sábado, 16 de septiembre de 2023

NOVELA DE CONSUMO RÁPIDO

La playa de los ahogados

Domingo Villar

Ediciones Siruela, Madrid, 2023, 448 páginas

  

 

   A pesar de que el género policiaco  es fácilmente reducible a un determinado número de pautas y convenciones, sigue satisfaciendo las ansias lectoras, sigue en plena forma, más de moda que nunca, sobre  todo a nivel cuantitativo. Las encuestas señalan que uno de cada cuatro libros que se venden en España, corresponde a una novela negra / policiaca. Un género que, hasta hace poco, era estimado como menor, pero que en la actualidad es reivindicado por autores muy importantes. También en Galicia - donde vio la luz por primera vez esta obra- las novelas negras y detectivescas acaparan las vitrinas y andeles de las librerías. En la literatura gallega no cesan de crecer, de ramificarse a partir de personajes y sagas. Ahí están, entre otros, los detectives gallegos más famosos. Frank Soutelo, Nivardo Castro, Sebastián Faraldo y la misma Ana  Candeán. A todos ellos se les unió en el año 2007 el policía Leo Caldas, protagonista de Ollos de auga / Ojos de agua, una de las novelas gallegas más leídas, traducidas y premiadas. Su autor, Domingo Villar, que hacía entonces su debut literario, echa de nuevo mano del personaje Leo Caldas para intentar cautivar al lector con su segunda entrega: A praia dos afogados / La playa de los ahogados.

   De nuevo una investigación policial, una intriga que parte del hallazgo del cadáver de un marinero en una playa de Panxón, con las manos atadas con una brida de plástico y el rostro deshecho. En la villa todos piensan que el marinero, con un pasado tormentoso, se había suicidado. No es del mismo parecer el inspector Leo Caldas que, basándose en la indagación, en la observación, en la intuición y en una insólita perseverancia, formula hipótesis, sigue pistas, busca testigos y no le falta una pizca de suerte.

   Al final se cumple el necesario esquema detectivesco (orden-desorden-orden restaurado) y lo hace por partida triple. El protagonista de la novela, en efecto y a pesar que una tras otras parecen evaporarse las líneas de su investigación, resuelve el enigma de tipo criminal que se nos narra en una novela de estructura cerrada.

    

                                               

                                         Domingo Villar

 

La playa de los ahogados adolece de las mismas carencias que Ollos de auga. En ella predominan las convenciones del género detectivesco en detrimento de otro subgénero dentro de la novela policiaca: la novela negra, una fórmula narrativa más rica y compleja, en la que la resolución del enigma deja de ser el objetivo principal, pasando a formar parte del primer plano el retrato crítico de la sociedad y la introspección psicológica del detective y del sospechoso. En La playa de los ahogados hay ciertamente suspense, lectura fácil y entretenida, narratividad. Pero poco más. Leo Caldas es una máquina de pensar, no evoluciona, al igual que el resto de los personajes; los ambientes, climas y costumbres son solamente decorados externos. El estilo es ágil y claro, pero sin ningún flash de fantasía. Así pues, una novela de consumo rápido que no va más allá de eso que los ingleses bautizaron como Whodunit (Quién lo hizo).

 

jueves, 14 de septiembre de 2023

MODA, LUJO Y PICARESCA

Casi nada que ponerte

Lucía Lijtmaer

Editorial Anagrama, Barcelona, 2023, 194 páginas

   

 

   Este libro, crónica híbrida, supuso el debut de la periodista y escritora Lucía Lijtmaer (Buenos Aires, 1997, aunque crecida en Barcelona) en el género ficcional. Varios libros de ensayo, entre ellos Ofendiditos. Sobre la criminalización de la protesta (2019) y la novela Cauterio (2022), forman parte de su trayectoria, inaugurada con una “explosión en el espacio” -son sus palabras-, resultado de una ardua  investigación, sobre todo en la historia de la moda argentina.

   El libro pretende ser una crónica veraz y real con la finalidad de introducirnos en la historia de una pareja gay, de dos personas que medraron en pueblos pulverulentos y ambientes cerrados, pero que, en un determinado momento, determinaron desgajar sus paredes y huir hacia la conquista de la gran ciudad. Ellos son Jorge y Simón. A través de sus peripecias vitales y del éxito de su boutique de moda, la escritora indaga en un momento de esplendor de la vida cultural de Argentina en las décadas de los setenta y ochenta. Y lo hace mediante la “construcción narrativa del viaje” o crónica híbrida tal como nos presenta el libro la editora Anagrama. Una crónica que es a la vez relato sentimental y cultural en la que cobran importancia el triunfo y sus apariencias y todo lo que queda tras de ellos, la familia, la despedida, la muerte.

