Libre
El desafío de crecer en el fin de la historiaLea Ypi
Traducción de Cecilia Ceriani
Editorial Anagrama, Barcelona, 2023, 319 páginas.
Lea Ypi (Tirana, 1979) es profesora de Teoría política en la London School os Economics, especializada en marxismo y en teoría crítica. Forma parte de una familia albanesa que sufrió la persecución y las consecuencias del régimen de Enver Hoxha que gobernó al país con mano de hierro: la Albania socialista enfrentada a la Unión Soviética, a China y a Yugoslavia. Un país que solo se sostuvo gracias a una ficción política basada en la vigilancia y en la represión.
La autora pretende presentarnos las memorias de aquellos años a través de la mirada de una niña, más tarde adolescente, que vivió con gran intensidad el desmoronamiento del socialismo albanés. Ella tuvo la oportunidad de vivir el momento con las características especiales que le aportó la situación política de su familia, ya que su infancia y adolescencia coincidieron con el llamado “fin de la historia”.
Por eso, con la inocencia propia de su edad, recupera de adulta el resquebrajamiento del régimen, las últimas horas de la llamada democracia popular. El planteamiento del libro va mucho más allá de la visión de Albania a finales de la década de los 80 e inicios de los 90 para convertirse en una reflexión sobre la libertad.
La autora estructura el libro en dos grandes partes. En la primera recupera sus primeros años, su infancia hasta finales de 1990, cuando quiebra el régimen comunista de Albania. Y está narrada desde la perspectiva de la visión de una niña que en los disturbios de ese año corre hacia la estatua de Stalin buscando su protección: Stalin era un gigante de bronce, con unos pies y unas manos mucho más grandes de lo que había imaginado. Pero le había robado la cabeza. Habían decapitado su estatua al grito de libertad y democracia. Algo que la niña no entiende porque ella se siente libre. Por ejemplo, puede elegir el camino de ida y vuelta a casa desde el colegio, es libre para comprar pipas… En la mentalidad de la niña no cabe que reclamen la libertad los que ya eran tan libres como ella.
Su familia es reacia al tema de las protestas; siempre discutían por todo, excepto por los temas políticos. El día que abrazó a Stalin perdió la inocencia infantil y se planteó la posibilidad de que la libertad y la democracia no formaban parte de la realidad en la que ella estaba inmersa. En esta primera parte relata peculiaridades de la familia, la muerte de Enver Hoxha, pero con el convencimiento que había recibido de su profesora de moral, Nora, de que su obra (el partido) seguía viva.
Con la ayuda del partido pudo por fin comprender que Dios no era más que una invención para atemorizarnos y hacernos depender de quienes pretendían ostentar el poder de interpretar la palabra de Dios o de explicar sus reglas. Con distintos ejemplos, la autora explica con claridad lo que creía en esa etapa de su vida: la rutina diaria de la Albania comunista y las normas y doctrinas del partido, a la vez que cuestiona la libertad de los países socialistas de Europa. Esta primera parte finaliza con un capítulo titulado “El fin de la historia” en el que narra el fin del socialismo de los países socialistas de Europa. Los que habían participado en marchas que celebraban el socialismo, en diciembre de 1990, se echan a la calle para celebrar su fin.
La segunda parte se inicia con un capítulo en el que reconoce que el partido se había equivocado en un montón de cosas, entre ellas, en el tema de la religión. Narra además su primer viaje fuera de Albania acompañando a su abuela Nini para recuperar algunas propiedades familiares en Salónica. Ese viaje hace que en ella brote la sorpresa al ver los comercios llenos de productos, pero que ellas no podían comprar debido a la escasez de dinero.
Sus padres pierden sus puestos de trabajo, pero se van acomodando a la nueva situación albanesa, a la vez que comienzan a creer en el dogma neoliberal, que, sin embargo a ojos de la adolescente era volver al socialismo pero con otro nombre. También refleja la avidez financiera que hizo que casi todos perdieran sus ahorros y muchas otras cuestiones y creencias que el entorno familiar le habían ocultado o maquillado.
Lea Ypi
Llega un momento, precisamente cuando Lea cumple los dieciocho años, en el que todo explota en una guerra civil en el país. La novela finaliza con la huida de ella con su madre y una hermana hacia Italia en un barco al el que consiguen subir, y el reflejo de la tristeza del padre que se queda en el país y fallece poco después.
El gran mérito de este libro, desde una perspectiva narrativa, es que logra emplear el molde novelístico para explicar la vida en un país al que la propaganda consideraba el mejor de los mundos posibles, un país en el que decorar una casa con un bote de Coca Cola vacío era un gran signo de distinción. Lea Pi logra contar esta historia, con múltiples detalles de la vida familiar, primero desde la perspectiva de una niña y más tarde como adolescente curiosa, que se convierte en incansable cuestionadora de lo que significa ser libre. Y lo hace con gran lucidez y con un estilo de prosa soberbio.
Un epílogo, escrito en el presente de la autora, sobre lo que entiende como profesora por socialismo como una teoría sobre la libertad a través de la historia, y aplicada a su familia, pone el broche final a este libro que se lee con placer
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