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lunes, 23 de septiembre de 2013

"LA NIEVE DEL ALMIRANTE": ÁLVARO MUTIS EN VIVA MEMORIA



Álvaro Mutis (Foto EFE)

   Álvaro Mutis (Bogotá 25 de agostó de 1923 – Ciudad de México, 22 de septiembre de 2013) “fue un novelista y poeta colombiano” dice Wikipedia. Por mi parte modificaría esa expresión, porque Álvaro Mutis es un novelista y poeta colombiano y universal, ya que la obra de un escritor perdura mucho más allá de ese trance inexorable que es la muerte. Álvaro Mutis, falleció en efecto en Ciudad de México donde se instaló en el año 1956, después de sus quijotadas culturales. Burgués completo, pero sobre todo poeta y narrador universal, ganador de todos los grandes  premios literarios, con la excepción del Nobel. Hoy tras su muerte nos sentimos huérfanos de su persona, pero no de su obra que perdurá para siempre.

 Se inició en la novela en 1978 -leemos en su biografía digital- pero sólo sería reconocido popularmente en 1986, con la publicación de la primera novela de Maqroll el Gaviero, La nieve del Almirante. A partir de entonces comenzó a recibir premios importantes. Uno de sus contemporáneos escribió: "La saga novelesca de Maqroll el Gaviero es, sin duda, por su emocionante despliegue narrativo, su profundidad terrible, su construcción de gran artesanado, su poesía constante y su delicadeza, una obra mayor de la escritura en nuestra lengua".

   Hoy como homenaje y recuerdo de la memoria viva de Álvaro Mutis este enlace al texto que a finales 2001 escribió Gabriel García Márquez. Es el homenaje al amigo de otro escritor universal. Y un fragmento  de La Nieve del Almirante. La primera novela, en efecto que escribió Álvaro Mutis que inicia la saga de Maqroll el Gaviero, aquel viejo marinero errante que recorre los puertos y mares más recónditos y se adentra en el imaginario río Xurandó, atravesando la selva  acaparado por el recuerdo imborrable y poco menos que endémico de Flor Estévez y de aquel libro que narra la muerte del Duque de Orleans. Viaje, como todos los viajes iniciáticos que, siguiendo la senda de Ulises, acontecieron siempre y siguen sucediendo día tras día, en un sutil aprendizaje de la vida y de la muerte.

   Escrita con prosa le lujo, cargada de lirismo y de hondura, hoy nos sigue embrujando como hace casi treinta años. Prosa de referencia de las letras hispánicas. Hoy esta bitácora la trae de nuevo a la vida como  elemental homenaje al escritor, “barón rampante de América Latina”, que en sus obras sigue viviendo después de la muerte.

Francisco Martínez Bouzas








Fragmento



Marzo 24




“Hemos llegado a un amplio claro de la selva. Después de tantos días, por fin, arriba asoman el cielo y las nubes que se desplazan con lentitud bienhechora. El calor es más intenso, pero no nos abruma con esa agobiante densidad que, bajo el verde dombo de los grandes árboles, en la penumbra constante, lo convierte en un elemento que nos vas minando con implacable porfía. El ruido del motor se diluye en lo alto y el planchón se desliza sin que suframos su desesperado batallar contra la corriente. Algo semejante  a la felicidad se instala en mi. En los demás es fácil percibir también una sensación de alivio. Pero allá, al fondo, se va perfilando de nuevo la oscura muralla vegetal que nos ha de tragar dentro  de unas horas.

 Este apacible intermedio de  sol y relativo silencio ha sido propicio al examen de las razones que me impulsaron a emprender este viaje. La historia de la madera la escuche por primera vez en La Nieve del Almirante, la tienda de Flor Estévez en la cordillera. Vivía con ella desde hacía varios meses, curándome una llaga que me dejó en la pierna la picadura de cierta mosca ponzoñosa de los manglares del delta. Flor me cuidaba con un cariño distante pero firme, y en las noches hacíamos el amor con la consiguiente incomodidad de mi pierna baldada, pero con un sentido de rescate y alivio de anteriores desdichas que, cada uno por su lado, cargábamos como un fardo agobiante….”



(Alvaro Mutis, La Nieve del Almirante, Punto de lectura, Santillana Ediciones, páginas 28-29)

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