Xosé Ramón Pena
Traducción de Moisés Barcia
Pulp Books,
Cangas do Morrazo, 2015, 209 páginas
Como en Argelia, como en Cuba, como en el Egipto de Nasser. Una parte
importante de la juventud gallega más concienciada de finales de la década de
los cincuenta y comienzos de los sesenta veía en los movimientos revolucionarios
de esos países el horizonte de esperanza liberadora para sacudir el yugo de la
dictadura franquista que atenazaba Galicia y a España entera. Lo refleja Xosé
Ramón Pena, narrador, ensayista y estudioso de la historia de la literatura gallega, en la
novela Como en Argelia, editada en
2012 en gallego y traducida ahora por Moisés Barcia para Pulp Books. En efecto,
Xosé Ramón Pena, partiendo de la historia de Galicia y del galleguismo en esas
fechas, sumerge al lector en lo que pudo ser la otra crónica de la teoría y de
la praxis del galleguismo.
Cimentando su ficción en acontecimientos reales, el autor “inventa” en
su relato una historia que forma parte del galleguismo. Una historia que se
desarrolla en torno a un grupo galleguita, que no es el de Ramón Piñeiro ni el
de Brais Pinto, a los que, no obstante, se hace referencia en varias ocasiones.
Un grupo de jóvenes que viven entre Madrid y Galicia y en el que imparte
doctrina y estrategia un verdadero “director de conciencias” que, como Ramón
Piñeiro, no disimula su anticomunismo, y pretende crear pequeñas células
galleguistas por todo el país, gente que, en el futuro que sin duda vendrá
después de la muerte de Franco, sea capaz de levantar entre los gallegos la
conciencia de pueblo y articule fuerzas
galleguistas a semejanza de los modelos vigentes en Europa. Crónica pues de un
tiempo, los años 60 que se convierte en una historia determinada que forma
parte del galleguismo. Los protagonistas se descubren personalmente, se revelan
a sí mismos como hijos de circunstancias políticas concretas de esa década
prodigiosa en la que las tropas de Fidel Castro entraron en la Habana, en la
que, en otra parte del planeta, en Argelia, se vive una revolución
independentista contra el poder colonial.
Entre estas “lanzaderas del futuro” está y actúa con gran impronta Xosé Ánxel Viana, en cuya existencia entra
con fuerza Paloma, una actriz mexicana, que les pide a Viana y a sus compañeros
algo más: un gesto, algo romántico que permita dar cuenta de su existencia más
allá de las reuniones clandestinas. Y como en Argelia, aunque provocados por la
violencia gratuita de la Guardia Civil, parte del grupo, entre la improvisación
y la impericia, se decantará por una acción que no solamente dará muestras de
una gran ingenuidad, sino también de no pocas traiciones.
La novela refleja de forma convincente y correcta las distintas formas
de estar en el galleguismo, cada una con sus techos y limitaciones. Es la
dialéctica entre un galleguismo puramente cultural y otro utópico y más radical
que, en un determinado momento histórico, se decantó por la acción, por algo
diferente y romántico.
El autor conjuga hábilmente elementos históricos, tanto a nivel
internacional como de nuestro país, con aquello que debe de ser la esencia de
la acción de novelar: sumergir al lector en una aventura en la que no solamente
acompaña a un grupo de jóvenes que no se arrepienten de nada, a hallar su
propio camino, sino que participa con ellos en una apasionante carrera, entre
miedos, peligros y traiciones para salvar sus vidas. Nada de lo que relata la
novela es verdad histórica. A pesar de ellos, el libro contiene innumerables
efectos de verdad que sobre todo deben hacer reflexionar y profundizar en la
esencia de la conciencia nacionalista gallega, en sus desvaríos y también en
sus insuficiencias o aproximaciones.
Francisco Martínez Bouzas
Fragmentos
-¿…Argelia? ¿Y qué tenemos que ver
nosotros con Argelia? Esta vez no esperó la respuesta. Se puso de pie y empezó
a avanzar, también él por la habitación. Se ajustó las solapas de la camisa
verde suave y dejó que un dedo peinara el bigote bien dibujado sobre la finura
de los labios. Alberto Couceiro fue a
sentarse mientras tanto en la silla desocupada.
-Yo pensaba -flexionó la pierna izquierda
y apoyó el pie contra la pared- que había ciertas cosas en las que todos
estábamos de acuerdo, incluido tú, Alberto. Por ejemplo, en que Galicia es un
país europeo de pleno derecho. Creo que somos una célula de europeidad desde
los celtas. O desde los ártabros mantenido así a lo largo de la historia. Por
lo tanto, nuestro destino, nuestra razón de ser están ahí mismo: en Europa. Y
no en Argelia ni en ninguna otra parte.”
…..
“Tras los cristales del vagón, los
verdes y los ocres viraron primero hacia el rojo; después, y a medida que el
tren avanzó la distancia nocturna de Vigo, fueron tornándose de violeta y malva
goteante. En un momento, la ría lastró sus límites sobre la tinta incierta de
los terrenos de labor, los raíles del tren habrían podido prolongarse entonces
sobre la plana vecindad de las aguas…Le señaló, tras la ventana, las sombras
del pequeño archipiélago y le deletreó su nombre: San Simón.
-«…E cercáronme as ondas, que grandes
son. Eu atendendo o meu amigo, eu atendendo o meu amigo.»
-¿Más versos de…cómo era? ¿De
Cabanillas?
-¿De Cabanillas? No, no, estos son de
Meendinho, un poeta, un…trovador de la Edad Media. Pero…dime tú ahora una cosa:
me preguntaste durante la travesía en el barco qué opinaban mis amigos, y
también yo, de lo que está pasando en Cuba -ella afirmó con la cabeza, él
afectó ligeramente la voz-. ¿Pero y tú? ¿Qué te parecen a ti los barbudos? -echó
un vistazo rápido al vagón, viajaban prácticamente solos, confirmó que la
conversación resultaba procedente en aquella circunstancia.”
(Xosé Ramón
Pena, Como en Argelia, páginas 54,
90)
Muy interesante....
ResponderEliminarMuy interesante tu crítica sobre esta novela, que habla de la cultura gallega, a la cual le tengo profunda admiración y respeto. Me encantaría leerla, sobre todo para ver el enfoque que le ha dado el autor. Gracias por compartir tu excelente y educativo trabajo, siempre un lujo ante mis ojos. Saludos y abrazo de luz.
ResponderEliminarMuy interesante tu crítica sobre esta novela, que habla de la cultura gallega, a la cual le tengo profunda admiración y respeto. Me encantaría leerla, sobre todo para ver el enfoque que le ha dado el autor. Gracias por compartir tu excelente y educativo trabajo, siempre un lujo ante mis ojos. Saludos y abrazo de luz.
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