Relato soñado
Arthur Schnitzeler
Alianza Editorial, Madris, 2021, 126 páginas.
Relato
soñado, en alemán Traumnovelle,
es la pieza narrativa de Arthur Schnitzeler en la que se basó Stanley Kubrick
para crear su película póstuma Eyes Wide
Shut. El autor del relato nació en Viena en 1862 y murió en 1931. Era hijo
de una familia burguesa judía, ejerció la medicina, pero finalmente se decantó
por la escritura, que era lo que verdaderamente le atraía. Su obra fue centro
de elogios y de controversias. Elogiado vivamente por Sigmund Freud y
despreciado públicamente por Adolf Hitler. Freud llegó a pensar, y así se lo
manifestó al escritor, que lo que él
había desarrollado mediante un trabajo laborioso en otras personas, Schnitzler
lo había aprendido por intuición. Hitler prohibió sus obras cuando llegó al
poder ya que las consideraba basura judía.
Sin darle la razón a la barbarie nazi, lo cierto es que las obras de Schnitzler escandalizaron a la sociedad pacata de la época por la descripción del erotismo y del adulterio, a la vez que reflejaba las debilidades morales de la sociedad austríaca que consideraba superior el instinto sexual y los deseos sobre las convenciones sociales. A Arthur Schnitzler le intrigaba cómo sería la gente si exploraba sus deseos ocultos.
El escenario de la novela nos sitúa a finales del siglo XIX o a comienzos del XX en la ciudad de Viena, en la que vive una acomodada pareja formada por Fridolin, un doctor de treinta y cinco años que trabaja en un hospital y mantiene una consulta privada. Y su esposa Albertina. Tras una noche de baile, ambos en una sincera confesión, deciden contarse lo indecible, aquello que forma parte solo de los deseos ocultos, no de la realidad. Es Albertina la más decidida: le confiesa a su marido que, en las vacaciones anteriores, se sintió lujuriosamente atraída por un joven oficial danés. Admite con ello que por el hecho de ser mujer, no está libre de deseos. Se creía dispuesta a todo, a renunciar al marido, a la niña, a su futuro. Pero al mismo tiempo siente por su marido un inalterable amor. Fridolin también vive sus sueños eróticos con una niña de quince años. Pero solo observa; su deseo está presente pero nunca lo ha realizado. Albertina en cambio se sumerge en sus sueños eróticos. No obstante, en Fridolin germina la semilla de la duda, que irá creciendo a medida que avanza el relato.
Acude a una urgencia y da comienzo a una noche que marcará su futuro: aturdido por la revelación de su esposa, no regresa a casa, sino que contacta con diversos personajes y su noche culmina con una fiesta de máscaras que resulta ser una orgía, organizada por un grupo sectario secreto y dejándose embaucar por sus propios tormentos. Participa en una danza nocturna de disfraces que resulta ser un delirio onírico. Mientras tanto su esposa duerme y sueña sueños perversos.
Arthuur Schnitzler
¿Cuál será el destino de la pareja? ¿Salir indemnes de todas las aventuras, tanto las reales como las soñadas? Mas con la certeza de que ningún sueño es completamente un sueño, algo que también decía Freud, no desde la literatura sino desde sus estudios profesionales.
Si hay algo en esta novela que se eleva incluso por encima de los dos personajes principales, es la importancia que el autor concede a lo onírico, capaz de generar un ambiente perturbador en una pareja bien avenida y feliz. Los sueños juegan el papel principal. Todo eso añadido a una prosa de gran sutileza descriptiva y psicológica, en un relato intenso y erótico, nos hace pensar en una psicomaquía marital, entra las doce dualidades de las que habla Foucault. La esposa, al revelar sus deseos ocultos, acaba crucificando al esposo sin remedio.
Francisco Martínez Bouzas
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