   Cuatro partes levantan la estructura narrativa del relato de Lucía Lijtmaer: Nosotros que nos aproxima al qué y al cómo del viaje de los protagonistas. Todo comienza en un avión, elemento literario de la separación, que nos permite situar el tiempo de la acción. Antes, una parte más concisa con los elementos previos, el acercamiento y el análisis de los personajes. Un Durante, la parte central y más extensa del libro, y en la que la crónica se viste de forma teatral, con actos, escenas y digresiones ambientales. Y por último, Después, muy breve y que se nutre de recuerdos, de la vida que no se interrumpe y de la muerte como lección de vida.

   La investigación periodística llevad a cabo por la autora nos permite comprender a la pareja de Jorge y Simón: su enriquecimiento en el Buenos Aires de los setenta y ochenta, con sus boutiques y el talento como modisto de Simón, un personaje excéntrico, capaz de lo mejor y de lo peor, que sedujo a la clase pudiente de Buenos Aires, lo que posibilitó que se hicieran de oro a base de picaresca.

   El libro de Lucía Lijtmaer  reconstruye la historia de la pareja y su conquista de la capital argentina con los trajes que Simón confeccionaba  y vendían en la boutique La Colorada. Son los años de la dictadura, de los nuevos ricos, un contexto político y económico que permite comprender en buena medida el éxito de la pareja y también su desmorone o caída final.

    

 

 

                                                  

                                         Lucía Lijtmaer
                                        

 

   Así pues la novela investiga en un momento de esplendor de la vida cultural y social argentina a través de la historia de la moda introducida por la pareja. Pero esta investigación lleva a la autora a replantearse  su propia identidad como hija de argentinos criada en Barcelona.

   Es plausible la idea o planteamiento del libro. Suscita curiosidad y deseos de penetrar en una investigación con elementos de autoficción. Pero el desarrollo del relato no responde a las expectativas generadas. Es el punto débil  de esta construcción narrativa que es a la vez un viaje a la identidad argentina y a la propia identidad de la autora.

 

martes, 12 de septiembre de 2023

UN BOTÓN PARA DESMITIFICAR LA LITERATURA

Ejercicios de estilo

Raymond Queneau

Ediciones Cátedra, Madrid, 160 páginas.

(Libros de siempre)

 

 

    Raymond Queneau (1903- 1976) escritor y poeta, a finales de los años veinte se adhiere al surrealismo y a las ideas del grupo de artistas que gravitaba alrededor de Breton. Pero progresivamente se va alejando de esa influencia y en 1960 funda el movimiento experimental OuLiPo (Obrador de Literatura Potencial). Sus obras se caracterizan por un humor refinado y sutiles inventos y juegos estructurales.

   Estos juegos-ejercicios lingüísticos, con muchos años ya encima -fueron editados originalmente en 1947, si bien la edición francesa definitiva es de 1963- tienen una intención didáctica resaltada por el mismo autor: desmitificar la literatura, desincrustándola de sus herrumbres, costras y cosas inútiles. Tomando como modelo El arte de la fuga de Bach, construye         Queneau, desde una perspectiva minimalista a caballo entre la lengua y la literatura, diferentes variaciones que se superponen al tema central y cada una sobre las demás. El tema es una anécdota  plenamente intranscendente: uno de sus pilares es la cosedura de un botón, al que se le aplican noventa y nueve procedimientos diferentes, en algunos casos figuras retóricas tradicionales, géneros literarios, enfoques sensoriales, niveles sociales. Y en otro todo una larga fila de manipulaciones léxico-sintácticas que pretenden transgredir la coerción o reglas impuestas en cada uno de los ejercicios. Y en una y más profunda intención, lograr esa desincrustación de las escorias lingüísticas por medio de verdaderas trastadas que destripan paródicamente el lenguaje  hasta conseguir una desdogmatización de los cánones y corsés idiomáticos.

   

 

                                                 

                                       Raymond Queneau

 

    El resultado, un mosaico de estilos y técnicas en muestra empírica, y una comicidad festiva, fundamentada en los valores connotativos de las secuencias narrativas que remiten a las distintas epistemes francesas, intraducibles  por supuesto.

   Ejercicios de estilo es pues todo un manifiesto en contra de la separación entre teoría literaria y práctica de la escritura. A partir de la construcción de las noventa y nueve variaciones sobre una anécdota escandalosamente trivial que sirve de punto de partida, surge esta obra sorprendente que aúna ironía y sabiduría retórica.

