viernes, 14 de abril de 2023

EN EL SETENTA ANIVERSARIO DE "EL LLANO EN LLAMAS"

 El llano en llamas

Juan Rulfo

Editorial R.M. Barcelona, 2016, 174 páginas

 

    

   Los buenos libros, ciertas obras de ciertos autores, son inmemoriales. Los leemos y releemos una y otra vez. Eso precisamente es los que ocurre con las dos únicas obras que publicó Juan Rulfo (Apulco, 1917 – Ciudad de México, 1986) Juan Rulfo es una rareza dentro del mundo editorial. Fue un reputadísimo autor, uno de los más importantes del siglo XX, pese a que solo publicó dos libros de corta extensión: Pedro Páramo (novela) y El llano en llamas (relatos). Podría decir que pocos escritores han conseguido tanto con tan poco.

   El llano en llamas es una colección de relatos, editada como libro en 1953. Pocas veces una obra tan corta dio a su autor una fama tan universal como en el caso del escritor mexicano. Hoy en día, el escritor nacido en el estado de Jalisco, es un verdadero hito en la historia de las letras latinoamericanas contemporáneas. De ahí, los homenajes que se le tributaron cuando  El llano en llamas cumplió la mayoría de edad de los 50 años. Un libro que marcó y dejó su huella en escritores como Gabriel García Márquez. El nobel colombiano confesó, en su día, que el descubrimiento de los relatos de Rulfo le ayudó a evadir del callejón sin salida, tras haber escrito sus primeros cinco libros.

   Como Borges, Rulfo funda “una modernidad en las orillas” (Beatriz Sarto), pero ha sido víctima de lecturas contradictorias. Sus sorprendentes estructuras y su artificioso empleo de la oralidad local suelen ser consideradas como resultados, en cierto modo accidentales, de una realidad extravagante.

   El autor de El llano en llamas frecuentó los más diversos sistemas literarios, el brasileño y el escandinavo de forma especial, pero no nos legó un canon de sus gustos. Por eso mismo se difundió el mito de Rulfo de “mágicas inspiraciones”. Mito que olvida que estamos ante uno de los más arriesgados y rigurosos renovadores formales de la narrativa en lengua española. Los paisajes y los contornos le sirven a Rulfo no para rendir testimonio, sino para levantar símbolos.

                                              

                                       

                                           Juan Rulfo

 

   ¿Cuál es la razón de que la obra de Rulfo sea tan atractiva siendo tan breve? Los es porque cada  superficie textual es apenas la corteza que esconde filones inagotables. Rulfo fue capaz de resolver de forma admirable el problema de la tendencia a la prolijidad y al exceso retórico en la narrativa latinoamericana, transformando las estructuras profundas en un amplio conjunto de mensajes implícitos que antes de él se hubieran  enunciado de modo explícito y abierto.

   Por todo ello el corpus rulfiano permanece como un monumento particularmente esbelto. Como una fase hasta el día de hoy insuperada de conciencia y realización de del arte literaria en un breve conjunto de páginas. Tanto en la novela como en los relatos, Juan Rulfo nos transporta con gran maestría de lo real a lo fantástico, por medio de un estilo vigoroso, poético, profundamente arraigado en lo popular y basado en la concisión. Por todo esto, entres otras virtudes, Rulfo sigue vivo.

 Francisco Martínez Bouzas


domingo, 9 de abril de 2023

UNA NOVELA FANTASMAGÓRICA SIN FANTASMAS

El último día de la vida anterior

Andrés Barba

Editorial Anagrama, Barcelona 2023, 140 páginas.

 


   

 

   Una novela que parte, según su propio autor, de una “imagen atragantada” que parece ser que le acompañó durante años. Se trataba  de una mujer entrando en una casa y repitiendo en bucle una acción que el autor intentó trasladar a un cuento o a un guión. De esta imagen surge una novela de fantasmas, un subgénero que quita la pose y nos enfrenta, y enfrenta al propio escritor, a una estructuras en la que este debe saber qué partes son inamovibles y cuáles no.

   Con esta novela Andrés Barba (Madrid, 1975), que saltó a la fama con La hermana de Katia y que tras la publicación de Vida de Gustavino y Gustavino, decidió abandonar la autoficción y la literatura del yo, y apostar por otras sendas: La “ficción absoluta” que puede representar la realidad más que el propio documentalismo y conectar con ella de forma más salvaje. Andrés Barba pretende hacer un retrato total mediante la sola ficción ya que con ella, piensa, se puede decir la verdad. Se adentra pues en la literatura de fantasmas que parece la antítesis de la realidad, mas por su novela circulan temas que le han acompañado siempre, el mundo de la infancia entre otros.

   El último día de la vida anterior es, en palabras de Mariana Enriquez “una novela fantasmagórica sin fantasmas”. Y quizás acierte en su definición porque, según el mismo autor, cada vez vivimos más en un mundo espectral, una convicción a la que han contribuido las redes sociales.

