María Eugenia Siera
Editorial Feriva, Cali (Colombia), 100 páginas
(LIBROS DE FONDO)
Bumanguesa de nacimiento, pero
asentada profesionalmente en la capital del Valle del Cauca, esa ciudad,
Santiago de Cali, primorosamente cantada por el poeta gallego, Avilés de
Taramancos (“Ningunha noite tan fermosa como a noite de Cali”), María Eugenia
Sierra es una periodista de amplia trayectoria, sobradamente conocida por los
televidentes caleños y merecidamente reconocida por los medios de comunicación
de Colombia. Desde España seguimos su pista y este comentarista espera de la
labor periodística de María Eugenia Sierra esa versión complementaria de las
experiencias vitales, especialmente en sus años caleños, de Antón Avilés de
Taramancos., que posiblemente no coincida al cien por cien con la que en
Galicia nos fue transmitida de forma canónica. Le sobran capacidades para
elaborar ese reportaje definitivo a la mujer que quedó marcada para siempre por
la primera imagen que recuerda del día que comenzó a trabajar en la televisión:
un guerrillero del M-19, encapuchado y apuntándole con una pistola a su cabeza.
La crónica que María Eugenia Sierra nos
ofrece en su debut en la narrativa, con un título que por si solo es ya un
reclamo (La noche de los escarabajos)
analiza de forma ficcional dos temas de rabiosa actualidad: la corrupción de
ciertos personajes políticos y la impostura y embustes de muchos encuentros
virtuales. Temas que la narradora desarrolla a través de una trama argumental
cuyo principal protagonista es Pedro, alcalde de una gran ciudad colombiana,
inscrito recientemente en el club de los homosexuales principiantes en Internet,
acuciado por el deseo y por la urgencia de hallar al hombre de su vida. El
protagonista fue uno de los mentores de la polémica ley zanahoria; Pedro el
Grande, como se le conoce en los círculos políticos, anda con frecuencia tan
embriagado como vinculado a la corrupción con el partido de los contratistas
que financian campañas políticas y manipulan a no pocos gestores de la política
desde sus despachos.
Los caprichos de la ficción hacen que el
protagonista se case de forma informal
en una playa gallega con una joven romera xacobea, en una ceremonia civil
bendecida con el agua santa del vino albariño. Pero muy pronto las cosas
cambian de rumbo y toman otros giros. Un giro que se desencadena a partir del primer encuentro sexual de Pedro
con un hombre, encuentro que le gustó. ¡Jamás mujer alguna le había parecido tan
placentera! Y de pronto descubre el sexo virtual. Internet y sus engañosos
cebos: las páginas de contactos. Y también de repente, y con la misma
celeridad, se sumerge en la corrupción. Al final del relato, una original
voltereta y giro de tuerca, favorecidos por las infinitas farsas que aguanta
Internet, convierten la novela de María Eugenia Sierra en la novela del
burlador burlado.
La
noche de los escarabajos es, como he dicho, una ficción rabiosamente actual
y tan real como la vida misma. Porque la corrupción es omnipresente y se
expande viscosa como el aceite. Todos los días los escarabajos corruptos y
moralmente putrefactos saldrán a escondidas a comer y a tener sexo. María
Eugenia Sierra lo refleja con la fidelidad del espejo y, al mismo tiempo, con
piruetas y seducciones estilísticas muy cercanas a un registro mágico-realista.
Y si hay una virtud que en justicia se deba destacar en la escritura de María
Eugenia Sierra, ésta es sin duda la mirada irónica y distante, pero a la vez
fresca y intrigante, a la espuma de la realidad social y política de cualquier
urbe del nuevo o del viejo continente. Una mirada que abarca igualmente a las
nuevas tecnologías de la comunicación que permiten con placentera facilidad,
insólitos encuentros virtuales únicamente con apretar una tecla. La autora
sitúa la acción en la ciudad de Cali, pero muy bien podría radicarla en París,
Madrid, Barcelona o Bogotá. Porque en todas las ciudades del orbe pululan y
rebullen políticos y regidores como Pedro, el protagonista de esta ficción.
La
noche de los escarabajos no es un
libro para timoratos, como tampoco lo es la vida misma. No deberían dejar de
leerlo todos aquellos que, desde la magia de la ficción, pretenden sumergirse
en las ocultas entrañas de una urbe de nuestros días, en la que la codicia y
los actos más persistentes de corrupción, así como el sexo pluriforme, le
sirven de plataforma a las fechorías políticas, casi nunca coyunturales. Libro
trepidante, dinámico, en el que la acción no concede respiro, apoyado además en
una correcta arquitectura del relato. Novela escrita con la frescura de una
debutante, pero sin embargo, muy apropiada para el deleite y la reflexión.
Francisco
Martínez Bouzas
Fragmento
“La
ventana del programa de Internet para buscar pareja, que permanece abierta en
su computador personal, le anuncia una visita. Pedro suspende sus fisgoneos
pornográficos y teclea en el número del perfil que aparece en letras azules
sobre un recuadro que advierte que la fotografía del usuario es privada. Está
tranquilo en la intimidad del estudio de su casa. El contacto en línea se llama
David, tiene 25 años, es constructor y vive en Barcelona. Busca un hombre para
una aventura virtual nada más. Así las cosas, lo que dice en la casilla de
gustos resulta intranscendente. El alcalde no tiene restricciones de acceso a
este portal porque es miembro oro y paga cumplidamente una tarifa en dólares
que le da derecho a conocer el perfil de
todos los usuarios inscritos. El muchacho le pide que active su cámara web.
Pedro no tiene. Entonces ahí te va lo mío, escribe con torpeza el catalán. El
alcohol se derrama en su baso y el impoluto caballero de la política local se
zambulle en una crápula viscosa.”
(María Eugenia Sierra, La noche de los escarabajos, páginas 29-30)
(Con leves variaciones este texto fue publicado en el
periódico El País de Cali (Colombia) el día 9 de julio de 2006)
Excelente resumen sobre el trabajo de esta escritora...
ResponderEliminarSaludos