La
clase
François Bégaudeau
Traducción de Julieta Carmona Lombardo
(Libros de siempre)
Profesor,
periodista deportivo, cantante de rock, actor. También escritor de éxito en Francia
con su cuarta novela, Entre les murs (2006),
traducida a numerosos idiomas y que dio lugar a la película homónima,
galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2008, en la que el
narrador interpreta su propio papel. En la versión española, la novela fue
traducida con un título, La clase,
menos claustrofóbico que el original francés. Como primera apreciación se puede decir que este desasosegante
bestseller, engruesa una literatura que podemos rotular como de género de la
escuela, siguiendo la estela de Domenico Starmone, Dominique Sampiero y, sobre
todo. Daniel Pennac (Mal de escuela),
que centra su atención en la figura del alumno necio e ignorante.
Pero La clase constituye un testimonio mucho
más crudo de la realidad educativa. En la novela de François Bégaudeau, los
protagonistas no son los alumnos menos capacitados, sino los más conflictivos
de un instituto en un barrio periférico de París.
El libro,
en efecto únicamente se propone describir un año escolar y las experiencias
cotidianas que en él suceden. François es un profesor nuevo de lengua en un
instituto de una bauliene parisiense.
Los nombres de sus alumnos (Tarek, Hadia, Khumba, Souleyman, Ming…)
revelan de una forma muy clara sus
orígenes multiétnicos. Todos los profesores se preparan a conciencia para
enfrentarse al nuevo curso, armándose sobre todo contra el desánimo. Mas las
culturas y la actitudes brotan de inmediato en cada aula, verdadero microcosmos
de una Francia contemporánea, mestiza y cosmopolita.
El libro
presenta, como una fotografía obtenida por un fotógrafo, rico en sensibilidad e
ironía, este universo en el que interactúa el grupo de alumnos, sin ningún
temor reverencial, absolutamente espontáneos y, a veces, incluso insolentes y
fanfarrones, que consideran a la escuela una institución inútil, pero
inevitable hastío en el que no son capaces de orientarse dentro de una cultura
y una lengua extranjera para la mayoría de ellos; y defienden sus formas
expresivas, su slang, a la vez que
ridiculizan la lengua literaria. También dentro de esos muros escolares tiene
cabida el universo de los docentes, con sus conversaciones, preocupaciones,
confidencias, con su cotidianidad familiar que deben compartir junto con las
desilusiones del trabajo. Y así mañana tras mañana, sin que nada varíe un solo
milímetro.
Las clase puede ser vista como un crudo
y duro documental en el que, sin retóricas, se narra el día a día de una
escuela francesa y el maremágnum de contradicciones propias de una sociedad en
pleno proceso de mestizaje cultural. Pero difícilmente resiste la calificación
de novela, porque en la misma no existe una dirección narrativa clara, ni una
trama argumental que se desenvuelva englobando no o varios acontecimientos. Hay
consejos de disciplina, enfrentamientos profesor-alumno, mas solamente son un
hecho más entre tantos otros.
Lo que a
Bégaudeau le interesa retratar es ese devenir del curso escolar, con todas las
expectativas y contradicciones de esta escuela multicultural. Y lo hace
acumulando, a modo de collage, escenas repetitivas que no responden a ningún
orden cronológico y dejan al lector esperando el desarrollo de una historia.
Tampoco hay personajes, sino un grupo amorfo de individuos que no evolucionan y
que solamente conforman un colectivo (profesores, padres, alumnos). Estos
últimos visten camisetas deportivas, usan piercings, cometen faltas de
ortografía, son petulantes… pero nada más. El lector no logra verlos más que
como extras de una historia que jamás empieza realmente. Así pues, poco tirón narrativo,
pero sí un perfecto espejo documental que revela la complejidad de la realidad escolar
que revienta las generalidades, tópicos y clichés, que no absuelve ni condena a
nadie y que muestra que en sistema educativo hay sitio para todo.
Muy interesante ...
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