Myriam Moscona
Vaso Roto Ediciones, Madrid, 2016, 71 páginas
Columpiada, como ella escribe,
en los siglos que se mecen entre el ladino y el español, Myriam Moscona nos
ofrece un poemario excepcional por muchas razones. La primera y más obvia, por
el hecho de que está escrito en judeo-español, el idioma hablado por las
comunidades judías, descendientes de los hebreos que vivieron en la Península
Ibérica hasta 1492, y fueron expulsados por los Reyes Católicos después de la
apoteosis de la conquista de Granada. El ladino, una lengua sin patria ni
academia durante más de quinientos años, pero utilizada todavía hoy por 150.000
hablantes. Tras la expulsión, los sefardíes españoles fueron recibidos en su
mayoría en el Imperio otomano por el sultán Bayecid II. Otros se establecieron
en Marruecos, Holanda y algunos países de la Europa central, llevando consigo
su lengua que, excepto en algunas características específicas como el empleo
ocasional del léxico hebreo, no difiere mucho del español de la época, aunque
también es posible identificar el influjo de otras lenguas y dialectos
peninsulares: gallego, catalán, portugués, asturiano…Actualmente el ladino
tiene presencia en comunidades de Latinoamérica, en países como México, Cuba,
Colombia, Bolivia, Brasil. También en Israel y Turquía que acoge a la comunidad
sefardí más numerosa.
A una de estas comunidades establecidas en
México pertenece Myriam Moscona, hija de una familia búlgara sefardí. Poeta de
amplia trayectoria, narradora y traductora al inglés, pretende con Ansina (Así es) recuperar sus señas de
identidad, no solo a través de la memoria, sino también por medio de los biervos (palabras) que la unen, en
simbiosis, a la vez afectiva y estética, con sus ancestros. Porque la lengua
también es una patria, quizás más patria que el mismo territorio.
Por ese motivo, escribe Myriam Moscona su
poemario en ladino, con excepción del exordio y los epígrafes que preceden a
cada una de las cinco partes del libro. Conviven, de este modo, en los poemas
de Myriam Moscona dos grandes protagonistas: la función estética inherente a la
lírica y esa lengua que nos permite retroceder al “tiempo que tiembla”, en
afortunada expresión de Juan Gelman. Es convincente el razonamiento que la autora
hace en el exordio para justificar el empleo del ladino: hay cosas que
solamente pueden ser dichas en una lengua y no en otra, ya que “la connotación
lúdica del asombro coloquial perdería su huella”. El ladino le permite a la
poeta enlazar con la dimensión del tiempo: un espacio más íntimo, familiar y
`primitivo. Leemos pues en ladino, no los temas tradicionales de la poesía
sefardí, sino los argumentos de siempre, incluidos los de la poesía actual.
Como podemos leer en uno de los poemas de Ansina,
“no se topa la lingua / solo para servir / kantikas o para enlazar /ermanos / la
lingua sirve / para el rakonto / de estreyas / para studiar / insektos…”
(página 54).
Poesía de hoy rebosante de cotidianeidad (la
muela del juicio, por ejemplo), pero también de humor y hondura sentimental,
amorosa. Estructurada en cinco grandes secciones, pautadas por epígrafes de
Marcel Proust, Edmond Jabés, Zohar Libro del Esplendor, Albert Einstein y
Marcel Cohen.
La primera parte, “De empolvaduras”, es el recobro
evocativo de la memoria personal y familiar, la recordación de los seres
queridos como la figura paterna (“kizo / facer de mi / una / leona”); las
recomendaciones maternas (“el amor eterno / no es un bomboniko de dulsor”,
página 22 ). En la segunda sección, “De morideros”, rescata la poeta, en versos
nostálgicos, a aquellos que “se fueron / con prestor”: el padre, la madre,
recuperadas sus voces (“vozes / vinieron / empués / tomaron ayre” (página 35);
a las dos madres que siente hablar (“en distintas / kantikas /avlan las dos”,
página 41). En la tercera parte, “De kreaziones i undimientos”, nos regala la
poeta el único poema escrito en prosa:
la letra beth: el muro: “la forma que tiene la primera letra de la kreazion”.
Myriam Moscona echa mano de la sabiduría rabínica y nos propone reordenar juntos el olvido para mejor morir
en la lengua santa.
