Elías Portolu
Grazia DeleddaEditorial Losada, 2022, 224 páginas.
(Libros de siempre)
Una buena traducción nos permite disfrutar de esta novela de la escritora sarda Grazia Deledda, posiblemente poco conocida a pesar de haber sido galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1926. Gracia Deledda había nacido en 1871 en la localidad sarda de Nuoro, y hubo de enfrentarse a múltiples y difíciles situaciones personales, culturales y políticas, especialmente en los años anteriores a su consolidación como escritora ya que Grazia era una chicha sarda llena de inquietudes que chocaban y ponían en cuestión tradiciones, idioma y el mismo entorno en que se inició su vida. En su educación no contó además con el apoyo familiar. Al casarse y lograr otra residencia distinta de la Cerdeña natal -se instaló con su marido en Roma- y allí publicó la mayoría de sus obras entre ellas Elías Portolu.
Poco mencionada, pese a la notoriedad que adquirieron muchos de su libros, Deledda destaca sobre todo por una escritura brillante y por su capacidad con que representa al campesinado y a los aldeanos de una isla periférica y alejada de los centros urbanos. También por el estilo y el tratamiento de los temas que superan los tópicos del relato costumbrista rural.
Grazia Deledda
Elías Portolu (1903) es una de sus obras más representativas. La escritura de Grazia Deledda está todavía distante en el tiempo, pero a la vez presente con relación a los temas que se desarrollarán en el Novecento literario. Al mismo tiempo en su narrativa hay una fuerte huella del regionalismo, del naturalismo y del decadentismo. La historia de Elías Portolu se convierte en esta novela en emblema de la lucha entre la vida y la moral. Distintivo que la autora nos acerca mediante una honda introspección de la conciencia de los personajes. Elías Portolu regresa de la cárcel deseoso de iniciar una nueva vida. Pero se enamora de Maddalena, la esposa de su hermano y con ella comete adulterio. Sucumben de forma reiterada a la tentación y, tras el placer, sienten la aflicción del pecado. La mujer queda embarazada y Elías, entre angustias y dudas, se hace sacerdote: Más tarde la muerte del hombre de Maddalena y del hijo fruto del amor incestuoso señalan la catarsis que concluye en drama.
En la novela no solo encontramos una historia de amor apasionado. Junto a esa historia, es fundamental la ambientación, la descripción del entorno en el que predomina una religiosidad popular, en la que no faltan las consultas a los espíritus y las oraciones. La autora refleja con maestría los conflictos internos de los personajes, las luchas entre la pasión y la visión religiosa de la vida. Sus personajes son seres vivos, al mismo tiempo ideales y reales, sumergidos en una cultura arcaica regional en evolución hacia el individualismo burgués