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sábado, 21 de julio de 2018

CADENAS MIGRATORIAS DE GALLEGOS EN MÉXICO


Pioneiros na corrente do Golfo

Elixio Villaverde

Vigo, Edicións Xerais, 537 páginas.





Galegos en México (1878-1936)

Elixio Villaverde

Santiago de Compostela, Sotelo Blanco Edicións, 302 páginas.





   El patrimonio, no solo cultural sino también humano, de los gallegos en México es inconmensurable. La República Mexicana está repleta de gallegos y de gallegas que vivieron y viven en las tierras aztecas, desde Tijuana a Chetumal; habitando sobre todo ciudades del viejo eje colonial, del centro y del Bajío. Gallegos y gallegas de Galicia, nacidos en las tierras del Finisterre continental europeo, o descendientes de los miembros de las sucesivas olas migratorias o de los exiliados republicanos que encontraron en México refugio entrañable y protección cordial y segura para desenvolverse profesionalmente. La emigración gallega es en efecto un importante configurador tanto de la sociedad mexicana como de la gallega en el siglo XX. Todavía hoy existen comarcas enteras en Galicia, como las de Carballiño y O Ribeiro, con un alto grado de eclosión de “mexicanos retornados temporalmente o e vacaciones que en los meses veraniegos  vienen “a dar una volta” o de “de paseo”, y que son identificados como diferentes del resto de la comunidad por su acriollada y colorista forma de vestir, hablar y comportarse, por su presencia ostentosa, por el lucimiento de joyas de oro y por ss impresionantes “haigas”, que con los años cambiaron por los elegantes y europeos Mercedes Benz, siguiendo los dictados de la moda y la evolución de  usos sociales estudiados por Pierre Bourdieu (La Distinción).

   Con estos retornados viajaron con frecuencia los primeros equipos de música que popularizaron en las aldeas y comarcas gallegas las canciones mexicanas. Eran los temas de ronda, corridos de la Revolución Mexicana o rancheras de Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía o Chavela Vargaa.

   Por otro lado es innegable la impronta y cultural de los gallegos en México. Desde la venta ambulante por abonos o plazos (“aboneros”) y la práctica de oficios con afiladores y paragüeros, los gallegos de México se reconvirtieron en comerciantes estables, fundaron mueblerías, cantinas, tiendas, de abarrotes, regentaron baños púbicos, crearon los primeros hoteles en ciudases como México DF, Guadalajara o San Cristobal de Las Casas. Hoy en dia, la emigración gallega o sus descendientes dominan en buena parte de la Republica Mexicana el negocio del mueble, el mercado hotelero desde las grandes cadenas de cuatro y cinco estrellas hasta los populares “hoteles de paso”.

   Algunos miembros de la primera emigración gallega llegaron a ser propietarios de gran parte de los molinos industriales y de las panaderías en México DF, Puebla o Tlaxcala. Otros acabaron montando A.D.O (Autobuses de Oriente), una de las mayores empresas de transporte viajero en la República. El hijo de uno de estos emigrantes, arribado a México en los años veinte, es en la actualidad propietario de un canal de televisión y de un importante imperio económico ligado al mundo de la comunicación. Los descendientes del pontés Garpar Rivera Corral, integrados plenamente en el país, son hoy dueños del grupo constructor FRISA que facturaba a mediados de los noventa más de mil millones de dólares anuales.

   Los galleguistas republicanos, hiodos de la represión de la dictadura franquista, encontraron en Argentina, Uruguay, Cuba y México acogida fraternal y todas las facilidades para mantener viva, durante las décadas de la “longa nointe de pedra” (Celso Emilio Ferreiro), la lengua autónoma y propia de Galicia. La lengua literaria de la Península Ibérica  durante el Medioevo y de mayor antigüedad que el español y el portugués. Figuras de la intelectualidad gallega exiliada como los escritores Lorenzo Varela, Rafael Dieste, Florencio Delgado Gurriarán, Rogelio Rodríguez de Bretaña, Marcial Fernández, Luis Soto, Carlos Velo, el músico Jesús Bal y Gay o el pintor Arturo Souto coincidieron en el exilio mexicano con grandes escritores de la cultura española (Luis Cernuda, Juan Larrea o León Felipe).

