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martes, 26 de abril de 2022

"COLOMETA", LITERATURA PROLETARIA Y DE CALIDAD

La plaza del Diamante

Mercé Rodoreda

Traducción de Enrique Sordo

Prólogo de Gabriel García Máquez

Edhasa, Barcelona, 2021, 272 páginas

(Libros de siempre)

 

    

 

   
 
Si existe y se puede hablar de una literatura proletaria, he aquí un ejemplo difícilmente irrepetible y señero. Y no solo porque la fabulación de Mercè Rodoreda (Barcelona 1908-Gerona 1983) recrea los pedregales, las polvaredas y pequeños rayos de felicidad  de una mujer de la clase obrera -mucho más abundantes las pesadillas que los momentos placenteros y de ensueño-, sino sobre todo por la forma expresiva tan peculiar de esta novela un  suerte de  cercado narrativo sin recovecos y rodeos; lineal y corriente como uno imagina el discurrir de la experiencia vital de una mujer pobre y candorosa, maltratada  por todos los gemidos, dolores y cansancios que genera la miseria. Y sobrecargada por los huecos del hambre y de la muerte en los tiempos difíciles de la Barcelona de Guerra Civil.

   Pero de la misma forma que los hilos de las existencias humanas, incluso de las más vulgares, se iluminan de vez en cuando con chispas del calor  de la emoción, del mismo modo la escrita polisémica e elemental de Mercè Rodoreda explota con gran frecuencia en verdaderos momentos de diamantes expresivos al visionar los retazos del aliento barcelonés a través de la vida doméstica y sentimental de esta mujer de la clase obrera.

                                        

                                            

                                        Mercè Rodoreda
 

  

  Y así, gira que gira Colometa, envuelta en un universo de sensaciones, de colores, y hedores de los viejos barrios barceloneses. Son las camelinas y las margaritas, los jazmines y las violetas, los arrullos de las palomas, las cegadoras luces azules, las rosas de papel. Y los pensamientos y cismas. Y el aire y el hambre y los muchos trabajos y cansancios. Todo cruza y envuelve la vieja vida de Colometa, un casi nada que desarrolla su exitencia alrededor de la Plaza del Diamante, “una caja vacía hecha de casas viejas con el cielo por tapadera”.

   Y si a más de uno no le es suficiente la contemplación de la hermosura melancólica de esta obra maestra de la escritora catalana considerada la más universal de todos los tiempos y traducidas a casi todos los idiomas, y quiere  avales más sólidos y relumbrantes, debe recordar que a Plaça del Diamant la incluyó Harold Bloom en la cuarta lista (“La edad caótica: una profecía canónica”) de ese canon occidental que desde hace años circula por medio mundo dando mucho que hablar (no las densas y soberbias  lecciones de crítica literaria que componen realmente el libro), sino sus listados en los que a todos nos apetecería mangonear.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

viernes, 15 de abril de 2022

UN VIAJE, UNA METÁFORA

Nocturno hindú

Antonio Tabucchi

Tradución de Carmen Artal Rodríguez

Editorial Anagrama, Compactos, Barcelona, 112 páginas.

(Libros de siempre)

 

    

 

 

   A todos, no solo a José Ángel Valente, nos gusta Antonio Tabucchi (Vecchiano, 1943 - Lisboa, 2012), sobre todo en su espléndida narración Sostiene Pereira. Una testimonianza. Antonio Tabucchi, posiblemente el escritor italiano más leído en la segunda mitad del pasado siglo y en los inicios de este, considerado por lectores y no pocos críticos el mejor escritor italiano de su generación: “situado a la cabeza de la literatura europea” (Miguel García Posada), es mucho más que la provocadora claridad del testimonio de Pereira defendiendo la verdad. Es también mucho más que un gran conocedor y un gran solidario con Portugal, -uno de los mejores especialistas y traductores de Pessoa-, cuando en Europa nadie se acordaba del país vecino.

   Tabucchi es un mosaico complejo que puede ser leído de forma global, en el que los personajes salen de unas historias para entrar en otras. Es el universo Tabucchi, un universo sombrío, atormentado, nocturno, en la raya de los territorios de la ambigüedad, del envés, del equívoco y, al mismo tiempo, cosmopolita, alentando quizás la atmósfera de la moderna narrativa italiana y los vientos de la cultura portuguesa, en la que Tabucchi se formó y difundió por medio mundo. En cualquier caso Antonio Tabucchi mantiene el convencimiento de que el mundo es el mismo en todas partes: cambian los paisajes, los decorados y sin embargo las historias de los seres humanos varían muy poco, acontezcan en Toscana, en Lisboa o en Bombay.