   El íncipit de la novela son los preparativos de una casa que realiza la empleada de una inmobiliaria,  para que unos posibles compradores la encuentren a gusto. Durante esas tareas se localiza en la cocina a un niño que ni siquiera pestañea, pese a sus siete años. La aparición se repite, y la mujer se ve obligada a despegarse de la cotidianidad de su mundo para atravesar el espejo. Lo que halla al otro lado es un tiempo suspendido, una vida repleta de apariciones, de dobles y de cruces temporales.

   La precisión que Andrés Barba puso en la confección de esta pequeña novela, le emparenta con los grandes clásicos del subgénero fantástico y de fantasmas, como, por ejemplo, con Otra vuelta de tuerca Henry James, pero en versión de nuestros días, en la que el lirismo, la exquisitez y la crueldad juegan su papel. El autor, en definitiva se interna en los vínculos entre el pasado y el presente, en lo que vamos dejando atrás, y en lo que no puede perdonarse.

  

                                           

                                         Andrés Barba

 

 La trama, sin embargo, mantiene su enigma,  a pesar de que el fantasma nos pone en compromiso, porque no sabemos lo que nos va a requerir. No falta en la novela el recurso a la intertextualidad:  la cita inicial de Lewis Carrol y ciertas ojeadas a Henry James, Charles Dikens o Shirley Jackson. Otros de sus referentes es Mary Shelly, Stanislaw Lem (“su padre espiritual”)

   En resumen, Andrés Barba, en una novela breve, ha logrado un relato “conciso, envolvente, perturbador y deslumbrante”, que hará las delicias de los amantes de las novelas fantasmagóricas sin fantasmas. Menor impacto producirá a los que no somos demasiado aficionados al subgénero.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

jueves, 6 de abril de 2023

UNA EXPERIENCIA HUMANA TOTAL

El acontecimiento

Annie Ernaux

Traducción de Berta Corral Corral

Tusquets Editores, Barcelona, 128 páginas.

     

 

   Annie Ernaux (1940) fue la primera mujer francesa galardonada con el Premio Nobel (año 2022). La Academia Sueca resaltó el coraje y la agudeza clínica con la que destapa las raíces, las alienaciones y limitaciones colectivas de la memoria personal, y que la propia autora confiesa vivir sus libros.

   Y también los vive en esta novela en El acontecimiento, en la que en la ciudad de Rouen descubre que se encuentra embarazada. Estamos en octubre de 1963, una estudiante de veinte y tres años detecta un embarazo no querido, y se ve obligada  a recurrir a vías clandestinas para poder interrumpir su preñez, ya que en Francia el aborto todavía era ilegal. Ni siquiera posee un lugar en el lenguaje.

   El acontecimiento rescata los días y las etapas de una “experiencia humana total”: la desesperada búsqueda de soluciones, la apatía, la ambigüedad de los médicos y la sistemática fascinación de los varones, la compañía de algunos vecinos de la calle, y el encuentro con la madre, no exenta de cierta fiereza y acritud.

   El acontecimiento selecciona además,  uno por uno, los sentimientos y emociones de la protagonista: la espera todavía con la ilusión y anhelo de que el ciclo retorne, hasta el terror cuando definitivamente tiene la certeza de su embarazo, así como el extravío y la desesperanza cuando se encuentra sola y sin ninguna solución.

   El relato del proceso abortivo, y por consiguiente de la conclusión del embarazo se hallan casi como esculpidos en la piedra, y por lo tanto jamás se olvidarán. No es de extrañar que los varones sean únicamente espectadores: desde la mirada exclusivamente indiferente unas veces, otras llena de censuras. Solamente son las mujeres las únicas que se atreven a ayudar a Annie, ya sea por compasión, ya por dinero, porque hasta su propia pareja se desatiende del asunto.

   Al final del libro, el lector no puede permanecer esclavo de la compasión o de la piedad. La reacción que debe brotar es la de cuestionar por qué Annie no ha podido vivir en su momento este dramático acontecimiento en la seguridad de un hospital. ¿ Por qué tuvo que ampararse en el riesgo de la clandestinidad, como se han visto obligadas a hacer millones de mujeres?

    

                                                

                                          Annie Ernaux

 

   El acontecimiento es pues el relato de un suceso muy duro en la vida de una mujer: el aborto. Y la autora lo relata haciéndonos partícipes de una historia tan trágica como conmovedora, reveladora de la situación de la mujer en los años sesenta. Y lo ejecuta en una obra que emplea distintos niveles narrativos y temporales.