   Todas estas cuestiones están tematizadas y estudiadas por dos ensayos que abordan con gran rigor la vida y la obra -también los sueños- de millones de gallegos que formaron parte la cadena de la cadena migratoria gallega en México. Se trata de las obras, Pioneros na corrente do Golfo. A primeira emigración galega a México (1773-1936) y Galgos en México (1878-1936). El autor del primer ensayo, Elixio Villaverde, doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela y, sin duda, el especialista mejor documentado en los avatares de la emigración gallega en México. El segundo de los libros, ganador del Premio Vicente Risco de Ciencias Sociales 2003, el más prestigioso de los que se otorgan en Galicia en el campo del ensayo, es un estudio riguroso sobre la presencia gallega en el país azteca desde la época colonial, la insurrección independentista hasta el inicio de la Guerra Civil Española.

   Pioneiros na corrente do Golfo, sin ser una investigación excesivamente técnica, reconstruye las cadenas migratorias y el tejido asociativo creado por los emigrantes gallegos en tierras aztecas. A partir de 1837 y tras la independencia de México y los decretos de expulsión, comenzaron a retornar los expulsados y dio comienzo una reemigración de gallegos desde Cuba. Se trataba de asalariados cortadores de caña, marineros que pescaban el guachinango, militares desertores, etc. Y, ya desde las últimas décadas del siglo XIX, la navegación a vapor, las necesidades económicas y las estrategias familiares embarcaron rumbo al puerto de Veracruz a padres de familia, jóvenes y adolescentes con la encomienda de enviar remesas pecuniarias para redimir de la miseria a sus familias gallegas. Fueron ellos los grandes pioneros llegados a la República Mexicana. Algunos “hicieron las Américas, o fueron germen de la emigración circular que abarca a cinco generaciones yendo y viniendo por la corriente del Golfo.

   Y entre ellos, Ramón del Valle-Inclán, un gallego universal y seguramente el dramaturgo de referencia de la renovación del teatro español durante el siglo XX, que llega a Veracruz en abril de 1892, pero que se integrará socio-profesionalmente en México DF. En la capital azteca, trabajó primero en el periódico El Correo Español y más tarde en El Universal, llegando a publicar treinta y seis colaboraciones periodísticas, incluidas algunas poesías. En México admirará a Porfirio Díaz y hará especial amistad con el general Sostenes Rocha, luchador al lado del padre de la patria, Benito Juárez, con el pintor Diego Rivera y con el intelectual Alfonso Reyes.

                                             


   Las dos obras de Elixio Villaverde son, como dije, un canto a los sueños, convertidos en realidad, de ese incontable número de gallegos que, desde una impronta anónima y sacrificada, protagonizaron la epopeya de la emigración gallega en México.

   Entre las conclusiones más relevantes a las que llega el autor, destaco las siguientes: la gran operatividad de las cadenas migratorias como mecanismo conformador de la inmigración gallega en la República Mexicana; la exogamia de los primeros emigrantes que se casaron con mujeres nativas, y la endogamia encubierta de la emigración mayoritaria posterior, hecho que retardaría su plena integración en el nuevo país. Añadamos en este sentido que quizás fue el gallego el grupo ibérico con mayor nivel de endogamia en México. La paulatina mexicanización tanto en el habla como en los gustos y hábitos de consumo de los inmigrantes gallegos, a pesar de su catalogación como “gachupíns” entre los mexicanos más hispanófobos.

   Datos eruditos y apasionantes biografías e esta reconstrucción de las cadenas migratorias en México y de las vicisitudes y modus vivendi de los aboneros, estereotipo cinematográfico de los gallegos en México, y de los grandes triunfadores que ciertamente  “hicieron las Américas” en los Estados Unidos Mexicanos.







(Texto publicado en el periódico Reforma de México DF el 19 de octubre de 2003)
  

1 comentario:

  1. Woow, me has dejado impresionada con este extraordinario artículo, Qué sorpresa más grata, saber que tus letras han viajado tantos kilómetros, para llegar a mi país. Pero cómo no va a ser así, si eres el mejor. Me ha encantado saber tantas cosas que ignoraba. Has enriquecido miconocimiento y te lo agradezco profundamente. A veces tardo en venir a leer y te pido disculpas, pero no es que no quiera hacerlo, si no que la vida a veces me impide hacer, las cosas que más gozo. No dejes de compartirme, lo disfruto mucho. Te dejo un abrazo con mi cariño y siempre admiración.

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