sábado, 29 de julio de 2023

EL GRAN SIMULACRO DE LA NUEVA INGLATERRA

Inglaterra, Inglaterra

Julian Barnes

Traducción de  Jaime Zulaika

Editorial Anagrama, Barcelona, 2023, 317 páginas.

   

 

   El pasado mes de junio, Editorial Anagrama reeditaba en su colección “Compactos” la novela Inglaterra, Inglaterra, publicada ya con anterioridad (1999) en “Panorama de narrativas”. Su autor, Julian Barnes (Leicester, 1946), lexicógrafo, editor literario, crítico cinematográfico, pero conocido sobre todo como narrador, como autor de novelas cortas, ejemplo del posmodernismo literario. Y de novelas de gran formato como El loro de Flaubert, que lo consagró como relevante escritor de narrativa ficcional, y a la que seguirían Inglaterra, Inglaterra, Niveles de vida o El sentido de un final, con la que se hizo merecedor del Premio Booker. Julian Barnes es sin duda uno de los más notables exponentes de la actual narrativa británica. Su escritura configura una manera privativa de hacer literatura que siempre  augura a los lectores placeres, sorpresas, verdades cristalinas o laberínticas, y también grandes interrogantes sobre temas cruciales como la muerte.

   Dueño de una escritura, a veces oblicua y críptica, Julian Barnes teje y amalgama ficción, memorias personales y asuntos relacionados con el amor. Sobre todo con el amor romántico que perdura más allá de la muerte. También se adentró en el terreno de las novelas policíacas que publicó bajo el pseudónimo de Dan Kavanagh, el apellido de su segunda esposa que fue así mismo su agente literario.

   Se internó igualmente  en el terreno satírico. Inglaterra, Inglaterra es una muestra: una sátira con la que ataca las demagogias patrioteras de sus conciudadanos. La trama argumental tiene como cimientos una idea jocosa: Sir Jack Pitman, un magnate posmoderno, decide levantar en la Isla de Wight una obra monumental que le sucederá en la posteridad, puesto que será una copia perfeccionada de su amada Inglaterra, a la que considera imperfecta y decadente. Para ello, invierte una fortuna en la compra del territorio donde recreará, al modo de un colosal paraqué de atracciones temático, todo lo que merece la pena ver y conocer de Inglaterra. Sera la nueva Inglaterra, una forma de conservar las esencias británicas preservándolas de los propios ingleses.

   Parte de la idea de que la gente desea y disfruta más con la copias que con el original. En su parque temático, no faltará nada de lo británico más puro, especialmente de lo londinense: los taxis, los autobuses de dos pisos, la cabinas telefónicas o el Big Ben. Nada se escapa de su imaginación y de su dinero, incluida una representación de la Batalla de Inglaterra. Para levantar su magno proyecto se rodea de un equipo multidisciplinar de colaboradores, incluida una psicóloga, Martha Cochrane, la cínica oficial del Proyecto,  que es el personaje conductor de la novela, y que es capaz de manejar las mismas herramientas que su jefe, Jack Pitman.

   Entre los dos convierten Inglaterra, Inglaterra en un gran éxito comercial, con una perfecta identificación entre la copia y el original, hasta el punto de que los mismos empleados del parque comienzan a identificarse con los personajes a los que representan: Robin Hood, la reina Victoria o el doctor Johnson.

   Sin embargo, Martha cae en desgracia y regresa a la Inglaterra real. Y Julian Barnes nos permite ver el contrapunto de lo que acontece en la feliz Inglaterra  de mentirijillas, así como el derrumbamiento económico y político de la Inglaterra real: hundimiento de la libra, independencia de Escocia y Gales y, sobre todo, la pérdida de conciencia de sí misma. La Inglaterra real, rebautizada como Anglia, se transforma en un estado rural y despoblado: un país medieval y rural. E Inglaterra, Inglaterra, creada para  copiar el original, recrea su pasado y en ella se afianza el futuro.

   

                                             

                                             Julian Barnes

     La novela, como ya he señalado, satiriza el patriotismo y ofrece una imagen de cómo sería un Estado sin Estado, el sueño no tan utópico del ultraliberalismo, que aspira a remplazar el gobierno por una dirección ejecutiva, y las leyes por términos contractuales entre empleadores y empleados.

   Como en otras novelas, Julian Barnes construye Inglaterra, Inglaterra con una estructura tripartita. Un tríptico en el que la segunda parte se subdivide a su vez en tres partes. En el epílogo, “Anglia”, nos permite ver las consecuencias económicas que ha provocado el proyecto de Sir Jack Pitman sobre la Inglaterra de siempre, transformada en un mundo rural. Es reseñable la capacidad narrativa del autor, sus juegos de palabras, la revitalización de imágenes y sobre todo la tonalidad irónica que transmite su prosa, con diálogos profundos repletos de referencias culturales. Así pues, ingenio agudizado para  poner en solfa las tentaciones y excesos identitarios.

Francisco Martínez Bouzas

 

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