domingo, 8 de noviembre de 2020

"UN AÑO EN EDIMBURGO": NOVELA DE SECRETOS FAMILIARES

 

 

Un año en Edimburgo

Marieta Alonso

Ediciones Editorum, Madrid, 2020, 244 páginas.

 

   

   ¿Habla usted cubano? Significó el debut literario de Marieta Alonso, hija de la cultura cubana y española (reside en España desde 1971). Aquel es un libro en el que las fantasías de la autora nos llegaban en formato breve, cuentos con sabores y acentos cubanos. Pero, años más tarde, en 2018, Marieta Alonso, con La huella de los Adioses, dio el salto a la novela de largo aliento y paginación. No obstante su unidad temática, la autora ficcionalizaba en su estreno como novelista, temas que tenían que ver con una saga de españoles-cubanos, que van y vienen a la Isla caribeña, y desde la misma a tierras gallegas, con múltiples saltos en el tiempo. Pero hace unos meses, Marieta Alonso da el salto a otro tipo de novela de compleja calificación porque es muchas cosas a la vez: novela de familias, de secretos escondidos, de crímenes y traiciones, thriller, saga coral… Y que relaciona Cuba,  “la novia querida de tantos gallegos” (página 21), con Galicia, con A Coruña más en concreto, donde están las raíces de algunos personajes. Se trata de Un año en Edimburgo.

   La novela se inicia con la captación de una sensación de peligro por parte del lector: una mujer tendida en el suelo porque, con un silencioso disparo, un hombre la mata mientras está fregando. La asesinada es Elizabeth; y con su asesinato también desaparece su hija, una bebé de pocos meses. Un trágico y preocupante acontecimiento que sucede en la capital de Escocia. Edimburgo a donde se había trasladado la acción.

   Pero, de pronto, la novela da otro salto en el tiempo y en el  espacio y nos sitúa en el año 2000 en A Coruña. Y un nuevo personaje femenino, Sybilla, una mujer que tiene poderes especiales y tendencias fuera de la normalidad, entra en acción. Y en este personaje femenino y quizás en otro de nombre Katherine se centra buena parte del relato. La novela además penetra en el interior de una familia y ahonda en sus secretos. Un nuevo salto en el espacio y la acción nos vuelve a situar en tierras escocesas, y en Edimburgo renacen los recuerdos, entre ellos el del accidente mortal en el coche que conducía el novio de Katherine.

   Como no es misión del crítico spoilerizar  la trama novelesca, me limitaré a reproducir parte de la breve sinopsis de la contraportada del libro: “En el años 2000 Sybilla, una coruñesa con un don excepcional, descubre los secretos de la familia McLean”.

   Por mi parte,  me limito a conceptuar la novela, sus virtudes y defectos, en una apreciación siempre subjetiva. Novela que es muchas cosas a la vez: costumbrista ya que refleja el ambiente de cierta sociedad gallega y  escocesa, de relaciones familiares, con múltiples personajes -cuarenta relaciona la autora en el apéndice ¿Quién es quién?- Más otros muchos que intervienen sobre todo en conversaciones y que dificultan la tarea del lector. Novela que con el costumbrismo amalgama, investigación, intriga, secretos familiares, leyendas, y que a veces se desvía en historias secundarias que no tienen demasiado que ver con el tema principal. Estructurada por meses: se inicia en diciembre de 1944 y concluye en el mismo mes del año 2000.

    

                                       Marieta Alonso

 

   Abunda también en la novela la transcripción literal de conversaciones y relatos personales, escritos tiempos atrás. En definitiva, una trama novelesca relatada en tercera persona, que descubre fundamentalmente la vida y los secretos de familias escocesas, relacionadas alguna de ellas con Galicia. Por poner un ejemplo, el padre de la gemela Marina era su tío y sus medios hermanos, sus primos. Ficción rica, a pesar de su complejidad, porque su estructura constructiva, incluye múltiples materiales diversos, y en mi opinión demasiados  personajes e historias secundarias. Contención pues es lo que precisa la escritora que maneja perfectamente el estilo de una prosa sencilla y natural. La misma lengua pulcra que ya demostró en obras anteriores.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

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