Pasado compuesto
François – Marie Banier
Posfacio de Louis Aragon
Traducción de Luis Blat
Editorial Libros del Silencio, Barcelona 2010, 149 páxinas.
Con la edición en español de Le passé composé por Libros del Silencio se confirma la querencia de algunas casas editoriales a recurrir a textos narrativos de una cierta antigüedad, pero que, a pesar de los años transcurridos, siguen conservando las esencias y el marchamo de una indudable y apasionada actualidad. Porque, a pesar de los cuarenta transcurridos, Pasado compuesto no es una novela que ni en el fondo ni en la forma sabe a viejo. Su argumento explora temas universales e intemporales, los mismos que hace milenios desarrolló la tragedia griega: la pasión incestuosa y el laberinto de delirios y tormentas que de ella se desprenden.
El autor de Pasado compuesto, François – Marie Banier es actualmente un reputado narrador, dramaturgo y fotógrafo conocido en todo el mundo. Fue en su día actor secundario y fetiche del cineasta Erich Rhomer. A una de sus películas corresponde la ilustración de la portada.
François – Marie Banier escribió esta su segunda incursión en la narrativa en 1971, con tan solo veinte y tres años. Y lo hizo con tal destreza que ciertamente el lector estará de acuerdo con que la novela le hace justicia a la valoración de Louis Aragon: “Cuenta historias como nadie y será algún día, si escribe como habla, el pintor más cruel y más alegre de su tiempo” (Posfacio, página 139).
François - Marie Banier |
Pasado compuesto tematiza la historia de una pasión incestuosa entre dos hermanos y la obsesión llevada hasta el extremo que generan sus cenizas. Ni “la voz de la sangre” ni el “horror fisiológico” ni la “repugnancia psicológica” fueron capaz de reducir, como explicaría Lévi – Strauss, la excitabilidad erótica de dos hermanos que habían crecido a la par: Cécile y Olivier. Ella, todo cabeza; él, sentimientos. En un mes de junio viajan a la Bretaña francesa y allí ella lo seduce, sin escrúpulos, con gracia y delicadeza. Acompañados únicamente por el mar. El referente masculino, devorado por el amor de la hermana. Mas pronto se precipita el drama: el incesto y el miedo a perder el amor de Cécile empujan a Olivier al suicidio. Se dejará engullir por las olas del mar hundiendo a la hermana en una completa alienación. Pronto, sin embargo, aparece François, un joven guapo, astuto y sagaz y Cécile recrea en él la figura del hermano. A partir de aquí la fría omnisciencia del narrador conduce al lector a través de una huida hacia delante de la protagonista femenina que no deja de acumular ruinas. Atada al engranaje del pasado, la relación entre ambos es una condena anunciada a la indiferencia, al desarraigo amoroso, al desquicio mental. Es el círculo infernal del que jamás podrá escapar. Al final, el golpe de gong de la paranoia.
François – Marie Banier supo diseccionar con inusitada maestría los eslabones de esta tragedia. Y lo hizo con un estilo minimalista. Frases cortas, concisas, punzantes; escasez de personajes que deambulan por el universo cerrado de una burguesía en descomposición, que el autor retrata con gran riqueza de matices psicológicos. Una estructura lineal en la que un narrador omnisciente maneja con astucia las fichas de un juego convertido en drama y cuya tensión, pese a intuirse el desenlace desde el inicio, medra página tras página. Esta es la frescura de un texto que, cuarenta años más tarde, sigue teniendo ese sabor incomparable de un licor que ya no se fabrica, como escribió Louis Aragon.
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