miércoles, 16 de mayo de 2012

"LA MENNULARA", EN LA SICILIA DEL GATOPARDO


La Mennulara
Simonetta Agnello Hornby
Tusquets Editores, Barcelona, 321 páginas
(LIBROS DE FONDO)


Simonetta Agnello Hornby, siciliana de origen pero residente en Londres desde hace cuarenta años y nacionalizada inglesa, ejerce de abogada y preside el tribunal “Special Educational Needs”. Es una escritora tardía que se convirtió en novelista por culpa de un retraso aéreo. Durante más de cincuenta años de su vida no fue consciente de que en su imaginación había una historia que tenía que ser contada. Pero un día, mientras esperaba su vuelo, se le reveló un personaje de mujer, quizás una amalgama de experiencias propias y ajenas. Y escribió La Mennulara con la misma pasión y decisión de enganchar al lector  con las que redacta sus informes acerca de situaciones vividas en ambientes marginales para que el juez de turno no lo abandone, cansado y sin terminar la lectura.
En la sólida y madura capacidad de narrar que encontramos en esta novela de su debut literario, brilla con luz propia la figura de una mujer: Maria Rosalia Inzerillo, conocida como la Mennulara por haber sido en su infancia una hermosa y diligente recogedora de almendras. A través de su historia, Simonetta Agnello expone un sumario de ofensas y de sufrimientos universales. La novela, en efecto, es la historia de una mujer generosa que sufrió mucho en su vida, y así mismo, la historia del control que logró ejercer empleando la inteligencia.
La novela se inicia con una fecha y una muerte: lunes, 23 de septiembre de 1963, en Roccalomba (Sicilia), muere Maria Rosalia Inzerillo. Humilde sirviente de la familia Alfallipe y administradora de su patrimonio, la Mennulara encarna para los habitantes del pueblo un gran misterio. Está en la boca de todos, se especula con las riquezas que habría acumulado, favorecida quizás por unas ocultas relaciones con la mafia local. Todos hablan de la Mennulara porque todos la conocen y a la vez la ignoran. Hay quien la odia y la maldice y quien la recuerda con gratitud. Sin su presencia Orazio Alfallipe habría disipado rentas y propiedades. Sin ella, Adriana Alfallipe, una vez fallecido su marido, habría permanecido sola en un enorme palacio. Sin la Mennulara los hijos de Adriana y Orazio habrían crecido sin ningún futuro. Porque esta mujer había dedicado toda su vida a servir con lealtad rayana a lo patológico a los acaudalados señores Alfallipe. Mas ¿cómo se explica que con el paso de los años se convirtiera en administradora de los bienes de sus señores? ¿Por qué estos se resisten, en un primer momento, a cumplir ciertas insólitas y embarazosas disposiciones del testamento de la Mennulara?
En la novela de Simonetta Agnello Hornby, una humilde y enigmática criada se erige en el centro de una gran intriga que se ramifica en unos extraños acontecimientos que aumentan el deseo del lector por entender el misterio que esconden. Pero, sobre todo, lo que observará será una gran panorámica de la vida siciliana. Porque la totalidad de la trama está constituida por las voces de los habitantes de la villa de Roccalomba, que recorren la vida de esta mujer ofreciéndonos representaciones distintas, y con frecuencia contradictorias, al menos aparentemente.
La autora, después de la progresiva definición del personaje de la Mennulara, nos descubre el mundo escondido de las formas de comportarse de la mujer siciliana. Su silenciosa omnipresencia, su intuición para mantener el poder con aparentes cesiones. Y nos introduce en las esencias de un pueblo, el siciliano, que origina en su seno una sociedad multiforme, estructurada rígidamente de forma tradicional, clasista y controlada por la mafia. Un cuadro que nos recuerda a la Sicilia del Gatopardo, pero que se acerca al progreso y en la que sigue actuando una mafia con estrategias renovadas y a la vez peculiares. En este cuadro, una criada no debería ser el epicentro de una trama. No obstante, la Mnuulara se erige en el eje de una novela coral construida  con las voces de los habitantes de la villa de Roccalomba.

Simonetta Agnello Hornby

“Opera prima” de Simonetta Agnello, La Mennulara,  es al mismo tiempo un interesante relato de intrigas, un entretenido romance coral y un vivo fresco de la Sicilia de los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. En la sólida capacidad de narrar de esta mujer en su debut literario, brilla sobre todo la figura del personaje central, la Mennulara. Pero sobre todo constituye un homenaje a la fuerza y al encanto de la inteligencia y a la forma como esta es capaz de afirmar su propia supremacía. Un nuevo romance siciliano, una región esta vez en fase de transición. Y sobre todo, un gran retrato de una mujer inolvidable, que emerge entre las sombras y el misterio en un universo rural y opresivo, inmóvil en apariencias, en el que se enfrentan un pasado que se resiste a desaparecer y una modernidad que no acaba de llegar.

Francisco Martínez Bouzas

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