Mi gato Yugoslavia
Pajtim Statovici
Traducción de Laura Pascual
Alianza Editorial, Madrid,2020, 317 páginas.
No hace muchos años que el hecho de que una mujer terminase siendo repudiada en Kosovo estaba a la orden día. Por tirarse accidentalmente un pedo mientras servía el té, era devuelta a su casa, un fenómeno que se producía sobre todo en los matrimonios concertados, como el de los padres de Pajtim Statovici, el autor de este libro. Otra de las pruebas a las que eran sometidos las jóvenes recién casadas era la obligación de la esposa de recoger, la misma noche de bodas, las judías blancas que su marido lanzaba al aire, desperdigándolas por todos los rincones, mientras él observaba la desnudez y naturalidad de los movimiento de la esposa. Y por supuesto, al día siguiente, los vecinos verían la sábana blanca machada con la gran mancha roja prueba de su virginidad.
Todo esto se nos relata en esta novela cruel y muy dura. La cara machista de la tradición ancestral. Statovici nació en Kosovo; sus padres que asumieron ese ritual humillante para la esposa, huyeron a Finlandia en busca de asilo. Y allí el autor escribió la historia de un chico cuya única compañía es una boa constrictor y un gato que conoce una noche en un bar gay. De ahí el título: Mi gato Yugoslavia. Sin embargo en un país occidental y progresista cono Finlandia, las parejas de gais fueron ilegales hasta 2017. Además con el nombre original Bekim siempre se sitió extranjero y fue víctima de racismo en el país nórdico.
Adelanto que Mi gato Yugoslavia es una novela que rezuma tristeza y mucha dureza. Su estructura es dual, con dos líneas narrativas plenamente marcadas y separadas, si bien las dos están escritas en primeras personas, si bien diferentes sujetos.
En la primera parte el protagonista da cuenta de sus intentos de integración en la nación nórdica, tanto como inmigrante como homosexual. Curiosamente inicia el relato comprando una boa constrictor, un ser vivo del que será responsable y al que proporcionará un hogar. Carece de amigos y hace pequeños trabajos y comienza a sentir el rechazo por su condición de inmigrante.
A lo largo de la novela, el autor confiesa cómo Bekim llega a Finlandia, cómo aprendió a leer en una lengua que le era extraña y que no comprendía; a vivir entre personas cuya cultura él despreciaba y cómo lo evitaban a él y a todo lo relacionado con su vida. De pronto, un gato se le junta en un bar y decide que será suyo, aunque no le gustan los gais. Pero es un gato muy especial. Y allí, en la sociedad nórdica se integra como puede como inmigrante y como gay.
En los capítulos que narran la otra cara de la moneda, su madre, hablando también en primera persona, nos da cuenta de su vida a partir de la infancia, de su adolescencia en una sociedad tradicional, su boda, acordada en un contexto patriarcal y machista. El minucioso relato de los preparativos y la celebración de la boda kosovar. El pánico que siente en la noche de bodas, sobre todo por la brutalidad de que es víctima. La muerte de Tito y la desintegración de Yugoslavia. Y sobre todo el autor delinea un fiel retrato de esta sociedad kosovar, anacrónica, machista, donde se compra a las mujeres y se las llena de regalos, únicamente para que paran hijos.
En la novela se reflejan algunas constantes que se dan en todo el mundo: la incomprensión, la marginalidad, el extrañamiento en un país que no es el de uno, y la añoranza de la propia patria.
La novela de Pajtim Statovci es en definitiva una inquietante meditación sobre el exilio y los daños colaterales que provocan las guerras. Y sobre todo, nos ofrece una exploración sobre el racismo internalizado que al mismo autor le hace percibirse a veces como alguien que está roto.
Francisco Martínez Bouzas
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