Cuál es tu tormento
Sigrid Nunez
Traducción de Mercedes Cebrian
Editorial Anagrama, Barcelona 2021. 194 páginas.
Una frase con pregunta de Simone Weil rotula esta novela: “La plenitud del amor al prójimo estriba simplemente en ser capaz de preguntar ¿cuál es tu tormento?”, escribió la filósofa y activista francesa. De ella se sirve Sigrid Nunez (Nueva York, 1951) para marcar el hilo conductor de su séptima novela. Colaboradora de no pocos medios y profesora en la Universidad de Princeton, Columbia, Boston y California. Ganadora de numerosos premios, entre los que destaca el National Book Adward que obtuvo con su novela El amigo.
El núcleo temático de Cuál es tu tormento es la muerte, rescatada de la propia memoria familiar. Algo que ha estado siempre ahí y a la que todos nos enfrentamos, aunque vivamos como si no fuésemos a morir nunca.
El íncipit de la novela es sin embargo otro. La protagonista que relata los hechos en primera persona asiste a una conferencia en la que el orador augura el fin del planeta por causa del cambio climático. Pero muy pronto se centra en los micro problemas y el principal es que los seres humanos morirán. Tras esta parte introductoria, suturada con las ideas filosóficas de Simone Weil, se inicia propiamente el verdadero núcleo diegético de la novela, cuya sinopsis extraigo, aunque no literalmente, de la contraportada: la narradora visita en el hospital a una amiga que padece cáncer terminal y decide instalarse con ella en su domicilio para acompañarla en sus postreros días. Entre ambas la complicidad es total: conversan, ven películas, rememoran la infancia, leen, ríen, hablan. Y, a medida que se acerca el final, las dos mujeres habrán de enfrentarse a la decisión compleja que han pactado.
Mientras tanto se suceden las situaciones propias de los afectados y afectadas por una enfermedad terminal, así como los enfados de la enferma, no con Dios porque no era creyente, tampoco con el oncólogo y todo su equipo que habían hecho todo lo posible por prolongarle la vida. Enfadada consigo misma y contra las falsas esperanzas. Ya solo aspira a una buena muerte, marcharse con elegancia, sin la que la muerte sea un aburrimiento pero tampoco una ironía humillante.
La narradora confiesa que la única forma de lidiar contra un cáncer es convertirlo en una narrativa heroica, teniendo en cuenta además que en las redes sociales se piensa en el cáncer como una oportunidad para crecer espiritualmente, un trayecto en el que se desarrolla tu mejor yo. Y para ello, para el final, ya tiene una pastilla para la eutanasia que quiere que sea muy discreta. La amiga estará a su lado. Y se suceden los recuerdos: rememora lo mucho que la odiaba su propia hija porque la madre su opuso a que le tirara los tejos a su propio novio. Un recuerdo que salta en su mente de pronto.
Sigrid Nunez
Mientras tanto la enferma terminal siente una extraordinaria conformidad con su destino, pero también miedo al dolor porque morir es un papel que desempeñamos como cualquier otro en la vida.
Una novela en la que, aunque aparentemente se relata un desenlace, poco explícito en la obra, pero fácilmente intuible: el final de una vida y la libre asunción de la muerte porque no existen escapatorias. Una novela que, aunque se basa en ideas filosóficas -las de Simone Weil sobre todo- acaba desplegando un amplio abanico de matices que nos fuerzan a reflexionar en nuestras propias experiencias.
Francisco Martínez Bouzas