Ricardo Martínez Conde
Ediciones Trea, Gijón, 2017, 61 páginas.
Ricardo Martínez Conde (Sanxenxo,
Pontevedra, 1949) es un escritor polifacético tanto en castellano como en
gallego; con mucha experiencia en las distancias cortas y de hondo calado, con
firmes tahalíes de contención filosófica y de saber literario. Un filósofo
poeta que se aventura con la narrativa breve, con la poesía y con el difícil
arte de la aforística. Una prueba: esta bitácora en la que he recogido algunas
de sus incursiones literarias en los últimos años. Autor del primer haikus de
la literatura gallega (Orballo nas
camelias, 1993), ha ensayado así mismo otras formas microliterarias como la
aforística, un arte de elevada concentración expresiva que transmite impresiones personales y fragmentos de la
experiencia y que pueden englobar la sentencia, el adagio, el refrán y el
proverbio.
Escritura culta y sapiencial la suya,
también a la hora de escribir aforismos, muy cercana a los apotegmas.
Sentencias breves no justificadas, que poseen un contenido más profundo de los
que puede parecer a primera vista. E incluso distinto de los que una lectura
ingenua y superficial pueda captar. Sin ser por ello verdades obvias que nos
introducirían en el campo de la axiomática.
Por eso, los números aforismos que encierra
este libro, Por el camino, quinta
publicación de aforismos del escritor, son en su contenido, y quizás también en
su forma, transversales: a la vez poesía y pensamiento, narración e ideas.
Encerradas aparentemente en sí mismas, se muestran, sin embargo, como escritura
abierta: insinúan el rumbo pero ocultan la meta. De ahí la extremada dificultad
a la hora de escribir aforismos, ya que nada tienen que ver con la simple y
espontánea ocurrencia.
El mérito de los aforismos que nutren este
libro de modestas dimensiones, proviene, sobre todo, de la contención del
pensamiento desbastado por la voluntad estilística. A pesar de ello, son
autosuficientes, no exigen demostración y tampoco tienen la pretensión de
asombrar al lector, de darle la bofetada sorpresiva en el desenlace, como
ocurre con el microrrelato cuando es bueno.
La colección de aforismos de Por el camino posee las tres
características básicas con las que Andrés Sánchez Pascual ha definido al
aforismo: concisión didáctica, agilidad crítica y tendencia ilustrada. A estas
tres, añadiría alguna otra que tienen posiblemente su origen en la formación
filosófica de Ricardo Martínez Conde: su capacidad para incitarnos al
pensamiento profundo, al ejercicio de la reflexión, más o menos vago, como ha
escrito el mismo autor.
Otro rasgo de varios de los aforismos de
esta colectánea es la intertextualidad
explícita: Kafka, Wittgenstein, Peter Handkle, Cioran… hacen acto de presencia
en varios de los aforismos del libro.
Concluyo eta insignificante presentación del
manjar aforístico de Por el camino
con las sabias palabras de Ricardo Martínez Conde: “Nada, en el aforismo,
ocurre en vano, nada es baladí en esas pocas palabras elegidas que transmiten
más que un significado, su esencia.”
Diez
aforismos de Por el camino
“¿Qué
sería de la locura si no se ocultase tras la apariencia de verdad?”
(Página 7)
…..
“Mis dudas
nacen de mis certezas; en eso apenas dudo.”
(Página 10)
…..
“Lo
que nos aguarda (real o imaginariamente) siempre es los real.”
(Página 13)
…..
“Siempre
acercándonos, pero nunca llegamos a darnos alcance del todo.”
(Página 15)
…..
“Las
palabras son, o han de ser, como olas: fuerza implícita, contenido para la
donación.”
(Página 25)
…..
“Tened
cuidado con los buenos sentimientos, ellos no están habituados a sacar el polvo
que cubre la realidad.”
(Página 27)
…..
“La única
garantía personal para el Juicio Final es la ausencia de abogado defensor. Solo
cada cual por sí será su valedor: si mentiroso, si militante libertario…”
(Página 32)
…..
“¡La bondad,
la oculta manifestación del orgullo!”
(Página 46)
…..
“La
técnica deberíamos pensar que es el arte vestido de diario, de cotidianeidad.”
(Página 51)
…..
“¡Tantas
veces me gustaría poder argumentar que he sido! Cuando menos en algo, un
porcentaje real de la realidad.”
(Página
60)
Sin duda un trabajo profundo y reflexivo. Me han gustado mucho los aforismos que aquí se muestran, así que felicito al autor por tan valioso arte y conocimiento. Gracias a ti querido Francisco, por abrirnos una ventana al cielo. Un abrazo.
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