobresalen La forma de la noche (1994), y su último libro publicado Nuestros hijos volarán con el siglo (2013) acrecientan su obra creativa.
   Si hay algo que define la obra de Juan Pedro Aparicio es su firme voluntad por contar historias que tiene su expresión, como he dicho, en todas las formas de la narrativa, y su apuesta que considero esencial en la literatura: la narratividad. Suya es la sentencia que asumo en toda su plenitud: “No vale que uno acumule palabras, si no hay narratividad no hay relato”.
   El origen del mono, relato o pequeña novela se inicia con la crónica titulada “El origen del mono” que reproduce la teoría del profesor Abermalsnathy, un nazi acogido en Estados Unidos, como tantos otros, según la cual el hombre no desciende del mono sino al revés: el mono es quien desciende del hombre. Para defender tal teoría, alude a Caín y a Abel. El mono y el hombre serían iguales en las remotas fechas de su nacimiento, pero, en su evolución, Caín, (el homo sapiens), logra una ventaja sobre Abel que le impide  para siempre el normal desarrollo de sus facultades.
   Este primer Caín sería el hombre de Neanderthal, y más tarde el Austrolopithecus africanus. Un periodista, Braulio Schatzmann tras una juventud académica bastante descentrada logra  ser reclutado como expedicionario para un safari en África. Y en la espesura, la esposa de Braulio vio una criatura incierta cuyo pesado correr y gesticular le diferenciaban de los indígenas. Así mismo, dos meses después de la conferencia, el profesor nazi fue expulsado de la Universidad. Se somete a un tratamiento y logra una pigmentación obscura. Y entre contactos y rencillas entre los expedicionarios, con juegos entre la fantasía y la realidad, transcurre el relato. El origen del mono.
    
                                                 
Juan Pedro Aparicio


Pero lo que sucede en África no es lo que seduce al lector. La seducción, si acaece, proviene del gusto del autor por contar historias, por provocar el placer de la lectura. Seguramente no será El origen del mono una pequeña pieza en la que el lector hallará más deleite. Una obrita que participa por igual del relato y de la novela corta.
   Anoto finalmente que los relatos de Juan Pedro Aparicio, a medida que su escritura se va consolidando, tienen la virtud de hacer coexistir una base o espacio real inidentificable con una geografía concreta que convive con un derroche de imaginación. Algo que el lector apenas podrá observar en El origen del mono, un debut origen de una rica obra literaria.

Francisco Martínez Bouzas

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