 Francisco Martínez Bouzas

 

sábado, 5 de agosto de 2023

"HISTORIELAS" DEL NUEVO REINO DE GRANADA

El carnero

Juan Rodríguez Freyle

Edición de Ángel Esteban y Yannelys Aparicio

Ediciones Cátedra, Madrid, 2023, 477 páginas.

 

    

   No son abundantes los datos biográficos del autor de El carnero, Juan Rodríguez Freyle. Sabemos por su misma obra que nació en Santafé de Bogotá de padres españoles llegados al Nuevo Reino a comienzos de 1553. Acogidos porque pudieron demostrar que eran cristianos viejos, los únicos a los que se les permitía viajar a las Indias. Consta que nació en Santafé de Bogotá en abril  de 1566 y, por sus mismas palabras, podemos saber que se contentó con ser un “razonable soldado” y no un “mal sacerdote”. Pero, por sus escritos, es de suponer que adquirió una formación aceptable, sobre todo teniendo en cuenta que era un hombre de medianos recursos económicos.

   El carnero, escrito sin más medios que la memoria del autor, tiene como fecha de su composición el período  que media entre 1636 y 1638. Sin embargo no fue publicado hasta 1859, con un largo título que hace referencia al descubrimiento y conquista del Nuevo Reino de Granada y a la fundación de la ciudad de Santafé de Bogotá. Es sin duda la obra más representativa de las letras coloniales del Reino de Granada de las Indias Occidentales del mar Océano. Antes de la primera impresión de 1859 circularon seis copias.

   El carnero es una crónica tardía, una crónica novelesca que relata, no la primera, sino la segunda conquista: “la ocupación de Nueva  Granada por una burocracia imperial y el establecimiento de una casta de descendientes de conquistadores” (González Echeverría, 2015). No es una crónica histórica en sentido estricto, sino una crónica novelada, una “petite histoire” del período colonial, que hace hincapié, sobre todo, en el carácter ejemplar. Así pues, su finalidad es didáctica y moral.

   Hago propia la descripción que del contenido de El carnero hace el profesor colombiano Hugo Hernán Rodríguez: “encontramos la historia de Juana García, una bruja negra que era un poco voladora, la historia de Jorge Voto, un profesor de danza asesinado por un encomendero, la historia de una estafa hecha falsificando monedas, la historia del asesinato de Juan de los Ríos, a quien mataron de cuatro estocadas y luego le sacaron el corazón, le cortaron las narices, las orejas y los miembros genitales, y todo esto echaron en un pañuelo”.

   Juan Rodríguez Freyle dedica o dirige su texto a Felipe IV, y relata, como ya señalé, asuntos concernientes a la conquista de Nueva Granada, a la lucha contra los indios timanaes y pijaos, a la fundación de Santafé de Bogotá y Guatavita, a las costumbres de los indígenas, a la violencia, la corrupción, los hurtos y otras muchas lacras de la vida social, lacras que presenta como modelos moralizantes disuasorios. Y todo ello sin dejar de mostrarnos un panorama histórico y un recuento de lo acontecido desde los primeros años de la conquista de América.

   

                                             

                                     Juan Rodríguez Freyle

 

  En la obra abundan las historias de mujeres que representan en muchos casos la quiebra de la lógica patriarcal, ya sea por sus virtudes, ya por sus debilidades o tendencias delictivas transgresoras. El autor se fija especialmente en el peligro de la belleza femenina, tentación para los hombres. Es además claramente xenófobo -algo comprensible en siglo XVII -, ya que al referirse a los indios resalta que son paganos, y por lo tanto gobernados por el diablo; pero  al mismo tiempo no oculta los vicios de los españoles. Así pues, una obra en la que la religión y la moral cristiana atraviesan y son la guía de todos los relatos o “histórielas” que comparten rasgos con el cuento y con la crónica. Las “histórielas” se asemejan a las crónicas por albergar consideraciones de carácter moral y por ocuparse de temas menores: las costumbres, los hábitats, la vida personal, con interpretación de acontecimientos dimensionando su dramatismo.

   Finalmente una referencia al título: desde el punto de vista semántico y según el diccionario de la RAE, carnero es un lugar, un depósito para guardar todo tipo de objetos: papeles, cosas inservibles, datos, carne, huesos, cadáveres…

   En definitiva, estamos ante una suerte de radiografía sociológica que amalgama la vida cotidiana, relatos costumbristas, historias de indios y mujeres, y hace así mismo referencia a la primera conquista.

Francisco Martínez Bouzas