    

                                             

                                          Antonio Tabucchi

 

    Nocturno hindú, digámoslo ya, es la novela breve de un viaje y de una búsqueda obsesiva a través de varios lugares de la India. La búsqueda de alguien que no tiene voluntad de ser encontrado. En las novelas de viajes, los personajes se desplazan frecuentemente para hallar alguna cosa. En los viajes de Tabucchi, y Nocturno hindú es una confirmación, se viaja sobre todo para buscar, aparentemente para buscar, pero sin encontrar nunca nada. De forma fingida, la trama desemboca en el “insuceso”, pero en la realidad más profunda no es así. Siempre acontece algo, siempre se encuentra algo: la búsqueda, el sentido de la indagación. “Tal vez busca un pasado, una respuesta a algo (…). En cierto modo se anda a la búsqueda de uno mismo (…), es como si al buscarme a mí, se buscase a sí mismo”.

   He aquí pues, en la versión moderna de un estilista refinado, la vieja idea del viaje como metáfora de la vida. Viajamos y viajamos sin hallar nunca nada y, mientras tanto, buscamos, buscamos sin descanso. Tal vez eso sea el vivir. Lo demás, sombras, velos de la noche.

 

Francisco Martínez Bouzas

Brújulas y Espirales

 

jueves, 7 de abril de 2022

LLORAR PENAS DESDE LA REBELDÍA

Diario Intimo


George Sand

(Libros de siempre)

 

 

    

   Si es cierto que Rosalía de Castro lloró por todos nosotros, los que habitamos en este rincón de nieblas, cantiles y aldeas periféricas, George Sand (1804-1876), pseudónimo literario de Armandine Lucie Aurore Dupin, lo hizo por todos los  DiarioDDiarioeuropeos. Mares de lágrimas y lamentos, amalgamados unos con otros, y de forma exponencial en sus escritos íntimos. Sus paños de lágrimas: Liszt, Buloz, Sainte-Beuve, el abad de Lamennais. El principal aguijón y causante de tanto desespero, Alfred Musset con el que George Sand intentó realizar el ideal del amor romántico: una pasión eterna y exclusiva, sin embargo siempre manchada y rebajada al prosaísmo cotidiano por las normas sociales.

   Esto es lo que el lector hallará en esta amalgama de escritos íntimos, que la escritora no planeaba publicar. Escritos en 1834  y editados en 1926 por su nieta, Aurora Sand. Una edición que empareja para siempre a la abuela y a la nieta. El amor son las lágrimas, si lloras amas, le había recetado en una ocasión Saint-Beuve. De ahí que George Sand llora sus penas tras la primera ruptura sentimental con Musset.

   Desde esta perspectiva, un libro que poco tiene que decirnos, que seguramente poca substancia non aportará, esa substancia que fluye de los manantiales de reserva que son los clásicos.

    

                         

                                               George Sand

 

 Mas cabe otra lectura de estos textos de lamentos y laceraciones. El Diario íntimo y muchos otros escritos de George Sand, es también un libro de desafíos. George Sand tampoco aceptó, como Rosalía, ser una resignada esposa tradicional. Como mujer consciente se encontró encerrada entre sus aspiraciones y las escasísimas posibilidades que la sociedad de su tiempo le permitía. Pero, al contrario de Rosalía y con varias décadas de antelación, su vida fue una permanente provocación contra el sistema establecido, contra sus normas y convencionalismos. “Tos mis atrevimientos se resumirían en reclamar el divorcio en el matrimonio”, escribió en 1837, año del nacimiento de Rosalía, al abad Lamennais. La mujer Aurore Dupin empleaba como la mayoría de las escritoras de la época- una excepción fue Rosalía- pseudónimos masculinos, da testimonio de los derechos de las mujeres a tener sensaciones y experiencias vitales íntimas, incendios pasionales, quizás heterodoxos; y especialmente la independencia y un pensamiento fuerte y libre. Varias décadas más tarde, Rosalía afirmará la ligereza mental de la mujer. Recuérdese en su descargo que París no era este país, como decía de grises atropellos, de un infinito y casi intransigente avasallamiento especialmente para los universos femeninos.

 

Francisco Martínez Bouzas

Nota sobre la portada: La portada de Diario Íntimo corresponde a la traducción y edición que en el año 1929 efectuó Marie Jeney Howe

 

 

 

lunes, 4 de abril de 2022

REIVINDICACIONES DE MUJERES QUE ESTÁN AL LÍMITE

 Cauterio

Lucia Lijtmaer

Editorial Anagrama, Barcelona, 2022, 212 páginas.