   En la arquitectura narrativa la autora introduce secuencias con reflexiones entre paréntesis que sirven para analizar los que ocurre en el momento del acontecimiento que la autora documentó en una agenda. Annie Ernaux fue capaz de dar cuenta de semejante e íntima situación sin caer en el quejumbroso testimonio al que cierta literatura nos tiene acostumbrados. Una escritura escueta, sin muchas palabras ni adornos, sin irse por las ramas, recreando las incontables situaciones críticas y horrorosas que le acontecieron. La ausencia de ornamentos y límites es en este libro una plausible virtud. A la autora le es suficiente la fuerza de su escritura, sin concesiones, para convertir su propia experiencia en un escalofriante relato de una realidad prácticamente universal.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

sábado, 1 de abril de 2023

ALIMAÑAS EN LA SEVILLA DEL 36

Crisanta

Juan Ramón Biedma

Alianza Editorial, Madrid, 2023, 435 páginas.

 

   

 

   Juan Ramón Biedma (Sevilla, 1062), autor de Crisanta, ha cultivado sobre todo tres  géneros en la narrativa ficcional: novela negra, psicológica y fantástica. Posiblemente su obra más conocida por la que recibió el Premio Hammettx es El imán y la bruja (2008). Otras obras suyas que merecen ser citadas son El sonido de tu cabello (2020) y El manuscrito de Dios (2005). Crisanta (2023) es por el momento su última entrega. Una novela plagada de peripecias e historias. Pero también de amor y de muerte.

   El escenario de la novela es la Sevilla de finales de octubre de 1936, una ciudad controlada a sangre y fuego por los rebeldes fascistas, tras el golpe militar y la rebelión contra la República, con el general Queipo de Llano como verdadero virrey que decide entre la vida y la muerte a su capricho, señalando a quienes se ejecuta sin juicio y con nocturnidad en los paredones de los cementerios. La tragedia está pues presente en cada puerta, tras cada ventana. La novela consuma el deseo  del escritor de escribir lo que fue la retaguardia de la Guerra Civil en la capital hispalense, que es mucho más que los relatos que hallamos en los libros de historia.

   Sevilla es pues el escenario, pero una Sevilla en una versión cutre y sórdida, en la que ciertos espacios como las fábricas abandonadas, los caserones deshabitados, ciertos espacios ferroviarios desamartelados son los preferidos por el autor.

   En estos escenarios se desenvuelven dos tramas que a lo largo de la novela se van intercalando. Por un lado en esas fechas del 36 ha desaparecido un tríptico del siglo XVI de Jan Van Eyck. Crisanta es una mujer que contrabandea  con los objetos religiosos que ambos bandos expolian en las iglesias. Recibe el encargo de localizarlo. Si lo logra, le ayudarán a salir de un país  vetado para ella por el obscurantismo. Asume la misión  a pesar de que piensa que el tríptico atrajo el desastre sobre los profanadores.

   Con esta trama convive otra que nos da cuenta de los brutales asesinatos de niños y que es investigada por ciertas personas que opinan que la muerte y la vejación de inocentes no deben quedar sin castigo.

   Como ya quedo indicado, de la primera trama se hace cargo Crisanta, principal protagonista de esta novela. A Crisanta se la describe sin eufemismos: “(…) pertenece a una categoría de mujeres feas que vuelven locos a todos los hombres y a la mayoría de las mujeres”. Con el fin de lograr sus objetivos establece un pacto con Manuel Díaz Mayordomo (en realidad Manuel Díaz Criado) delegado gubernativo y máximo responsable de la represión fascista en Sevilla, cuya mano ligera firma a diario decenas de penas de muerte.

   Esta trama que teje una tela de araña con la anterior, gira, como ya se indicó, sobre el asesinato en extrañas circunstancias de una gran cantidad de niños. De esta pesquisa se hace cargo el grupo de la Sociedad Mediúmnica Sevillana, un grupo de investigadores de fenómenos paranormales. Es una inmersión voluntaria o involuntaria  en una resolución sobrenatural con diversas fuerzas y personajes, que despliegan sus deseos más ocultos, sin importarles  el dolor y la muerte de seres inocentes.

    

                                    

                                      Juan Ramón Biedma

 

   El autor tiene un gran acuidad que le permite desplegar ambas tramas de forma intercalable, lo que contribuye a que el lector se haga una idea verosímil de una ciudad que soporta un momento crucial en la historia, con enemigos ideológicos a los que hay que exterminar. Todo esto genera miedo, pánico por  el peligro de perder la vida, por las delaciones interesadas mediante las que se dirimen viejas querellas, y por la identidad de mujeres y homosexuales vejados de forma infame.

   Un estilo de prosa preciso y al mismo tiempo impactante, sin adornos y aliños innecesarios, con un ritmo narrativo que mantiene la tensión debido a la intercalación de escenas de ambas tramas que terminan por confluir  en esta novela del mejor Caravaggio de la literatura negra española, como se ha escrito.

 

Francisco Martínez Bouzas