Slavenka
Drakulic
Traducción
de Luisa Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pistelek
Editorial
Anagrama, Barcelona, 232 páginas.
Como si yo no estuviera es una novela testimonial. Uno de los relatos más escalofriantes,
basado además en hechos reales, que se pueden leer en la actualidad en la
literatura universal. Traducida a múltiples idiomas, incluidos algunos
minoritarios.
De nuevo la expresión literaria del horror,
del pavor, de la máxima humillación a la que puede sr sometido el ser humano; y
al mismo tiempo, y a pesar de todo eso, la manifestación así mismo de la fe en
la condición humana. Su autora es la periodista croata Slavenka Drakulic que en
esta obra refleja con mirada realista cómo la guerra de Bosnia fue padecida por
múltiples mujeres en un campo de concentración en el año 1992. Una guerra por
motivos étnicos que una vez más hizo explotar a los Balcanes, y en la que una
de sus finalidades, la limpieza étnica, encontró en la violación sistemática de
las mujeres musulmanas un arma sumamente apropiada. Como afirma Slavenka Drakulic,
los soldados serbios pretendían forzar a todas las mujeres musulmanas a parir
niños serbios. Mientras tanto, Europa cerraba los ojos.
El relato de la periodista croata recoge una
de la muchas historias de las que fueron víctimas las mujeres en los campos de
prisioneros de la guerra de Bosnia, en la que las violaciones y los asesinatos
fueron empleados en la última fase de la limpieza étnica. El resultado es una
novela demoledora y despiadada.
Sus protagonistas son las mujeres
bosníacas hechas prisioneras por los
serbios. Fueron víctimas de malos tratos psicológicos, agresiones directas,
violaciones y asesinatos. La escritora se sirve de un personaje principal, S,
una mujer bosníaca, hija de madre serbia y padre musulmán. En ella están
concentradas y representadas los miles de mujeres que sufrieron su misma
suerte. La novela refleja los pensamientos y la
historia repleta de pesadillas de esta mujer, recuperada en el momento en el
que acaba de parir un niño en un hospital sueco, consecuencia de las múltiples
violaciones a las que fue sometida. La guerra para ella es este niño que tuvo
que parir y que siente crecer en su vientre como si fuese un tumor, una enfermedad,
un parásito que quiere alejar de su cuerpo. El niño que acaba de dar a luz será
entregado en adopción, pero ella, de forma instintiva, decide alimentarlo, y
este hecho la empuja a recuperar con la memoria el calvario padecido.
Todo da comienzo en un cálidos verano de
1992. S con las restantes mujeres de la aldea en la que habita es encerrada en
un campo de concentración. Pero muy pronto, juntamente con otras mujeres
jóvenes, será confinada en la “habitación de las mujeres”, y allí se convierten
en esclavas sexuales de los soldados serbios que las violaban a diario.
Paralizadas por el miedo, no se resisten hasta el puto de merecer de sus
violadores este comentario: “eras mansa como un cordero”.
La escritora describe con crudo realismo
este proceso de deshumanización sufrido por las prisioneras a través de la
violencia sexual: sensación de pasmo, de
inercia, de carecer de voluntad, de que el propio cuerpo se mueve como un
autómata. Pero llega un momento en el que, en este viaje a través del horror,
decide sobrevivir, mantener algo de su condición humana, sin interrogarse si lo
que hace es o no correcto. El bien y el mal tienen muy poca importancia en la
vida de un campo de prisioneras en el que los horrores cotidianos y la muerte
se convierten en rutina.
La autora tiene la suficiente habilidad para
hacernos llegar en este relato perturbador no solamente un reflejo fidedigno de
la barbarie espantosa que aconteció hace relativamente muy poco tiempo en la
civilizada Europa, sino también múltiples interrogantes y reflexiones, en
especial la cuestión primordial de si la guerra priva a los que participan en
la misma de la libertad de elección. Refleja así mismo de forma perfecta la
lógica que rige en los campos de concentración en los que los sujetos humanos
son eslabones en el sistema masivo de la
crueldad. También los sentimientos de las mujeres que regresan de los campos, todas ellas
sometidas a la sospecha de haber sido violadas. Debido a todo ello, surge la
conspiración del silencio para ocultar su vergüenza y defender su honor. Novela
o reportaje novelesco duro, sobrecogedor; una reflexión sobre el miedo que
paraliza y produce un absoluto vacío, pero al mismo tiempo, terriblemente
humana, sobre todo por su desenlace.
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