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jueves, 26 de enero de 2023

HABITAR EL CAMERINO DE LA PROSTITUCIÓN

Casa de nadie                       



Laureano Debat

Editorial Candaya, Avinyonet del Penedès (Barcelona, 2022, 292 páginas.

 

    

   Como es de suponer, no conozco al escritor argentino Laureano Debat. Tampoco  su obra. Por esa razón, tomo de la valiosa información que le ofrece al lector Editorial Candaya los datos más relevantes sobre sus creaciones y actividades. Nacido en Buenos Aires en 1981, es periodista, profesor y escritor. Colabora o ha colaborado en múltiples medios de comunicación, y es autor del libro de crónicas,  Barcelona Inconclusa (Candaya, 1917). Es docente de escritura narrativa, y en la actualidad reside en Zaragoza, tras haber proyectado su capacidad de observación periodística en la capital barcelonesa. Con Casa de nadie debuta en la narrativa de formato largo. El equipo de Candaya nos dice así mismo que la novela tiene sus orígenes en su libro de crónicas sobre la Ciudad Condal.

   El  íncipit de la novela es la descripción de un piso en el barrio de l’Eixample, donde, durante varios meses convivirá y se forjará una relación de amistad entre el narrador y dos mujeres: Sonia y Jimena que lo habitan y allí trabajan. Amplio, con bastantes habitaciones y, en la parte baja, un convento de monjas. Allí alquila el protagonista una habitación porque las dos mujeres que le enseñaron la casa, madre e hija, le parecieron muy amables, y la habitación también es de su gusto.

   En muy pocos días, se dio cuenta de que sus cálidas anfitrionas trabajaban como prostitutas en la casa. Pero ello no fue óbice de que, entre los tres,, surgiera una excelente relación de convivencia. En los nueve meses que vivió en el piso, el protagonista accede con naturalidad a la cotidianeidad y  a los secretos de un piso de scorts.

   Esa experiencia la relata el autor en Casa de nadie: el día a día de las prostitutas, madre e hija, en un piso que le parece un territorio de paso y de nadie y donde los objetos le parece que carecen de pasado. Todo es efímero, con una manía desmesurada por el orden y la limpieza.  Se mantiene la lógica del no-lugar, un sitio de paso. A pesar de ello, el protagonista intima con sus anfitrionas y con muchos de los amigos y amigas que le presentan.

   Laureano Debat también nos pone al tanto de los antecedentes de las dos scorts. Nacidas en un barrio de gente próspera y amiga del régimen, y con un marido adicto al trabajo,  a la caza, pero también a las golpizas, que le hace cinco hijas a su esposa. El desenlace, un balcón que da a la calle y a otro pulmón de manzanas y desde donde se ve el patio de un convento de monjas de clausura.

   

 

                                       

                                         Laureano Debat

 

 Y desde aquí, la madre y una de sus hijas emprenden la ruta del sexo, con pleno dominio de la erótica, del arte de la venta del cuerpo. Durante los nueve meses que permaneció en el piso, el autor anota en su bitácora los acontecimientos más relevantes de esta forma de vida: compartir piso con putas. Diez años más tarde, dialogando con su memoria y con los apuntes de su bitácora, el autor escribe esta novela extremadamente singular: la convivencia diaria, la asistencia a fiestas nocturnas, invitaciones al Camp Nou, resacas, el contacto con los clientes, los orgasmos largos y no fingidos de sus anfitrionas, pero también los fingidos, las experiencias que le cuentan las  scorts por muy crudas que sean. Por ejemplo  sobre como las follan los feos y sus estratagemas para resistir.

   Lo más valioso de la novela reside, en mi opinión, en el hecho de que el autor penetra en el mundo interior de los prostíbulos, en las razones que empujan a las mujeres a ejercer como prostitutas. Aunque a primera vista  Casa de nadie puede parecer una novela erótica – en ella se narra todo y sin eufemismos, lo que pretende ser realmente es una incursión, escrita con absoluta crudeza, en el drama de la prostitución vivido por las víctimas, un drama que las mujeres combaten frecuentemente con hipnosedantes. Eso es lo más meritorio de este relato: mostrarnos con absoluta sinceridad el otro lado del espejo del camerino de la prostitución.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

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