martes, 3 de noviembre de 2020

TRES POEMAS DEL LIBRO FELIZIDAD DE OLGA NOVO

 

 

Felizidad

Olga Novo

Traducción del gallego de Xoan Abeleira

Olifante, Ediciones de Poesía, Tarazona,2020, 155 páginas.

 

   

 

 Lo que sigue no es una reseña al uso, sino una breve aproximación a la última poesía de Olga Novo, la poeta  de Vilarmao (Lugo), una de las poetas más destacadas en la lírica gallega y española a través de sus traducciones al castellano.  La poeta que escribió “Coa miña pel  podes facer inxertos nas mazairas” (“Con mi piel puedes hacer injertos en los manzanos”). La poeta telúrica publicó el pasado año Feliz Idade que Olifante, bajo el empuje de su fundadora y directora Trinidad Ruiz Marcellán, nos ofrece ahora en español en una cuidada edición. Feliz Idade fue considerado el mejor libro gallego del  año 2020, Premio Nacional de la Crítica Española en Poesía Gallego.  La edición de Felizidade conmemora además el XLI Aniversario de la creación de Olifante, Ediciones de poesía.

Recojo aquí en esta visual apresurada (el libro llegó en el día de hoy a mis manos) lo que en su momento escribía sobre la poesía de Olga Novo: Olga Novo, “un eslabón más del  fluído ancestral que avanza”, “Torrencial, Volcánica”, “Loba de las letras de una nación adoradora de Eros”. Y así define la misma autora su experiencia poética en dos recientes entrevistas: “radical -de la raíz-, orgánica, física, material, solitaria, independente y libre”. Y de una forma aún más detallada y radical: “No sé si tengo trayectoria. Yo diría más bien que tengo Amatoria explotada en diversas obras que se intercomunican con Pasión. Intensidad. Sueño. Apertura. Utopías. Búsqueda cognitiva. Cosmogonía amorosa. Música de las piedras. Cráter. Feliz Edad. Desnudez. Antiplatonismo. Raíz. Libertad. Impulso. Alegría. Herida cerrada. Fósil. Pájaro en las alturas. Topo lúcido en las Profundidades. Humildad. Escritura en soledad. Independencia.”

   Palabras que delimitan con acierto los temas de la mayoría de los poemas recogidos en esta personalísima selección. Poemas que vieron su primera luz en Nós Nus (1997), A cousa vermella (2004), Monocromos (2006) y Cráter (2011), con algún inédito que nos regala la poeta. Dispuestos editorialmente no en orden cronológico, sino en una línea marcada por una afinidad profunda con la que la autora los amalgama, de forma que íntimamente dialoguen entre sí. El resultado es un nuevo libro de poesía tan vitalista, radical, revolucionaria y liberadora como la que rebosaba en las ediciones originales en gallego.

 

   Versos libres de intensa y variada riqueza formal; con alternancia de poemas muy largos -casi prosa poética- con otros breves que nos hieren con su sabiduría aforística y no nos dejan indemnes ante su belleza formal. Todo ello ayuda a fijar el aliento y el timbre poético de esta selección personal poética, estructurada en cinco secciones (“Los líquidos íntimos”, “Raíz”, “Volcán vivo”, “Salvaje mente”, “Antes la vida”) que dan lugar a un nuevo libro y muestra en español la expresión y afirmación de un intenso magma volcánico que surge con fuerza de la singularísima voz poética de Olga Novo.

   Todo ello se puede aplicar a Felizidade,  libro que recoge poemas vitales de la autora, con el nexo común de las relaciones familiares. La muerte de su padre y el nacimiento de su hija marcan el tono y el camino de un poemario intenso y especial que, como indica Claudio Rodríguez Fer, contiene mucho amor y mucho dolor (…) en este libro auténtico y profundo como la autora. Por el momento, nos deleitaremos con algunos de los poemas de Felizidade.

 

Francisco Martínez Bouzas

 


 

Olga Novo (Foto de Anxo Cabada

 

 

Poesía polinizada (de la sección “Poesía en posición fetal”

 

“Aquel día

donde  la niña alucinada y la mujer de la aldea

se fundieron en una

sentí

que e atravesaba la extensa línea del pasado

como si yo fuese una puerta abierta de par en par e el bucle

              del tiempo

y viniesen a mí las esporas sutiles de las existencias

a arremolinarse alrededor

de la membrana concéntrica del corión.

 

Y lloré

contemplada por treinta generaciones mías

atentas

con sus ramos de trigo y de cebada

a la polinización que dio lugar

a una amapola hormonal

de oxitocina.

 

Aquel día”

(página 29)

 

…..

 
 

En mi y en todas (de la sección “Lúa bajo el álamo)

 

En algún poema pasé frío y pasé hambre

sentí padecimientos que no eran míos.

 

con vuestros hijos metidos en el ferrado

con vuestras criaturas encima de una mula

con vuestros bebés en una caja de cartón

con vuestras crías al lado del hogar.

 

En algún lugar pasé frio y hambre

 

rompí  hielo con las manos para lavar ropa en la poza

con aquel jabón que no espumaba

fabricado

con grasa y sosa cáustica y una gota

sutil

de amor.

 

En algún poema se me cayó leche a los pies

al  sentir el llanto de mi hija

y en lo alto de la noche di de mamar a niños de otra época

agarrados  al instinto de succión

como quien aprieta los labios contra el aire para  extraer laluz

         del día.

 

En algún poema pasé frío y pasé hambre

sentí como el granizo  destrozaba el trigo contra mi carne

y así al quedar sin nada

recoger alguna rama en la memoria

con ella encender fuego e ir a la fuente a por sueño

para que duerman los hijos de la pobreza.

 

En algún lugar me subió la leche a los pechos

como asciende la palabra hasta el cerebro

trepando como un gato en un bosque de glándulas

y fui todas las madres que son madres de mis hijos

 

En algún poema pasé hambre

y pasé frío.”

(páginas 48-49

 

…..                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

 

36 cumpleaños ( de la sección “de la belleza indómita)

 

“Me despido de la niña que fui y ya no llora

arrodillada en el templo occipital.

Bato palmas en el fuego.

Me voy a danzar a la sombra radical

de mi osamenta adulta.

Eres libre ahora

Un  pájaro bebe  en las aguas tibias de tu encéfalo

Un pez nuevo nace en tu musculatura

Y por fin se declara  la poesía como un amor anfibio.

 

…Pero ahora

ah, pero ahora escucho con toda nitidez

a los treinta y seis años

la música de la resina

aquello que no oí en la tuba del silencio mientras nazco

la armonía profunda de las partículas biliares

la sangre que bombea el cielo

al abdomen de una salamandra

el delicadísimo encaje de hielo de la voz que amo

y se derrama sobre mi sino.

 

Sobreviví y sobrevivo porque veo la belleza y va conmigo.

Sobreviví y sobrevivo porque la belleza me ve y voy contigo.”

 

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