Crotalón
Cistobal de Villalón
Edición y prólogo de Alfredo Rodriguez López
Ediciones Cátedra, Madrid, 2021, 495 páginas.
El Crotalón es una obra generalmente ignorada por el público no especializado a lo que, entre otras razones, ha contribuido su temática alejada de las preocupaciones actuales. Su género además se aleja de de los géneros canónicos (narrativa, lírica, teatro), si bien participa del primero y del último. A ello se añade el interrogante de su autoría. Las impresiones eran muy limitadas en a España del Siglo de Oro. Y además había dos Cristóbal de Villalón en la misma época: uno había estudiado en Salamanca y el otro en Alcalá de Henares. La edición que ahora nos ofrece Cátedra, platea e un estudio riguroso esta cuestión que pretende ayudarnos a discernir quién es el verdadero autor. A pesar de lo dicho el Crotalón no está tan alejado de nosotros ya que critica los vicios actuales: el egoísmo, el mercantilismo, la vanidad, el papel del ocio en el deterioro de las costumbres y la corrupción de la Iglesia Católica y de los poderes eclesiásticos. Por eso el texto de Cristóbal de Villalón merecía la oportunidad de su reedición, precedida además de un largo y esclarecedor prólogo de Alfredo Rodríguez López-Vázquez.
La obra apareció de forma anónima, lo que nos induce a pensar que su autor era cauto y entendía que la crítica social del Crotalón era ciertamente caústica en los tiempos de su primera edición (1552). Pero el Crotalón es sin duda el antecedente del ensayo español. El género didáctico, privilegiado por el Renacimiento es el diálogo, debido en gran parte a la influencia de Erasmo de Róterdam, un género que hunde sus raíces en los grandes escritores de la época clásica, Platón y Cicerón, entre otros. En nuestro Renacimiento este es un género que abunda con autores como Fray Luis de León, Alfonso Valdés, Fray Antonio de Guevara, entre muchos otros. En todos ellos, lo mismo que en el Crotalón abundan las digresiones morales y éticas.
Centrándonos ya en el contenido, el Crotalón es un diálogo entre un zapatero y un gallo hablador que tiene además la facultad de establecer relaciones con los filósofos, debido a su amplia cultura. Los temas que surgen a lo largo del diálogo, son muy variados, mas en la esencia de todos ellos existe una finalidad didáctica. No deja de ser curioso que quien da lecciones es el gallo. Es él el que le imparte doctrina a un ser humano. Mas, poco a poco, el zapatero adquiere cierta sabiduría, aunque sigue dependiendo de las prédicas de su contertulio.
Existen ciertos aspectos de estos diálogos que no comulgan con las costumbres y derechos de nuestra época como la misoginia. Pero en el siglo XVI era imposible pensar de otro modo, ya que todo el mal se asociaba con el sexo femenino. Son, sin embargo feroces las críticas contra la Iglesia, especialmente contra los vicios de los sacerdotes y prelados, carentes además, por lo general, de preparación intelectual.
El diálogo, infrecuente en la literatura actual, es dinámico debido a la capacidad de los personajes de interactuar entre ellos, desarrollando ideas interesantes y actuales. Otra cosa es la imitatio, un recurso superabundante en la obra. Imita las formas de los autores clásicos con digresiones de todo tipo que convierten el Crotalón en una obra para lectores entendidos o interesados en la temática de la que la obra de Cristóbal de Villalón es un verdadero paradigma.
Francisco Martínez Bouzas
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