Una cita de Albert Einstein introduce al
lector en la cuarta sección, “De sensya”. Myriam Moscona evidencia que también
el ladino puede ser lengua de la ciencia, y esta, sobre todo la "matematika",
puede ser convertida en poesía, y conectarnos con el ojo de Dios que “mos amasó
con shejina (principio femenino de
Dios en hebreo). Finalmente, la última
sección, “De eskrivideros”, es una reflexión sobre la escritura y el habla, los
biervos (palabras) con los que la
poeta crea sus “kantikas”. Bellos poemas como “Serrada” o “Klaze de
djudeo-espanyol”, preñados de montajes interactivos de varios sonidos y de
anáforas en los comienzos versales sobre todo.
Advierte la autora de la profusión de la
letra “k” y la explica debido a razones históricas: muchos de los judíos
expulsados de España en el siglo XV se refugiaron en el imperio otomano. El
ladino se escribía entonces con letras hebreas. Pero el presidente turco Kamel
Ataturk, en su afán de occidentalizar Turquía, impuso el alfabeto latino. Y la
lengua turca obligó a la escritura judeo-española a pasar por la misma criba.
Poemas muy
contenidos porque el vocabulario limitado obliga a la poeta a la
concisión. Pero un poemario que es memoria y testimonio de una lengua hermosa
que está muriendo. Solo memoria y testigo. No rescate, porque las lenguas no se
rescatan con libros; son necesarios hablantes que las practiquen a diario,
niños que las mamen con las caricias
maternas, que las valoren, las amen y las usen a diario.
Francisco
Martínez Bouzas
Selección de
poemas
De trokamientos
“trokar al kojo manko
trocar al manko surdo
trokar al surdo siego
trokar al siego tuerto
trokar al tuerto en ojo
trokar al ojo en rizas
trokar la riza en lavios
trokar la boka en linguas
trokar la lingua en bezos
trokar el bezo
en tus de tis
korasonatripados
todos tornamos
a trokar al kojo en manko
al manko en surdo
al surdo en tudro
i despues a durmir
i despues a morir
i despues tomar ayre
ke la kreyensa no falta…
ke de la agua
trokada en viento
trokada en polvo
trokada en luvia
kontigo trokada
komo gato mojado
tenme te pido agora
en todos tus preziados
tus de tis”
.....
Sodrera
“veremos a ver
si la kavesa
de lenio
entiende kozas
ke el korason
de suyo se guarda”
.....
Para mejor morir
“raví ben izmir dijo:
si plazieras tu lingua al
fuego
i la lingua no se kemara
si plazieras tu lingua a
el agua
i tu lingua recia kedara
si plazieras tu lingua al
viento
i no se adgirara tu lingua
dunke tenesh una lingua
santa
i kale morir en ella”
.....
Klaze de djudeo-espanyol
(El
puerpo)
“el kulo es posterior
la tripa es anterior
el bofe es anterior
el rinyon es posterior
el karkanyal está en el
pie
el diz en la patchá
los kaveyos koronan la
kavesa
la kaniya te sale de los
pies
tener korason es por un
kardiak
tener ijada es infeksion
de urina
la durera es konstipasion
la chuchurela es koza de
mal güesmo
el párparo poedes tener serrado
ama el tino siempre
abierto
-entenditesh la klaze,
pasha?
-i si i no”
(Myriam Moscona, Ansina,
paginas 20-21, 26, 48, 65)
Es muy hermoso rescatar las lenguas de cada región y más dándole un marco artístico en la poesía, desgraciadamente en mi ignorancia, no logro discernir la definición de algunas palabras, No sé si el poemario traiga algún tipo de glosario que guíe al lector para entender el contenido correctamente y aprender de él, sin embargo aplaudo su técnica y el enfoque que ella da con tan bella lengua, a estos versos que nos presentas. Felicito como siempre tu reseña, pues con ella aprendo mucho y ahora me pondré a investigar más sobre esta lengua que en realidad y honestamente no conocía. Un fuerte abrazo y muchas gracias.
ResponderEliminarGracias Araceli, una vez más por tus palabras, por tus sabias palabras sobre mi reseña. Y sobre todo sobre el poemario de tu compatriota, Myriam Moscona.Sí, el poemario trae, en la parte final, un buen glosario. Lamentablemente me olvidé de comentarlo. El ladino ha dejado su huella en ciertas regiones de México. Así por ejemplo, hay zonas en tu país donde se dice "trujeron". Y no es un error sino la pervivencia de la lengua del exilio. Otro abrazo para tí.
EliminarPrecioso Francisco. Deliciosa la poesía y fantástica tu reseña. Gracias. Lo comparto.
ResponderEliminarSí, Gema el poemario de esta mujer sefardí de origen búlgaro, es un plato delicioso para lecto@s como tú. Gracias por tus palabras
EliminarPara mí es descubrimiento, casi diversión instructiva, y asombro ante la imaginación a veces con toques humorísticos. Gracias por el regalo, amigo. Un abrazo.
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