 

   

 

   Cauterio es el cuarto libro de Lucía Lijtmaer (Buenos Aires, 1977) y el que ha sido acogido con mayor aceptación tanto por parte de la crítica como del público lector (tres ediciones en el mes de marzo). Pero la autora no es un neófita, solo que sus anteriores libros son de divulgación cultural. Cauterio es pues su primera novela. En Cauterio, el lector se encuentra con dos historias que transcurren en épocas distintas: en la actualidad y en el siglo XVII. Y situaciones espaciales también distintas y muy alejadas entre sí. Mas la autora ha sido capaz de entrelazar con destreza ambas historias, logrando una sola novela en torno a temas como la huida del dolor, la resistencia, la traición, la venganza, el desarraigo, la fragilidad o la oposición ante los roles de género contemporáneo. Cauterio es pues el debut de una narradora; y a la vez punzante, cauterizadora, pero sobre todo una poderosa novela.

   En Cauterio se dan cita tres voces: la de una mujer joven sin nombre, la de una pensadora y practicante religiosa, Deborah Moody, nacida en 1586 y la de la autora que amalgama hábilmente los monólogos de ambas que se alternan a lo largo de la novela. En el inicio del libro, hace acto de presencia la mujer joven sin nombre que transita por Barcelona en 2014. Vive en una profunda depresión, con fantasías apocalípticas debido al cambio climático y decide trasladarse a vivir a Madrid, con la muerte como su única meta.: “Durante mucho tiempo solo me quiero morir” (página 9). Había sido abandonada por su pareja.

   La segunda protagonista, una mujer inglesa del siglo XVII, Deborah Moody, deja Inglaterra para establecerse en las colonias. Si a la protagonista contemporánea la invade una sensación de fracaso al quedarse sola sentimentalmente, la segunda, enterrada en vertical con sal y polvo de moluscos al alrededor, también sufre un doble  aislamiento en relación con el puritanismo del siglo XVII. Por eso se va a las colonias y más tarde forma un grupo de seguidoras en Salem, entre ellas Anne Hutchinson, con la que solamente coinciden en la ficción. Será acusada de herejía por sus ideas innovadoras sobre la religión y obligada de nuevo a huir.

   Las mujeres de Cauterio tienen la sensación de haber sido traicionadas por las trampas del amor o por el puritanismo religioso. Pero las suyas, a la vez que es una huida del dolor es también una historia de resistencia a través de la venganza como manera de salvación. Por eso Cauterio es una novela redonda sobre la huida del dolor y como forma de supervivencia..

   Ambos personajes, a pesar de los siglos que las separan, funcionan en plan paralelo. Ambas cuentan momentos importantes de sus vidas: la trampa tranquilizante en la que cae la joven barcelonesa sin nombre a base de barbitúricos; o el niño muerto que pare Deborah y que, sin embargo no acaba con el linaje del marido que ya tenía un hijo con otra mujer. Un marido que se esconde de ella para fornicar con las criadas. Ella, primero en Sangus, en la bahía de Massachusetts y más tarde en Salem, es seguidora de la palabra de Dios, lleva una vida justa sin esconder su fe, aunque termina haciéndose terrateniente. Y comprende que solo a través del artilugio de la ocultación podrá sobrevivir en el puritanismo de Salem. Cosa que no ocurre y, perdiéndolo todo, se da a la fuga.

    

 

                                         

                                           Lucia Lijtmaer

 

    La novela es una reivindicación como expresa la misma autora de las mujeres anormales, de las que se encuentran en el límite. Mujeres que no son seres planos, seres de luz, que tienen amistades problemáticas, fantasías desordenadas, a veces incluso violentas. Y son casi siempre rebeldes tanto en su vida personal como en sus creencias religiosas. Personajes como el de Deborah Moody, construido desde el dolor. No son buenas porque están oprimidas. Son personas de carne y hueso, con virtudes, defectos, dependencias, quizás psicóticas (el caso de la mujer joven de Barcelona). Pero también personajes frágiles ante los vínculos del amor romántico, que se vuelven frágiles cuando el apego naufraga.

   Una estructura dicotómica, bien aprovechada que nos va conduciendo a un ritmo normal hasta el desenlace. Y un estilo de prosa que ya desde ahora es una gran voz que es preciso tener en cuenta.

 Francisco Martínez Bouzas